viernes, 7 de abril de 2017

Diálogo sobre sistema político cubano: ¿La democracia es el poder de los partidos o del pueblo? (+ Podcast)

Por: José Raúl Concepción, Dianet Doimeadios Guerrero


Daniel Rafuls Pineda y José Luis Toledo Santander durante la grabación del podcast de Cubadebate. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.
Los doctores en ciencias Daniel Rafuls Pineda y José Luis Toledo Santander durante la grabación del podcast de Cubadebate. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.
Bienvenidos a un nuevo podcast  de CubadebateSaludos para todos los que nos acompañan, gracias por seguirnos. Por estos días, analistas de las más disímiles tendencias abordan temas relacionadas con el sistema político cubano. En los debates, dentro y fuera de la Isla, las posiciones y argumentos suelen estar sesgados por la perspectiva en la que se sitúan sus actores.
Unos, añoran el republicanismo del que nos redimimos; otros, nos venden el modelo liberal de Occidente cuya efectividad está cada día más en duda; y no pocos examinan y defienden el sistema político de transición a una sociedad socialista, desde la plena soberanía nacional y el Poder Popular, “ese mágico nosotros de tan enorme influencia”.
Hoy, nuestro sitio quiere sumarse al debate y conversar sobre el tema con el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), el diputado José Luis Toledo Santander y el profesor de la Universidad de la Habana, Daniel Rafuls Pineda, ambos doctores en ciencias.
Ya que tenemos a dos voces autorizadas, quisiera iniciar por la pregunta más elemental, no por ello la menos importante. Cuando nos referimos al sistema político cubano (SPC), ¿de qué hablamos?
Daniel Rafuls Pineda: Desde las condiciones de Cuba, hay una tendencia muy fuerte a generalizarlo solo a lo vinculado con las organizaciones de masas y sociales, a las políticas y del Estado cubano, a todo lo que tiene que ver con las leyes que regulan y su funcionamiento. En la asignatura Ciencias Políticas intentamos probar que la categoría sistema político es mucho más amplia y la definimos como “el conjunto de instituciones estatales y no estales normas de proceder y reglas políticas articuladas de manera integral alrededor de un sistema de una proyección jurídica, con reglamentaciones jurídicas. Tiene que ver con la cultura y la ideología política, la historia del pueblo cubano, pero está marcado sobre la base de un sistema económico hegemónicamente donde domina la propiedad social sobre los medios de producción y un sistema político general que transita al socialismo”.
Tiene sus orígenes en la propia existencia de la cubanía, incluso antes, cuando se estaba hablando de las luchas populares que encabezó Hatuey, las distintas luchas populares que llegaron hasta el Triunfo de la Revolución en enero de 1959, con la participación del Ejército Rebelde. Asimismo con una serie de regulaciones políticas-jurídicas que tuvieron lugar con la elaboración de las primeras constituciones, donde el propio Félix Varela tuvo una importancia grande, y las cuatro constituciones mambisas nuestras: Guáimaro, Baraguá, Jimaguayú y la Yaya. Por supuesto, también está relacionado con las constituciones del Siglo XX cubano: la de 1901, 1940. Y después del período revolucionario, con la Ley Fundamental de la República, que provocó una ruptura con los anteriores proyectos políticos legislativos, pero marcó el antecedente inmediato de la Constitución cubana en 1976.
José Luis Toledo Santander: Resumiendo lo que Rafuls ha dicho con lujo de detalles, cuando hablamos de SPC tratamos de explicarlo sobre la base de que comprenda: cómo es la organización institucional del Estado, cuál es el papel de esos órganos que integran la organización institucional del mismo, las organizaciones que conforman la sociedad civil cubana y su papel dentro de la sociedad, y también el papel del partido dentro de la sociedad, muy sintéticamente damos así una visión de lo que es la organización y la conformación del SPC.
Han abordado en apretada síntesis un tema que es profundamente complejo y se los agradezco. Les pregunto ahora, ¿cuáles creen que son las fortalezas del sistema político cubano actual?
José Luis Toledo Santander: Destaco dos elementos esenciales que sirven de pilar y fortalezas al SPC: el primero es la unidad, que no es unanimidad, como se ha explicado muy detalladamente, unidad sobre la base de la estrategia de conformar, fortalecer y desarrollar el sistema político que los cubanos, en pleno ejercicio de su soberanía, han decidido darse, una unidad que trasciende el momento actual y tiene un origen en la historia de la nación.
Y esa unidad va a tener una expresión en el segundo elemento que quiero destacar, que es el poder del pueblo, que como la Constitución refiere es un poder único, que lo va a ejercer directamente o a través de los Órganos del Poder Popular. Es decir, la presencia del pueblo, como detentador de la soberanía del Estado y de la nación, en el ejercicio efectivo del poder junto con la unidad son los dos pilares básicos y fundamentales de nuestro sistema político.

