sábado, 12 de febrero de 2022

El Mayor, errores históricos


Cada quien tiene a su héroe, a su Agramonte, a su Maceo, a su Céspedes, por eso es tan difícil encarnarlos. Toda obra humana es perfectible y en el caso del cine es inevitable el caballete de la crítica. La obra del desaparecido Rigoberto López se sitúa como la más cara de todas, aunque El Mayor en comparación con Inocencia (realizada con menos recursos), no logró emocionar y crear la empatía necesaria. Desde antes ya sabía de cosas incómodas que vería en la cinta.

Me gustaron las interpretaciones de Daniel Romero y Claudia Tomás; su varilla estaba muy alta y más allá de insuperables expectativas considero que lo hicieron bien. Vale destacar la fotografía, las locaciones, logradas escenas de combates (muy bien Mina de Juan Rodríguez), pero cojea mucho el guion, tal vez lastrado por un velo teatral y muy posado en diálogos y escenas. Hay más para un docudrama que para un filme que con tantos recursos mereció mayor perfección en demasiados detalles salvables.



Lo primero es que contrario a todo criterio de historiadores y especialistas a trancas y a barrancas, la obcecación llevó a usar sin basamento el pañuelo ensangrentado de Joaquín de Agüero en manos del niño Agramonte. En realidad, esa fue una leyenda tejida sobre la base y los deseos de los camagüeyanos de que El Mayor fuera el heredero y sucesor del adalid independentista (acusado también de anexionista) fusilado en 1851. Es el adelanto de muchas pifias.

¡Ah! Positivo y correcto el cuello de El Mayor, su grado en la guerra Grande era con dos estrellas, no tres como en la del 95 (error común en ilustraciones y estatuas). Pasemos a los gazapos.
1- Al tercer minuto del filme aparecen mujeres cortándose el cabello, y sí, toda que se considerara cubana lo hizo (por eso las españolas las apodaron “pelonas”) en protesta por la muerte de Agüero, pero veamos, si las que se cortaron el pelo eran criollas pro independentistas, ¿qué hacían en el fusilamiento? ¿Acaso cada presente en el macabro acto no asistió para apoyar tal sentencia? Si eran criollas pelonas no tenían nada que hacer allí ¡Es incongruente! ¿Por qué el negro de la viudez y el luto antes de tiempo? Ese agosto de 1851 las familias se retiraron al campo en rechazo a la sentencia, por tanto, es imposible un niño llegara a la Sabana de Méndez y mucho menos lograra hacerse de una tela ensangrentada. Es el primer gran traspié, garrafal, pues demasiado público lo creerá a pies juntillas. ¿Que es una licencia dramatúrgica? Por favor, sin renunciar al elemento, se podía apelar a lo onírico.

2- Minuto 9. El duelo con el oficial español ocurrió (de hecho, hubo otros), si bien la afrenta a Aurelia Castillo fue mayor: le quitaron la silla. Permitida la adaptación, aunque ¿por qué no contar la historia al 100%?

3- Minuto 15. Logia Tínima 16. Pudo vérsele el mandil a Salvador Cisneros (interpretado por Ulik Anello), pero no al resto, amén de aparecer fumando. A pesar de celebrarse una sesión clandestina el posicionamiento de los masones es incorrecto, no se ajusta a cánones de la fraternidad. ¿Sería para proteger los secretos de la liturgia? De igual modo pudieron colocarse de mejor manera los asistentes según jerarquías y perfeccionar el ambiente. Por cierto, sin reclamos para Anello, pero el tratamiento a Cisneros lo hace pedante, soberbio, antipático, como resultado del fin de sus diálogos anticespedistas (solo se explotó esta faceta).

4- Minuto 22. En el alzamiento de Las Clavellinas los convocados cerca del Saramaguacán no procedían de capas humildes: 72 de 76 eran de la logia Tínima 16, apellidos de abolengo y en el filme hay en ese momento mambises negros y de sencillas ropas.

5- Minuto 29. Un jinete español, de la creciente de Valmaseda, tiene la escarapela incorrecta (con centro verde, de cazador), mientras el cuello y bocamanga es de artillería.

6- Minuto 34 ¡Agramonte no recibió a la expedición Galvanic de Manuel de Quesada! Se pueden tener licencias artísticas, pero semejante error NO hacía falta en la trama.

7- Minuto 35. Bien por la escena de los chinos, pero en realidad Agramonte fue más enérgico, convincente y retórico con su oficial. Aceptada la adaptación.

8- Siguió muy séptica y homogénea la composición de la indumentaria mambisa. En lugar del fatal blanco, el sepia aligeró, pero pudo ser más variopinta y desarrapada la facha, para acercarnos más a la realidad, pues no hay patriotas semidesnudos, con trajes o uniformes ocupados… parece un contingente de la EJT.

