lunes, 8 de agosto de 2016

La verdad sobre los derechos humanos en Cuba





Por Arthur González.

Desde inicios de la administración del presidente demócrata James Carter, la manipulación mediática del tema de los derechos humanos se amplificó de forma extraordinaria, como fórmula para acusar a la Revolución cubana.

Cuba abrió sus puertas a una comisión de Naciones Unidas, la que comprobó “in situ” los avances en todos los sectores de la sociedad, aplastando las mentiras elaboradas por los especialistas de guerra psicológica.

A pesar de eso la campaña aun continua para conformar la matriz de opinión negativa a través de la prensa internacional, controlada por Estados Unidos y sus aliados europeos.

Algo que la prensa extranjera no dice, es que existen cerca de 60 instrumentos internacionales relativos a los Derechos Humanos y ellos Cuba ha ratificado 43, mientras Estados unidos sólo ha ratificado 18 de dichos documentos.

Cuba culminó en mayo del 2013 el segundo examen en el Consejo de Derechos Humano de la ONU, donde de forma generalizada se reconoció el desempeño y los logros en la esfera de los derechos económicos, sociales y culturales, y a la cooperación solidaria que la Isla ofrece desinteresadamente a numerosos países del mundo.

La agresividad yanqui contra la Revolución se ha arreciado en los últimos meses, obviando los avances reales que, en esa materia, ocultando las flagrantes violaciones que ellos cometen de forma consuetudinaria.

Una de las violaciones de Estados Unidos versa sobre el derecho a la privacidad y a la libertad de expresión, pensamiento, asociación y reunión, demostrado en el programa de escuchas electrónicas de la Agencia de Seguridad Nacional, amparado por la Sección 215 de la “Ley Patriota” de 2001, aprobada por George W. Bush.

En 2008, el Senado estadounidense legitimó la práctica de escuchas telefónicas, al implementar “Ley de Escuchas Telefónicas” que actualizó en la “Ley de Supervisión de Datos de Inteligencia sobre Extranjeros”, de 1978.

Estados Unidos y Europa atacan a Cuba al calificar a la prensa de “oficialista” y de “limitar” la libertad de prensa, pero no tienen el mismo comportamiento para España que en el período 2008-2013, cerró 284 medios, 182 revistas, 31 diarios, 29 televisoras y 11 publicaciones gratuitas. Menos aún acusan a Alemania, que descendió en el ranking mundial de libertad de prensa al puesto 17, debido a la alta concentración de medios y amenazas contra periodistas por parte de la extrema derecha.

Las deportaciones de latinos ejecutadas durante la administración Obama, ascienden a más de 2 millones desde que asumió la presidencia en 2009, detectándose que en el 2014 más de 66 mil niños no acompañados cruzaron la frontera sur de losEE.UU. Solamente en 2012 se deportaron a 419 mil 384 inmigrantes.

Las muertes reconocidas en la frontera con México crecen a más 6 mil desde 1998, pero para Estados Unidos no son violaciones ni existen campañas de prensa.

Washington ofrece refugio a connotados asesinos y terroristas de origen cubano reclamados por la justicia, como Luis Posada Carriles, Orlando Bosch y Santiago Álvarez Fernández-Magriñá, quienes a pesar reconocer sus actos terroristas contra Cuba, disfrutan de libertad.

Estados Unidos tiene más de 100 detenidos en el centro de detenciones en la ilegal Base Naval en Guantánamo; la mayoría no tienen acusaciones formales, están detenidos por tiempo indefinido, sin recurso a los tribunales.

Han ejecutado repetidas huelgas de hambre en protesta, pero los jefes de la prisión determinaron alimentarlos a la fuerza, sin respetar lo aprobado por la “American Medical Association”, quien afirma que “el alimento forzado viola la ética médica y se considera una forma de tortura”.

Otras torturas que reciben son las técnicas de interrogatorio, que constituyen tratos degradantes incluida la simulación de ahogamiento, fusilamiento, privación del sueño, uso de drogas y sistemáticas golpizas. Todo eso viola los Derechos Humanos de los detenidos, sentenciado así por el Comité contra la Tortura de la ONU.