Hitos de la rica tradición jurídica de la nación 

Daniel Rafuls Pineda y José Luis Toledo Santander durante la grabación del podcast de Cubadebate. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.
Daniel Rafuls Pineda y José Luis Toledo Santander durante la grabación del podcast de Cubadebate. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.
Hablemos de la Constitución, esa carta magna no siempre divulgada y estudiada como merece en la rica tradición jurídica de la nación cubana. ¿Qué postulados hacen de la Constitución de 1976 un texto constitucional superior al de 1940?
Daniel Rafuls Pineda: Asumo el criterio que la Constitución del año 1976 es superior en mucho a la de 1940. La Constitución de 1940 marcó un hito importante en la historia del constitucionalismo cubano: por primera vez se plasmó en el texto constitucional todo lo relacionado con los derechos, civiles, sociales y políticos de las personas. La Constitución de 1940 garantizó el sufragio universal para que la mujer pudiera emitir su voto, facilitó que hubiera un sistema de atención a los jubilados, tuvo que ver con la conformación o la aprobación de la jornada laboral de ocho horas. No obstante, la Constitución de 1940 tuvo la gran debilidad, reconocida por muchos autores ya hoy no discutido, de que a pesar de ser de las más avanzadas de todo el siglo 20, no se instrumentaron las leyes complementarias que hicieran cumplir esas leyes, por consiguiente aquello quedo casi en una letra muerta más allá del entusiasmo de los que lo aprobaron.
Ahora, la Constitución de 1976 me parece que es superior por varias razones fundamentales, se estructura sobre la base de una profunda revolución social que rompió con los fundamentos y pilares básicos de la subordinación que Cuba estaba sometida, bajo la presencia norteamericana de orden político y en el orden económico-social también. Es conveniente resaltar que la nueva Constitución del año 1976 fue un respaldo del pueblo de rechazar todo lo que tuviera que ver con la pluralidad de partidos políticos en Cuba. La Constitución cubana está montada justamente en una promoción, en una representación popular y en una nominación de representantes populares que nacen de la base y de manera ajena a la propuesta que hacen de manera tradicional los partidos políticos, en ese sentido creo que esa es otra fortaleza importante. Además, es loable destacar el aspecto vinculado con el Artículo 5, sobre el papel destacado que juega el PCC en toda la historia de la Revolución.
Aclaro acá lo siguiente, esta posición que estoy exponiendo no forma parte de ninguna retórica particular, sino en mi convicción está que el papel del Partido deber seguir siendo relevante en las condiciones de Cuba, hasta tanto en las instituciones nuestras, los mecanismos que nosotros tengamos internos y externos, desde el punto de vista externo los contextos tradicionalmente hostiles que nosotros tenemos hacia Cuba, y desde el punto de vista interno, las innumerables, las visibles limitaciones que tenemos nosotros en cuanto a garantizar un poder mayor en el orden cultural, económico, político de los ciudadanos cubanos. En las instancias de representación popular nuestras, vinculadas sobre todo a la Asamblea, hay un proceso de perfeccionamiento reconocido por varias instituciones. El cual tiene que aumentar mientras no se resuelvan los problemas de representación popular, mientras potencialmente podamos perder el derrotero estratégico del proyecto político cubano, el papel del Partido me parece que es importante en ese sentido.
José Luis Toledo Santander, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos, durante la grabación del podcast de Cubadebate. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.
José Luis Toledo Santander. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.
José Luis Toledo Santander: Particularmente, no me gusta comparar. Pienso que cada Constitución respondió al momento histórico en el que se redactó y que responde a los intereses y a las grandes aspiraciones de lo que en ese momento histórico concreto se aspiraba y se quería por el pueblo, ahí está su plena correspondencia, su validez, entonces, indiscutiblemente que la Constitución del 40 responde a un contexto histórico muy específico y la Constitución del 76 responde a otro totalmente distinto, cada una en su ámbito histórico tiene una relevancia.
La Constitución del 40 indiscutiblemente en el orden de la técnica de redacción constitucional es una excelente norma jurídica, incluso es más normativa, si usted recoge la Constitución del 76, hoy vigente, encontrará elementos de la Constitución del 40, por ejemplo, la iniciativa legislativa. En relación a la Constitución del 76 con vista a la del 40, la del 40 no fue sometida a referendo popular, se aprobó por los constituyentistas que se eligieron, fueron los únicos que tuvieron oportunidad de discutir y dar criterio con relación al texto constitucional, la Constitución del 76 llevó un proceso totalmente distinto en la que todo el pueblo tuvo dos momentos decisivos en cuanto a ella.
Primero fue objeto de una consulta popular, la Constitución se les repartió a todos los ciudadanos en el año 1975, todos los ciudadanos tuvieron la oportunidad de dar sus opiniones y criterios, más de 60 mil opiniones se recogieron con relación al texto y dio lugar a modificaciones y cambios a más de 60 artículos del anteproyecto inicial. Posteriormente, esa Constitución se sometió a referéndum popular, el cuerpo electoral de la nación acudió a las urnas en votación libre, directa y secreta y acudió el 98%, del cual el 97,7%  la refrendó.

Divide, ¿y vencerás?

