Entrevista dada por Roberto Veiga, al redactor Bernd Pickert del periódico berlinés TAZ en enero del 2013. Traducida del alemán por Justo Cruz
Periodista cubano sobre las reformas
“Así no se puede hacer política”… “Los comunistas no comprenden el país”, dice el editor cubano Roberto Veiga que aboga por una política de no confrontación hacia Estados Unidos.
Bernd Pickert pregunta: Señor Veiga, hace poco salió la nueva ley sobre emigración y libertad para viajar y cada vez son más los que quieren abandonar a Cuba. Qué respondería usted si alguien le pregunta: Roberto me quedo o me voy?
Roberto Veiga responde: En Cuba no tenemos nada. Sobre todo los jóvenes no tienen ninguna motivación material para quedarse. No tienen posibilidad de trabajar en la construcción de la sociedad. No tienen ninguna posibilidad de cambiar nada. Se encuentran extraños en esta realidad donde viven y por eso escapan allí donde pueden ser más activos. También mis hijos quieren abandonar el país porque quieren vivir su vida. Pero no puedo obligar a ningún cubano a quedarse en el país.
Bernd Pickert pregunta: Desde que Raúl Castro llegó al poder está hablando de reformas. ¿Qué ha logrado realmente?
Roberto Veiga responde: Él comenzó un debate con el pueblo, pero de arriba hacia abajo. Un debate entre el poder y el pueblo, no en el seno del pueblo cubano. Pero fue algo más que nada. Hasta ese momento no había existido en Cuba ese tipo de debate. En el Congreso del Partido en el 2011 se acordaron lineamientos económicos hasta cierto punto positivos. Pero ellos dejan una marco muy amplio para la interpretación en lo que respecta al futuro de la economía cubana. El Gobierno ha hecho una interpretación muy mínima de los mismos, y por eso solo se han implementado en el sector de los servicios y la pequeña empresa.
Pero así no se desarrollará el país jamás.
Bernd Pickert pregunta: ¿Puede el Partido Comunista lograr algo?
Roberto Veiga responde: Había mucha esperanza por lo que pasaría en el último Congreso del Partido (2011), pero lo que sucedió fue muy diferente. El PCC se presentó como el partido de vanguardia y estuvo muy lejos de querer establecer un diálogo con el pueblo, buscando la confianza del pueblo pero sin hablar con él. Así no se puede hacer política en una Cuba del siglo XXI. La frustración sigue dominando.
Bernd Pickert pregunta: ¿Significa que el Gobierno cubano trata de evitar cualquier cambio rápido, teniendo en cuenta la experiencia de la caída del socialismo en la Europa del Este? Muchos creyeron que con la salida de Fidel Castro llegaría el momento del cambio.
Roberto Veiga responde: La experiencia del la Europa del Este, donde los antiguos partidos de los diferentes gobiernos lo perdieron todo, ocasionó mucho miedo a los dirigentes del país. Pero ya están en camino de perder el poder. No entienden el país que ellos dirigen. Si siguen así lo perderán todo. Hubiera sido mejor haber comenzado a tiempo con las reformas en ves de correr el riesgo de perderse como fuerza política. Tienen un partido muy gastado y un sistema político basado en un partido único también muy desgastado. El maldito deseo de tenerlo todo y controlarlo todo los está llevando a un desastre de históricas consecuencias.
Bernd Pickert pregunta:¿Si el Partido Comunista no puede, y no existen partidos opositores o medios masivos opositores, porque están prohibidos, quién puede dirigir un cambio organizado que no termine en un caos?
Roberto Veiga responde: Desgraciadamente no hay nadie. Si todo continúa como hasta ahora, después de Raúl Castro, la tecnocracia irá ocupando el mando paulatinamente. Entonces sería la burocracia la que dirigiría el país pero sin criterio político, solo desde las perspectiva administrativa y financiera. Eso podría dar un poco más de libertad, pero seguirá destruyendo al país
Bernd Pickert pregunta:¿Que papel juegan los cubanos en el extranjero?