Canadá también fue sido criticado por no respetar la prohibición internacional de la tortura, y ha cooperado con algunas agencias en otros países que recurren a tales métodos para obtener información de los detenidos.

Igualmente posee casos de personas detenidas por años sin cargos criminales, ni se les informan los motivos de su detención. La ley canadiense permite que se internen a menores de 18 años junto a la población penal adulta y se verificaron detenciones de enfermos mentales.

Todo esto viola los Derechos Humanos, pero al ser aliado de Estados Unidos no hay acusaciones ni campañas en su contra.

España, Hungría, Polonia, Irlanda, Holanda, Francia, Reino Unido, Italia, Grecia y Chipre, han sido objeto de críticas por el hacinamiento, malas condiciones carcelarias, carencia de asistencia médica y de representación letrada, pero de eso son pocos los que se enteran.

En Estados Unidos se mantiene, a nivel nacional, la diferencia salarial entre mujeres y hombres. Las mujeres cobran como promedio sólo 77 centavos por cada dólar que gana un hombre.

Canadá ignora los derechos laborales obligatorios establecidos bajo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), particularmente el “American Agreement on Labor Cooperation”, que resulta el más amplio vínculo entre el comercio y los derechos de los trabajadores, incluidos los principios laborales como la libertad de asociación, el salario mínimo y la no discriminación.

Sobre estas violaciones de los Derechos Humanos prima el silencio de la prensa internacional.

A pesar de la guerra mediática diseñada por Estados Unidos, el informe del Desarrollo Humano del 2014 del Programa para el Desarrollo de la ONU, afirma que Cuba es un país de muy alto desarrollo humano y ocupa el lugar 44 a nivel mundial.

La UNICEF asegura que “Cuba es un ejemplo en la protección de la infancia y no hay ningún niño en la calle, pues los niños son una prioridad y por eso no sufren las carencias de millones de niños de América Latina que trabajan, son explotados o caen en las redes de prostitución”.

La ONG Save the Children, clasifica a Cuba en el primer puesto de los países en desarrollo en las condiciones de maternidad, por delante de Argentina, Israel o Corea del Sur.

El informe mundial de la UNESCO sobre el “Seguimiento de la Educación para Todos”, ubica a Cuba en el lugar 16 por su índice de desarrollo educacional y la reconoció como el país latinoamericano y caribeño que destina la proporción más alta de su presupuesto nacional a la educación.

En Cuba la educación es gratuita desde la enseñanza preescolar hasta la superior, a la vez que la instrucción es obligatoria hasta el grado 9.

Cuba es, según la Organización Mundial de la Salud, la nación mejor dotada en este sector, con un médico por cada 133 habitantes y la tasa de mortalidad infantil de 4,2 por cada mil nacidos vivos (60 en 1960) y la esperanza de vida al nacer de 78,45 años.

El derecho a la salud está asegurado a través del Sistema Nacional de Salud y es totalmente gratuito.
La Oficina del Censo de Estados Unidos se registra 48,8 millones de personas viviendo por debajo de la línea de la pobreza, cifra que representa el 15,8% de su población. Desde 2012, esas estadísticas no mejoran. Además, afirmó que en el 2014 uno de cada cinco niños vivía en la pobreza, para un total de 15,43 millones.

El 13,4% de la población estadounidense carece de cobertura médica, lo que representa 42 millones de personas, de esas un 7,6% son niños y el 15,9% son negros. Los programas de salud gubernamentales cubren solo al 34,3% de los estadounidenses.
Su tasa de mortalidad infantil es cerca de 6,1 de muertes por cada mil nacidos vivos.

El Departamento de Educación y el Instituto Nacional de Analfabetismo estadounidense informó en 2014, que 32 millones de adultos (14% de la población) no sabe leer, el 21% leen por debajo de un nivel de 5to grado y el 85% de los jóvenes que se relacionan con el sistema de cortes juveniles son funcionalmente analfabetos.

Son muchas y variadas las violaciones de los Derechos Humanos en Estados Unidos y en países que son sus aliados.

La deformación que intentan hacer con Cuba es notable y conocida, pero la historia no se equivoca ni los datos tampoco, a otros con ese cuento, porque como dijo José Martí:

“…no hay cosa que realce tanto a una obra como la injusticia palpable del que la tacha”.


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