Daniel Rafuls Pineda y José Luis Toledo Santander durante la grabación del podcast de Cubadebate. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.
Rafuls y Toledo dialogan sobre sistema político cubano en Cubadebate. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.
El profe Rafuls hablaba hace unos minutos de la importancia del Partido en toda la historia de la Revolución, ¿qué opinan del teatro político que existe para inclinar a la sociedad hacia un partido u otro? ¿El pluripartidismo hará que nuestro sistema sea más democrático o no?
Daniel Rafuls Pineda: Ese es un tema muy socorrido en los medios nuestros, sobre todos medios alternativos y en muchos lugares. Recuerden que hay una referencia histórica tradicional que sustenta cualquier proceso democrático en la pluralidad de los partidos políticos y en la competencia entre partidos políticos. Yo, como una cuestión de principios, nunca tendría nada en contra reevaluar una propuesta nuestra que rompa con la tradición de un partido único si existiera una prueba histórica tradicional de que los altos niveles de vida del ciudadano alcanzados por las grandes potencias descansara en una competencia leal, justa, equitativa de partidos políticos. Pero esa prueba no existe.
Todos conocemos que los altos niveles de desarrollo económico-político-social que tienen la mayor parte de los países occidentales ha sido como consecuencia de otros procesos vinculados al proceso de colonización, procesos vinculados al intercambio desigual, a determinados mecanismos que lo han utilizado para comprar más materia prima barata, importarla, reproducirla, enviarla a los mismos lugares, y eso implica enriquecimiento de mucho de esos países y de las arcas públicas de los países capitalistas desarrollados.
Pero conocemos lo que ha ocurrido con las llamadas “crisis de los países capitalistas”, cuando la gente se arruina, las poblaciones se arruinan y los estados tienen recursos suficientes para ponderar y ayudar a las grandes empresas trasnacionales, a los bancos para ayudarlos y sufragar los gastos, eso no ocurre con las poblaciones medias entonces la prueba real, la que todo el mundo tiene palpable en sus manos es que son los grandes bancos los que deciden que es lo que hacer, miremos a Europa en los últimos años. La mayor parte de los mecanismos para darle solución a sus problemas han venido de los bancos, del FMI, bancos interamericanos, el Banco Europeo, el Banco Mundial, que han tenido exigencias concretas a los gobiernos de turno para que apliquen determinadas políticas, que implique ahorro a costa de las grandes poblaciones y así al enriquecimiento de las arcas públicas.
Recuerdo que tuve un alumno que me preguntó en un seminario: “Profesor, pero han pasado más de 50 años de Revolución, nosotros hemos ganado en cultura política y ¿el hecho de haber ganado en cultura política no implica que ahora asumamos la pluralidad de partidos políticos de manera distinta?” Bueno, si hay alguna prueba de que los liderazgos de los partidos políticos funcionan sobre una propuesta equitativa desde las bases, donde llegue a representarse los amplios sectores populares más pobres, tal vez habría que pensar en una experiencia de ese tipo, pero en la práctica es que eso no existe. No me arriesgo a pensar que esa sería la conveniencia de solucionar los problemas históricos que hemos tenido, muchos de los cuales tienen que ver con problemas internos nuestros, pero otros salen de las fronteras nacionales, no creo que tendría que solucionarse de esa manera.
José Luis Toledo Santander: Por ejemplo, en la misma área latinoamericana, usted busca estadísticas, hay un sitio que se llama Latinobarómetro que mide la eficacia de los partidos políticos, la democracia en Latinoamérica y usted busca en ese sitio y se encuentra la falta tan grande de credibilidad política que tienen los partidos políticos en América ¿por qué? Porque están concebidos no para resolver los problemas de las grandes mayorías ni de la población en sentido general están concebidos como medios de acceso al poder para el enriquecimiento de una clase política, ahí es donde está el problema y ahí radica el nudo gordiano de esta situación. Entonces ¿qué objetivo tiene el multipartidismo? Me pregunto, bueno yo empecé esta conversación hablando de que uno de los pilares básicos de nuestro sistema es la unidad, precisamente el multipartidismo viene a fracturar la unidad, yo creo que el multipartidismo en cierta medida materializa aquella expresión del padre del estado moderno, de Maquiavelo que dijo: “Divide y vencerás”.
Sucede que existe un esquema muy estereotipado que asocia democracia con multipartidismo. Entonces, frente a ese esquema pregunto: ¿La democracia es el poder de los partidos o el poder del pueblo? Si la democracia como su nombre implica el poder de la mayoría y el sistema que logra hacer más efectivo ese ejercicio de poder por el pueblo tiene que ser más democrático, ¿y eso lo logra el multipartidismo? Bajo ningún concepto.
Daniel Rafuls Pineda: Otra arista vinculada a este tema es que el Partido único cubano debe mejorar en el cumplimiento de sus funciones en muchos sentidos. Es un Partido que tiene que ser todavía más democrático, más participativo, más representativo de la voluntad de la gente, debe tener mayores niveles de consulta de la voluntad popular, el Partido está consciente de eso, porque los propios Congresos del Partido, sobre todo en el VI y en el VII han marcado mucho la necesidad de delimitar las funciones. Si no funciona así la gente no siente la representatividad. Creo que tiene que conservarse, pero además tiene que fortalecerse.
José Luis Toledo Santander: Un elemento esencial que no podemos obviar en este análisis, que para mí es medular de la sociedad cubana, es que el Partido nuestro no es electoral y eso ya abre una brecha de distanciamiento mutuo muy grande en relación con el resto de las formaciones partidarias del mundo. Las cuales son preferentemente electorales, que se conforman para el acceso al poder y para formar plataformas de personas para que lleguen, el partido nuestro no es un partido electoral porque el partido nuestro no postula candidatos para ninguna de las instancias.
El otro eje distintivo que hay que tomar en cuenta, al margen de como dice Rafuls hay cosas que hay perfeccionar y es lógico; Fidel nos dijo un día que ninguna obra humana es perfecta y si algún día consideramos que hemos alcanzado esa condición, pues tenemos la obligación de seguir trabajando para hacerla mejor. Sin embargo, veamos lo que ha pasado en los dos últimos eventos de trascendencia, importantes hitos del PCC, todos los documentos que han sido discutidos han sido sometidos a consulta popular, los lineamientos del VI Congreso se discutieron por todos los ciudadanos de este país fueran o no fueran militares. Y sus opiniones fueron tomadas en cuenta y dieron lugar a grandes modificaciones, se llevaron a la ANPP y se discutieron, por ejemplo, de los lineamientos del VI Congreso en la Asamblea se proyectaron 17 modificaciones y en el momento que ya se decida por la presidencia de la ANPP se pondrá en agenda nuevamente discutir todas estas temáticas. Entonces ha sido un proceso amplio de consulta, de participación efectiva del pueblo en la conformación de las directrices de su partido político.

