Tomado de YADIRA ESCOBAR ON MAY 20TH, 2016
Esta casa está exactamente a un kilómetro de los estudios de un canal de TV en Miami aficionado a poner fotos de casas pobres en Cuba. A que nunca lo van a ver filmado–y por lo tanto, nunca llegará al paquete semanal.
Aunque cada noche la televisión privada y derechista nos cuenta cuán dura es la vida en Cuba o Venezuela, poca cosa nos dice sobre la miseria local. Los ancianos recogiendo alimentos en mal estado de las basuras, las madres con niños pequeños durmiendo dentro de sus autos por no poder pagarse un techo, las jóvenes desempleadas prostituyéndose masivamente en Hialeah o los cazadores hambrientos de patos y palomas que duermen al lado de los canales de okechobee, etc. no ayudan a la hora de convencernos de que en Cuba se debe imponer este modelo social. Si Estados Unidos padece estos serios males siendo una superpotencia mundial, ¿qué será de una isla con limitados recursos?
Los opositores cubanos que proponen de forma egoísta un cambio de régimen para darle bienestar y felicidad a la familia cubana prometen falsedades; castillos en el aire, porque este modelo no es imitable. Es mentir de forma vulgar al ignorar (porque todos son bastante mayorcitos para excusarse ignorantes a estas alturas) las realidades económicas. ¿Será posible que realmente ni se toman el trabajo de estudiar como el enorme endeudamiento de la economía norteamericana? El Estado intervino en el mercado y salvó incluso a banqueros de la bancarrota, pero abandonó a su suerte a los empresarios pequeños. Los grupos económicos penetrando la política por todas partes mediante el uso instrumental del bipartidismo no pudieron ni quisieron evitar estas faltas a las reglas del juego.
No es buena costumbre salir con una cámara a retratar personas que sufren marginación o que mendigan en las calles, porque esas personas merecen respeto y mostrar sus rostros daña su dignidad. Hoy mismo he podido ver un vídeo hecho en Cuba por los desagradables de Cubanet, donde entrevistaron a cubanos para hacerles quedar mal delante de las cámaras preguntándoles sobre el significado del 20 de mayo para la República. Sigo pensando que hacer quedar mal a civiles sin cargos públicos es un truco sucio que trata de rebajar la dignidad nacional para justificar injerencias. El mensaje siempre es el mismo: “Los cubanos son incapaces de tener gobierno propio”. ¿Cómo van a tener gobierno si ni siquiera dominan su historia? (es el mensaje que se envía)) Vigilen a esos medios y verán que siempre se cumple esa secreta línea editorial. Cuando lo descubran por si solos, ya se recordaran de lo que les dije. Todo esto mientras los baches en Miami y otros tipos de males menos fotografiables siguen muertos de la risa bajo el sol, por supuesto.
Los mismos medios privados que evitan fotografiar la miseria local patrocinan a cubanos de la isla aficionados a fotografiar baches y paredes despintadas, y no es raro que alguno que otro consiga un empleo en esos medios luego de haber cometido la infamia de desprestigiar a su propia nación.
Los más retóricos de los opositores cubanos no hablan de cosas materiales, sino de “libertad”. No entienden que eso era cosa de los años 80, de la guerra fría, que ahora todos somos menos libres aunque casi todos podamos tirar fotos con los teléfonos móviles para sentirnos empoderados. Unos a otros podemos ayudar al “Hermano Mayor” con tantas redes vigiladas y tantas fotos que invaden la privacidad del prójimo. Ya no tenemos secretos para la élite que nos observa, así que la palabra libertad ya tiene otro sentido.
Me gusta imaginarme a Cuba como una gran familia. Todos solidarios, sin explotarnos unos a los otros, ni recostarnos al trabajo de los demás, sin robarnos ni mentirnos. Será difícil lograr ese sueño, lo sé, y ni siquiera me gusta ponerle nombres ideológicos, porque depende sobre todo de amor y moral. Sin embargo, por muy utópica que sea mi aspiración, ante la otra opción de “salvase quien pueda” y de “libertad” para el que tenga dinero, prefiero insistir en el sentido comunitario y nacionalista como remedio.
Son miles los niños que pasan hambre en la Florida, pero también jóvenes desempleados, ancianos y personas enfermas. La comida saludable es impagable para muchas familias que ponen gran parte de sus salarios en el pago del alquiler, pero incluso la comida menos saludable ha subido de precio, ¡cosas del mercado! Y mientras tanto una oposición oportunista que insinúa que si te rindes a ellos caerán los jamones del cielo en paracaídas lanzados por invisibles amigos…¡come on! ¿y por que no caen en Hialeah donde hay niños con hambre?
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