9- Minuto 37. Se explota bastante la dicotomía y contradicciones Céspedes-Agramonte. La mayoría de los textos de sus polémicas fueron parte más de epístolas que de conversaciones presenciales. La entrevista a orillas del Cauto es invención (minuto 47), igual que el duelo (1:14) fue por carta, y la cabalgata bajo la lluvia (1:27) es un giro artístico, comprensible en la necesidad de resumir y dotar de dramaturgia al filme.

10- Minuto 49. La intervención de Ana Betancourt no ocurrió de esa manera, en público, sino que mediante carta entregada a Agramonte se leyó en la Asamblea de Guáimaro. De hecho, hay otra escena de la Asamblea donde aparecen mujeres de pueblo en la sala (minuto 53), y se repite Ana (minutos 54 y 55) hasta dando candela.

11- Min 59. Los grados de Bembeta son un dilema ¿Por qué en las hombreras? Es impropio del Ejército Libertador, sus galones debieron estar en la fajina (oficiales intermedios), algo que se repite en la reunión del Horcón de Najasa (1:09) con él y Cornelio Porro (Rolando Méndez). Tal vez al venir con de Quesada llevaran grados a la usanza mexicana, pero no estoy seguro…

12-1:36 El rescate de Sanguily tiene imperfecciones. Se supone que los españoles descansaban cerca de un pozo, en Consuegra, por tanto el ataque de los jinetes fue sorpresivo ¡Cómo van a tocar la corneta los mambises? A pesar de los textos de Manuel de la Cruz y otros protagonistas no parece que hubiera un toque antes de la carga (lo hubo antes, con toque español para despistar). En la diapositiva el corneta tiene un instrumento agarrado de manera incorrecta. En el filme hay demasiados negros en la tropa y no es exacto (aunque perfecto lo del muerto por un balazo, así es narrado), pero no estuvo un oficial chino (chamarra azul). Casi todos eran oficiales, emparentados, por tanto, no se ve en el filme trajes de gala. El ataque no fue a tan larga distancia ni en un espacio tan abierto. El sargento Mont no le dispara a Sanguily, lo hacen los mismos cubanos (eso se ve, pero lo hieren en una mano) y Agramonte no mata a Mont, ni monta en la grupa al brigadier, lo hizo el capitán Arango con Díaz de escolta. Claro es más bonito darle más realce al protagonista, una licencia que no aporta demasiado (sí confusión al que tome el filme como referente).

13- En toda la película se aprecia un gran error: ¡los soldados españoles no tenían barbas! Solo podían darse ese lujo los oficiales, pero los soldados debían afeitarse dentro de los cuarteles y si salían de operaciones es posible que al dejar de afeitarse durante siete días (el máximo de campaña fuera de las ciudades fortificadas), les creciera la barba, pero no tanto como aparece en la película.

14- En el combate de San Ramón de Pacheco contra El Tigre Setién (Erdwin Fernández, editada la introducción y diálogo que daba entrada a la escena del porqué del combate), Eduardo Agramonte (Enrique Bueno, sin parecido exacto, pero aceptado) no participa y mucho menos muere. Este personaje es tomado en el filme como un Robin al lado de Batman, pero no estuvo bajo el mando de su primo Ignacio, sino en la brigada sur. NO combatieron juntos, mucho menos se pudo hacer un funeral (se desconoce el lugar de su enterramiento en la Sierra del Chorrillo).

15- 1:07 Bien el combate de Mina de Juan Rodríguez, bien la visualización del mulato dominicano-español Puello (Karel Amores), pero al teniente coronel Sabas Marín (José Ignacio León) le falta la presilla de la escarapela en el sombrero, algo propio de su rango.

16- 1:45 Bastante bien el Cocal del Olimpo, salvo que hubo cabezas picadas y brazos cercenados. Jorge López, en el papel de Leonardo Abril, ya había aparecido en Bonilla (mal eso). El personaje fue muerto, pero no por Agramonte. En la película casi siempre el jefe es el verdugo de sus oponentes, en pos de la épica.

17- 1:48 Incorrecto el combate de Jimaguayú. Es una lástima por lo logrado de la fotografía de sus escenas de caballería. ¡Henry Reeve no pudo actuar con su caballería! ¡Coño, si hubiera pasado así no matan a El Mayor! No hubo enfrentamiento con la caballería, en eso fue cauto el jefe hispano Rodríguez León. Los caballos de Reeves estaban emboscados, descubiertos y cañoneados por un Krupp, obligando a un combate de fusilería, lo mismo que hacía la infantería de Las Villas contra el comandante Ceballos. En el intento por cruzar el potrero (Ignacio llevaba el sombrero), pero… ¡En la película el máuser que le dispara no tiene ni órgano de puntería, es un tubo! Tampoco cae con él Jacobo Díaz de Villegas, quien lo hace unos 50 metros detrás y de otra manera, pues llevaba ropa española y fue rematado en una fosa.

18- Por último, renunciar a explotar lo que la quema incompleta del cadáver de El Mayor ha sido desaprovechar lo que parecía más dramático para el espectador.

Rigoberto López durante el proceso de filmación.

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