Unidad no es unanimidad

Daniel Rafuls Pineda y José Luis Toledo Santander durante la grabación del podcast de Cubadebate. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.
José Luis Toledo Santander, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.
Precisamente sobre la discusión en la Asamblea, sobre la multiplicidad de opiniones dentro de ella quisiera hablar ahora, ¿por qué las leyes cubanas son aprobadas por unanimidad en la sesión del Parlamento? ¿Dónde queda la discusión y la multiplicidad de opiniones del proceso legislativo cubano?
José Luis Toledo Santander: Ahí a nosotros nos ha faltado una capacidad de informar adecuadamente al pueblo de los procesos de la elaboración legislativa y de toma de decisiones en la Asamblea. En estos momentos ya hay una estrategia de trabajo en esa dirección, se ha creado un área de Comunicación Social en el Parlamento que trabaja aceleradamente en estos temas.
Cuando nosotros vamos a trabajar una ley no se hace solamente a nivel de comisiones o de un grupo de la ANPP, primero se hace un estudio técnico de la ley, se crea un grupo por las comisiones de trabajo. Por ejemplo, si es un tema que tiene que ver con el agua por lo trabaja la Comisión encargada del tema del agua y la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos, porque esta comisión ejerce lo que se llama el control primario de constitucionalidades, que dice si la ley choca con la Constitución o no.
Después que pasa de ese estudio técnico, el proyecto de ley se le distribuye a todos los diputados y después vamos a un proceso de discusión en las provincias del país con todos los diputados, incluso en el mismo participan también delegados provinciales, municipales, trabajadores de esa área que normará la ley, participan profesores universitarios y técnicos de reconocido conocimiento sobre el tema que se discute.
Esas reuniones, que a veces comprenden hasta 15 días, los diputados tienen la oportunidad de dar su criterio de lo que hay que quitar del proyecto de ley, de pedir explicaciones. Después, con todas esas opiniones del grupo y de las comisiones involucradas, con el organismo responsable de la iniciativa legislativa venimos para acá y hacemos un estudio de todas esas propuestas, si la ley ya tiene un consenso se propone al Presidente llevarla a la Asamblea, si la ley no tiene consenso entonces el proceso se repite y se repite tantas veces hasta que ya tenga logrado un consenso, así se trabaja el consenso para llevar una ley a la Asamblea, porque ninguna ley usted la puede llevarla a la Asamblea si no tiene consenso. Cuando nosotros llevamos un proyecto de ley a la Asamblea ya ha sido ampliamente discutido y analizado por todos los diputados.
Si comparamos el texto de un proyecto de ley con la ley aprobada encontraremos notables diferencias, así lo hemos comprobado.
José Luis Toledo Santander: Claro, pero además ya no va a ser algo exclusivo de los diputados, los proyectos de ley y las leyes en sí están en el sitio web de la Asamblea.
¿Cuál es el sitio de la Asamblea?, para recordárselo a quienes nos escuchan.
José Luis Toledo Santander: A través de www.parlamentocubano.cu pueden acceder a él. Entonces, usted accede ahí y ve el Proyecto de Ley de Aguas Terrestres, ahí he recibido miles de opiniones, las cuales se canalizan a través del gobierno local, para que analice puntualmente los problemas que puedan haber. Es decir que este proceso de discusión hay que publicitarlo más, hay que darlo a conocer más en los medios, unido al uso de las técnicas de información nuevas, pues indiscutiblemente ayudan a un conocimiento más efectivo de estas gestiones.
Lo anterior implica que cuando la Asamblea se reúne ya exista un consenso alcanzado, si usted tuvo la oportunidad de plantear sus inquietudes, sus criterios en esas reuniones territoriales y recibió respuesta y ya está convencido no tiene que repetir el problema, por eso la Asamblea da esa expresión de que nos reunimos para aprobar la ley nada más.
Daniel Rafuls Pineda: Sin embargo, desde el punto de vista práctico hay algo que nosotros debemos mejorar. Tiene que ver con la primera oración que comenta Toledo, con el tema de la información, a mí tampoco me gusta comparar pero yo siempre lamento mucho que hayan otros países que tengan la precaución, la astucia de tener un canal permanente para trasmitir las sesiones de su parlamento y que a  nosotros eso no nos funcione. Gran parte de la responsabilidad de que nuestra población tenga la impresión del exceso de unanimidad es que lamentablemente a veces se proyectan cosas en la TV cubana y los medios de comunicación que son sesgadas por lo que piensa ese editor de qué es lo más importante que la población debe conocer. Han pasado más de 50 años de Revolución, creo que la gente debe saber cómo discutimos nosotros.
Otro tema importante que a mí me parece nosotros tenemos que reevaluar es que en cada período de sesiones, con dos plenarios de la Asamblea en todo el año, que son de cuatro o cinco días,  porque todo lo demás funciona en las comisiones permanentes de trabajo, hay muy poco tiempo para reflexionar y madurar sobre estas cosas, que sí están haciendo a lo largo y ancho del país. Pero que requiere maduración de la gente, porque incide en la cultura jurídica de nuestro pueblo que como la cultura política puede estar representada de manera equitativa, también con los diputados de la Asamblea Nacional, que siendo diputados no conocemos a veces ni los reglamentos cómo funcionan, cómo funcionan las leyes, a quién dirigirle una carta o no, entonces me parece que hay que repensar el tema de los períodos de sesiones y el tiempo que se dedica a ello.

