jueves, 14 de septiembre de 2017

A salvo

José Daniel de la Torre Sampier encontró el busto de José Martí cubierto de escombros. Corrió a la casa a buscar a su madre que lo ayudó a desenterrarlo y lo alzó como un trofeo

Autor: Jesús Jank Curbelo | jesus@granma.cu

14 de septiembre de 2017 00:09:05


Foto: Yander Zamora

PUNTA ALEGRE, Ciego de Ávila.–Lo vio en el mar: una cosa redonda y de un blanco sucio, cubierta de escombros. Corrió a la casa a buscar a su madre y su madre lo ayudó a desenterrarlo. Lo alzó como un trofeo y fue corriendo de una casa a la otra. Iba gritando: ¡mira!, ¡encontré a Martí!, ¡encontré a Martí!

Martí durmió en el closet de la casa y Jorgito durmió poco, agarrotado entre su madre y su hermana y el desastre que les dejó el ciclón.

Al día siguiente cumplía seis años. Se levantó y dicen que cogió el busto y que se fue a enjuagarlo a la orilla de la playa; que lo llevó a casa de su maestro porque «Martí es el hombre que está en mi escuela, al lado de la bandera».

Aquel día, en el medio del desguace, lo vimos, abrazándolo.

Y no sabíamos, a ciencia cierta, quién protegía a quién.

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