Representatividad y vínculos del diputado con el pueblo

Daniel Rafuls Pineda y José Luis Toledo Santander durante la grabación del podcast de Cubadebate. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.
Daniel Rafuls Pineda y José Luis Toledo Santander durante la grabación del podcast de Cubadebate. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.
Precisamente esta es una crítica que se le hace al SPC, que la ANPP sesiona dos veces al año. Desde la Asamblea, ¿se ha pensado en ampliar este período o consideran que con reunirse en plenario dos veces al año es efectivo? ¿Qué funciones tienen las Comisiones Permanentes de Trabajo?
José Luis Toledo Santander: Es muy importante el trabajo de las comisiones, en ellas se da un proceso de discusión muy rico, de temas muy importantes, trascendentes para el país. En las comisiones se discuten todos los temas más candentes que en esos momentos existen en la sociedad, con la presencia de los principales dirigentes del país, de los ministros, viceministros, jefes de los organismos de la administración central del Estado. Ahora, que se publique esto es muy importante, hace unos día les decía a compañeros de la prensa “considero que ustedes tienen que proyectar más la intervención de los diputados, porque ustedes van a una comisión y lo que divulgan fundamentalmente es la intervención del ministro y hace falta publicar más la intervención del diputado, que es el representante del pueblo.
Sobre el período de sesiones hay que tener en cuenta que la Asamblea Nacional del Poder Popular no es un órgano permanente, sino un órgano provisional, sus integrantes normalmente desarrollan actividades normales de trabajo y además, ejercen la función de diputados, por la cual no devengan ningún salario. Entonces, usted tiene que celebrar una Asamblea lo suficientemente ágil, profunda en sus análisis, pero que también tome en cuenta esa condición de estas personas, que no los puedes estar sacando un mes o dos meses de sus centros de trabajo.
Considero que sí, en eso coincido con Rafuls, nosotros tenemos que trabajar más en la agenda de la conformación de los períodos ordinarios de sesiones. Pero es la Constitución la que traza el rumbo, la Constitución es la que dice que la Asamblea se reúne dos veces en el año, en dos períodos ordinarios de sesiones, y usted no puede celebrar tres, cuatro, cinco períodos ordinarios de sesiones, no obstante con carácter extraordinario la Asamblea se va a reunir cuantas veces la convoque el Consejo de Estado o un determinado por ciento de sus diputados, que también tienen facultad para convocar la Asamblea Nacional.
Pero quizás el tema no está en la cantidad de veces que nos reunimos, sino en el tiempo, el tiempo que consumimos cuando nos reunimos. Creo que eso forma parte de trabajar más en la configuración de la agenda de la Asamblea Nacional del Poder Popular y en esto ya hay un grupo de ideas en el proceso de perfeccionamiento del Poder Popular, que se han estado elaborando y que en estos momentos se está discutiendo, es un momento de consenso para perfeccionar la agenda de los períodos ordinarios de sesión.
Tendría que venir también una relectura y modificación de la Constitución actual, para atemperarla a estos tiempos, a tenor de los cambios en lo que está abocado nuestro país en la actualización de su modelo económico, político y social.
José Luis Toledo Santander: Existe un planteamiento muy claro del Presidente de la nación, el Presidente de los Consejos de Estado y Ministros, que dijo en su intervención de clausura del VII Congreso del Partido que la Constitución de la República va a ser sometida a un estudio integral de análisis y de valoraciones para atemperarla al momento que vive la nación y no solamente desde el punto de vista económico, sino desde el punto de vista social.
¿Ya comenzó ese estudio?
José Luis Toledo Santander: Todavía no han iniciado.
¿Y en qué leyes están trabajando en este momento?
José Luis Toledo Santander: Se está trabajando una Ley de Aguas Terrestresque es muy importante, pues está anunciado que el agua va a ser el gran conflicto de los tiempos futuros y Cuba, que tiene estas peculiaridades de ser una isla pequeña, larga, estrecha y con pocos caudales de agua, tiene la necesidad de tomar un grupo de medidas para conservar las fuentes hídricas que posee. A partir de una propuesta que presentó el Instituto de Recursos Hidráulicos, dándole cumplimiento a un acuerdo del Consejo de Ministros, se trabaja en estos momentos en este proyecto que ya está a término, lo único que resta es que el Presidente decida incluirla en agenda.
Daniel Rafuls Pineda durante la grabación del podcast de Cubadebate. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.
Daniel Rafuls Pineda. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.
Daniel Rafuls Pineda: En cuanto a la Constitución cubana, desde la Academia se están evaluando ciertas cuestiones, por ejemplo, el tema representación. Las representaciones que nosotros hacemos de diputados a la ANPP son personas que de alguna manera ha tenido vínculo con lugares al interior del país, pero que no residen en el interior del país, residen aquí en La Habana, si nosotros tenemos como principio que la Asamblea Nacional funcione no para discutir problemas de las localidades, sino para discutir problemas generales que tengan que ver con el país yo creo que con más razón tiene que buscarse la manera de que los representantes de un municipio, como por ejemplo Imías, estén aquí, para que un auténtico representante del territorio forme parte de las discusiones, para que pueda emitir sus criterios a nivel nacional.
Hay otro tema importante, que tiene una trascendencia tremenda, que yo no estoy seguro Toledo que con la reforma del año 92 nosotros hayamos ganado con esto. Hasta el año 92 más del 50% de los diputados de la Asamblea Nacional debían ser representantes de base, después de la reforma del año 92 hasta un 50% eran representantes de base, pero cuando uno analiza lo que ocurrió con la última legislatura, la Octava Legislatura, recuerdo que la Comisión Electoral informó que alrededor de un 46% eran delegados de base. Cuando lees la prensa, y esto tiene que ver un poco con la información que se da, hice un estudio profundo y de la prensa cubana no había manera de sacar más de un 35% o 36% por ciento de delegados de base de la Octava Legislatura en la Asamblea Nacional, pero vinieron las elecciones parciales hace dos años y pico, y en las elecciones parciales algunos diputados de la Asamblea Nacional que eran delegados de base dejaron de serlo, cuando tu sacas la cuenta ahora un 33% de los diputados de la ANPP son delegados de base. Me parece que eso no puede ocurrir, tienen que enmendarse temas de este tipo.
También deber ser reforzado en la Constitución cubana la defensa de los derechos del ciudadano, porque en la práctica Cuba lo ha hecho, me parece que debiéramos tener el mecanismo. Porque no puede ser que la Constitución del 40 haya tenido una sala dentro del tribunal supremo que tenía que ver con lo constitucional y lo social, y que nosotros no lo tengamos. Hay experiencias latinoamericanas de izquierda probadas, que han creado instrumentos que tiene que ver con la llamada defensoría púbica que son instituciones importantes, también de elección popular, que pueden ser una contrapartida mejor a las instituciones nuestras, incluso instituciones judiciales. Temas como estos hay que repensarlos, porque si bien somos fuertes en la práctica, en la teoría del compromiso y de la satisfacción de la gente tenemos que complementarlo con otras cosas que son estructurales.
José Luis Toledo Santander: Creo que sí y de hecho hay un inventario muy grande de temas que hay que revisar que estudiar, analizar, el perfeccionamiento de los Órganos del Poder Popular es una actividad no acabada.
Hay un tema que Rafuls tocó sobre el cual me gustaría insistir, y es sobre la vinculación territorial del diputado. Esto se enfoca desde un punto de vista dual, que a mí me parece interesante; primero, en Ciencias Políticas el diputado no tiene vinculación territorial, yo invito a que cojan todos los libros de las enciclopedias políticas, por ejemplo la Enciclopedia Política, de Rodrigo Borja, y verán que en ningún lugar el diputado tiene vinculación territorial, decir eso es un error de concepto de Ciencia Política. El diputado no tiene vinculación territorial, el diputado tiene que analizar esos grandes problemas nacionales. Ahora bien, esto no quiere decir que el diputado no tiene que mantener vínculos de trabajo con el territorio por el cual fue electo, y eso es un problema que hoy sigue siendo insuficiente, el diputado tiene que asistir a las rendiciones de cuenta, a la Asamblea Municipal, al Consejo de la Administración, tiene que vincularse a distintos problemas de su territorio.
Hoy, nosotros estudiamos experiencias de otros países que son muy interesantes, por ejemplo Vietnam, ellos tienen lo que se llama delegaciones provinciales de la Asamblea Nacional y tienen una conformación a nivel del territorio de los diputados que se aglutinan allí y realizan esos trabajos de vinculación a los electores y al territorio, son cosas que se estudian.
Ahora otro tema, el tema de la representatividad, porque me dirán “si el diputado no viene y solo tienen vinculación nacional, cómo se vincula al territorio”. Además de esta forma que acabo de expresar, está también lo que expresaba Rafuls sobre los delegados municipales que integran la Asamblea Nacional. Hasta un 50% de los diputados son delegados de la Asamblea municipal, personas que tienen la doble condición: ser electos diputados pero que además son delegados por una circunscripción electoral, desde donde le llega un influjo directo de opiniones muy amplio.
Rafuls planteaba un tema cierto, que se estudia actualmente, cuando uno de esos delegados pierde su base de representatividad, porque en las elecciones parciales no se resulta ratificado en la elección como delegado. En el país hay elecciones generales cada 5 años y elecciones parciales cada 2 años y medio; si en esos 2 años y medio, este delegado que además tiene la doble condición de diputado no es reelecto mantiene su condición de diputado, sin embargo es verdad que perdió la representatividad que lo llevó a ese estado. Esto hoy se estudia con dos variantes posibles de solución: primero, o nosotros vamos a elecciones parciales para cada 2 años y medios en la Asamblea Nacional para conformar ese por ciento de diputados que pierde esa representatividad de base o elevamos el mandato de todos los elegidos a 5 años y se acaba el problema. Parece que esta última va a ser la más práctica y la más avenible, porque con el mandato en ese período para todos se evita esta problemática. Estos son temas que indiscutiblemente conllevan al proceso de perfeccionamiento de una institución política joven y que tiene estas peculiaridades sui géneris y que aprende de sus aciertos y de sus errores.

No le digo a nadie cree, le digo lee

Diputado José Luis Toledo Santander, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos, durante la Audiencia Parlamentaria Cuba contra el Bloqueo, convocada por la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en La Habana, Cuba, el 23 de octubre de 2014. AIN FOTO/Tony HERNÁNDEZ MENA/ANPP
Nuestro invitado, José Luis Toledo, durante la Audiencia Parlamentaria Cuba contra el Bloqueo, convocada por la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el 23 de octubre de 2014. Foto: ACN.
Ambos han reconocido que uno de los problemas que tiene el sistema político cubano es la falta de cultura jurídica de la población. Y si en nuestro país, el poder recae sobre el pueblo, es preocupante que la mayoría de los ciudadanos no dominen las particularidades del SPC. Para ello, la ANPP se ha acercado a distintos sectores de la sociedad en audiencias parlamentarias, recientemente también crearon de conjunto con la Universidad de Las Villas, una aplicación móvil, que podrá ayudar más al conocimiento sobre el mismo. ¿Qué propuestas tienen pensado seguir para aumentar los conocimientos de la ciudadanía en el ámbito cívico-político?
José Luis Toledo Santander: Mira sobre el tema de la cultura jurídica yo lo abordo en dos directrices: la primera, es esta que tú estás diciendo que es una obligación del Estado cada día establecer formas de comunicación que permitan a las personas en sentido general conocer más de sus derechos, de sus deberes, de su organización. Para ello, la Asamblea ha creado un área de comunicación social, que tiene la tarea fundamental de establecer vías, formas y métodos de comunicación. Pero esto no se restringe a la Asamblea Nacional, estas mismas áreas de comunicación se han ido creando en cada uno de los estamentos del Poder Popular y tiene este objetivo intercambiar con las personas, darle información, de diferentes formas, puede ser mediante conferencias, como en estos momentos se están desarrollando por todo el país, en las que se han vinculado directamente las organizaciones estudiantiles y la UJC. Así lo hemos ido haciendo en todos los lugares y eso lo queremos establecer como sistema de trabajo, incluso no solo con los estudiantes, sino ir a los barrios, conversar con la gente.
Hay un segundo elemento, que yo no le resto importancia y en el que insisto siempre, y es el interés individual de estudiar, hay una tendencia muy marcada de dar conferencias o cursos y cuando lo hacemos siempre le pregunto a los compañeros: “¿han estudiado de lo que vamos a hablar?” Fíjate que hay una expresión de Fidel que es paradigmática: “Yo no le digo a nadie cree, le digo lee”. Entonces, uno de los problemas que tenemos también es que hemos perdido el hábito de leer y estudiar. Hay que continuar perfeccionando el mecanismo de comunicación del Estado y tiene que también estar el interés del ciudadano de estudiar aquellos aspectos que, indiscutiblemente, tienen una incidencia en su vida, en la de su familia, en sus derechos y deberes, en su funcionamiento como ciudadano que entraña compromisos políticos, ¿no es así?
Doctor Rafuls, usted fue delegado de base durante casi ocho años, desde su experiencia, ¿cómo podía empoderarse el actuar del delegado?, para que pueda realizar de manera efectiva su gestión ya que es el sujeto base del sistema.
Daniel Rafuls Pineda: Hay un reconocimiento real de otorgar más poder a los delegados y que la gente encuentre mejores mecanismos de participación, el escenario está creado, el problema es cómo nosotros logramos hacer esto. Hay una voluntad a partir del VI y el VII Congresos del Partido de llevar a las extremas bases la posibilidad de darle solución a mucho de los problemas a partir de la asignación de recursos, que tiene que ver con las nuevas formas aprobadas en leyes sobre los impuestos a las localidades, a los trabajadores por cuenta propia. Se puede tener una política social amplia a nivel de Estado, pero las mejores políticas sociales se realizan en la base. Y en la medida que la gente sienta mayor posibilidad de disponer de los recursos locales, de decidir a dónde dirigir los recursos, qué problema solucionar con la participación activa de la gente será mucho más efectiva su gestión, eso es esencial. Hay problemas que no requieren el dinero de la gente ni el apoyo material, pero que dependen mucho de la voluntad genuina de la gente de colaborar. En la medida que la población se sienta más representada, con mayor solución a sus problemas, con mayores garantías de defender sus propias demandas, se va a sentir más identificada.
El Artículo 63 de la Constitución de la República dice entre otras cosas “que todo ciudadano tiene derecho a quejarse y en correspondencia con ello las instituciones a responderle”, pero también en correspondencia con la ley y esa ley no existe. La gente necesita que cuando va a una asamblea y emite una queja que pueda dársele solución o tramitarse a través del delegado,  pero que tenga otras instituciones donde pueda asistir y buscar la manera de satisfacer sus problemas. Estas son problemáticas puntuales, que en la medida que se vayan resolviendo la gente se va a sentir más identificada con el sistema político y va a colaborar más, y por consiguiente va a rechazar más otras múltiples propuestas que bien intencionadas, mal intencionadas, sin conocimientos de las consecuencias posiblemente atenten sobre la proyección y el fundamento del SPC. Creo que eso es importante reconocerlo, es una manera más de garantizar la participación de la gente en el proceso de toma de decisión.

Consagrar jurídicamente los derechos y deberes del pueblo

Daniel Rafuls Pineda y José Luis Toledo Santander durante la grabación del podcast de Cubadebate. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.
Daniel Rafuls Pineda y José Luis Toledo Santander durante la grabación del podcast de Cubadebate. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.
No puedo dejar de hacerles una pregunta que es protagonista de muchas polémicas y está en la opinión pública, ¿No es una contradicción que existan más Decretos Leyes que Leyes en sí?
José Luis Toledo Santander: Contradicción no es. El Consejo de Estado es un órgano de la Asamblea, el Consejo de Estado no es un órgano independiente, es un órgano que la Asamblea crea de su seno, de sus integrantes, para que la represente en los períodos que ella no está sesionando. Este órgano tiene un grupo de atribuciones dadas por la Constitución, y entra ellas, tiene la facultad legislativa. Es cierto que muchas normas pudieran ser Leyes no Decretos Leyes. Ahí juegan dos elementos fundamentales, primero es un tema que estamos en constante discusión sobre lo que debe ser ley y no llevarse a decreto ley. El otro es la legislación de urgencia, es decir, estamos urgidos de sacar una legislación rápida porque nos preocupa un tema, tenemos necesidad de implementarlo y no vamos a esperar al momento del Período Ordinario de Sesión y lo sacamos como Decreto Ley. Ese es un tema que ocasiona esta problemática y el otro tema, que lo genera es una apreciación a mi modo de vista no acertada del fenómeno, que como es una situación con carácter transitorial, decimos vamos a ver cómo funciona para después arreglarla y mejorarla, mejor entonces un Decreto Ley que se modifica más fácil que una Ley, yo no coincido con esa apreciación, pero es un criterio que también prevalece y que está presente en esa proliferación de Decretos Leyes más que de Leyes.
Daniel Rafuls Pineda: Este tema tiene que ser perfeccionado, no puede ser que hasta el año 2013 se hubieran emitido, desde que existe la ANPP alrededor de 320 Decretos Leyes y que solamente a nivel de Asamblea se hayan producido alrededor de 110 Leyes.  Esto tiene su origen en una Asamblea que se hizo en diciembre del año 1979, empezando a fortalecerse el sistema del poder popular en Cuba y con una cantidad de leyes pendientes, cosas pendientes de más de 17 años, porque no había un sistema de gobierno así establecido, ordenado de esa manera y lógicamente había que ponderar a los representantes de la máxima instancia de la dirección del país a recuperar toda una serie de mecanismos y de leyes que estaban pendiente.
Pero en la práctica tiene que ver con algo que Toledo reconocía, con el tiempo que se dedica primero a la agenda de lo que se va a discutir en la Asamblea y después con el tiempo que se dedica para discutir las diferentes temáticas. Además, le veo relación con que tenga mayor preponderancia el papel de los diputados en el plenario de la Asamblea para aprobar leyes que 31 personas, aunque sea la institución que funciona entre período y período de sesión de la Asamblea Nacional de Poder Popular. Por consiguiente, si hubiera más tiempo en el período, no más de dos convocatorias, sino más tiempo de discusiones, posiblemente hubiera mejores condiciones para que las demandas de la población cubana, que exige soluciones a través de leyes se discutiera a nivel de Asamblea. Son temas importantes que deben ser perfeccionados y que la gente lo reclama, porque me parece hasta lógico que la gente lo perciba de esa manera.
Este es un tema complejo que lleva un análisis en profundidad, por lo que es también lógico que nos queden hoy muchos temas pendientes, pero ya estamos en los minutos finales. Me gustaría que a modo de resumen expongan los principales retos que le ven al perfeccionamiento del SPC.
José Luis Toledo Santander: Eso requiere de un análisis profundo, detallado, como se está haciendo. La Asamblea viene trabajando en un proceso que se ha dado en llamar Proceso de Perfeccionamiento de los Órganos del Poder Popular, que ha venido agendando un grupo de temas como aquí lo hemos visto que necesariamente tienen que ser tomados en el perfeccionamiento del SPC y del funcionamiento de las instituciones, que integran el SPC, porque también no todo tiene que ser cambiado.
Daniel Rafuls Pineda: Claro.
José Luis Toledo Santander: Lo que hay que hacer es darle la funcionalidad que llevan las cosas, porque si usted coge la Constitución verá que ahí está muy bien delimitada las atribuciones de cada Órgano. Quizás lo que haya que hacer es darle más funcionalidad y más aplicación a esas atribuciones constitucionales, yo creo que los temas están bien identificados y se trabaja constantemente en esa situación. El momento, como se ha dicho, va a llegar y no va a ser un proceso que se va a realizar en urna cerrada, como algunos han pretendido decir, no se van a trancar a cuatro sabios o gurús de la tribu a arreglar el tema, va a ser un proceso, como siempre ha acostumbrado la Revolución, que tendrá la suficiente consulta, análisis y decisión del pueblo para tomar las decisiones que mejor nos corresponda.
Daniel Rafuls Pineda: Yo lo resumiría en tres ideas principales. Primero, sobrevivir a los embates de los intentos de la derecha que, dentro y fuera del país, de manera sutil o de manera abierta quieren desmontar el SPC.
Segundo, sobrevivir a los embates de la gente nuestra, que se proyecta que no quiere cambios de ningún tipo, que considera que todas las cuestiones fundamentales nuestras vinculadas a la Constitución, al sistema de leyes parlamentarias que ejecutan están básicamente bien y que no debe ser cambiando absolutamente nada, ese es un reto importante. Tenemos que sobrevivir a eso, porque tiene que llegar el momento que haya una compresión, es necesario que la gente entienda completamente que hay un proceso de convocatoria a nivel nacional donde deben crearse cada vez más los mecanismos, los espacios para que la gente discuta, dé su punto de vista, se equivoque. Debe haber flexibilidad en la gente que considera que pocas cosas deben ser cambiadas.
Tercero, para mí el reto más grande, que tiene posiblemente la trascendencia más grande que es con el fin de garantizar la unidad del pueblo en función del proyecto político. Y es que el pueblo cubano debe conservar la confianza en el proyecto político cubano, en nuestro liderazgo, en la voluntad de que los problemas nuestros tenemos que resolverlo con las discusiones internas, no mirando para afuera, esperando que nos den recomendaciones. Porque los problemas cubanos son de los cubanos.
(Transcripción: Dayana Lourdes Puertas Delgado)
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Conversamos con

José Luis Toledo Santander, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos, durante la grabación del podcast de Cubadebate. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.
Dr. José Luis Toledo Santander, diputado y presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la ANPP. Fue Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, Vicefiscal General de la República y Presidente del Consejo Editorial de la Revista Cubana de Derecho.
Daniel Rafuls Pineda durante la grabación del podcast de Cubadebate. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.
Daniel Rafuls Pineda, Doctor en Ciencias Políticas, profesor de Teoría Sociopolítica de la Universidad de la Habana. Fue diputado de la Asamblea Nacional del Poder Popular desde 2008 hasta 2013 y delegado de circunscripción durante casi 8 años.

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Daniel Rafuls Pineda y José Luis Toledo Santander durante la grabación del podcast de Cubadebate. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.
Daniel Rafuls Pineda y José Luis Toledo Santander durante la grabación del podcast de Cubadebate. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.

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