Roberto Veiga responde: La integración con los cubanos de la diáspora es muy importante para la unión y la armonía en la sociedad cubana. Pero desgraciadamente la nueva Ley de Emigración tampoco crea condiciones para que los cubanos residentes en el exterior puedan integrarse en la sociedad cubana. Esa integración debe llevarse a cabo porque ellos también son cubanos, son nuestros hermanos. Ellos sufren el hecho de estar tan lejos. Es muy importante también que puedan invertir en la isla.
Bernd Pickert pregunta: En casi todo el mundo hay personas que admiran a Fidel Castro y al modelo cubano y ven en ellos un bastión en la lucha contra el el Imperialismo Norteamericano. ¿Qué le dice usted a estas personas?
Roberto Veiga responde: Estados Unidos se creen los dueños del mundo. Lo quieren dirigir y controlar todo. Manifestarse en contra de ellos es legítimo, y el Gobierno cubano lo ha hecho así. Pero esa resistencia no puede ser a costa del bienestar del pueblo cubano. Cuba no se podrá desarrollar sin una estrecha relación con Estados Unidos. No será posible. Desde finales del siglo XVIII existen relaciones culturales entre Cuba y Estados Unidos, hoy muchos de nuestros familiares son ciudadanos estadounidenses. Estados Unidos y Cuba son socios de negocios por naturaleza y podrían seguirlo siendo en el futuro si Cuba quiere seguir desarrollándose. No podemos sacrificar la dignidad de los cubanos a favor de una política de confrontación con Estados Unidos.
Bernd Pickert pregunta:¿En su campaña electoral Obama manifestó querer seguir una nueva política hacia Cuba. Pero hasta ahora nada ha pasado. ¿Cree usted que el Bloqueo contribuye a estabilizar o a desestabilizar el Gobierno cubano?
Roberto Veiga responde: Yo estoy seguro que Raúl Castro ve al bloqueo como un mal que no le permite desenvolverse como quisiera. Pero al mismo tiempo en algunos círculos políticos existe el criterio de que levantamiento del bloqueo contribuiría a una desestabilización del Gobierno porque ya no tendrían más el argumento de no poder abrirse política, social y económicamente.
Bernd Pickert pregunta: La Unión Europea desde hace algunos años también ha impuesto sanciones a Cuba. ¿Qué le aconsejaría usted a la UE?
Roberto Veiga responde: La UE no debe actuar como Juez sobre Cuba, sino como amigo. Yo entiendo que el Gobierno cubano a veces toma decisiones lamentables. Pero yo no creo que las sanciones ayuden a algo. Las sanciones no permiten que se establezca un diálogo, y eso no ayuda a nadie.
Bernd Pickert comenta: Al parecer se están desarrollando buenas relaciones entre el Gobierno y la iglesia.
Roberto Veiga responde: Después del triunfo de la Revolución la iglesia se posicionó contra el Gobierno. La mayoría de los que guiaron a la contrarrevolución venían de la iglesia o fueron apoyados por la iglesia y eran los que decidían qué posiciones debería asumir la misma. Más tarde la iglesia comprendió que los conflictos y la confrontación no eran la solución. Ella tenía que formar parte de la sociedad y estar al lado del pueblo. Esa posición intranquilizó al Gobierno y volvieron las confrontaciones. Pero la iglesia no tiene intereses secretos y en los últimos años del Pontificado del Papa Johannes Paul II comenzó un proceso de mutua confianza. Este proceso comenzó muy bien con Fidel Castro, pero con Raúl Castro se ha logrado un salto cuantitativo que ha traído consigo un dialogo serio y abierto con la iglesia.
Bernd Pickert comenta: En otros países de Latinoamérica la iglesia juega un papel en la protección de los Derechos Humanos. En Cuba no lo veo así.
Roberto Veiga responde: La iglesia interviene a menudo para que el Gobierno trate mejor a la oposición, que los libere. Algunos de ellos han sido puestos en libertad gracias a la mediación de la iglesia, sin que ellos mismos lo sepan. La iglesia trabaja en silencio y habla con el Gobierno. Para algunos esto es traición, pero esa es la única alternativa.
Justo Cruz es Coordinador del Grupo de Trabajo en el Partido “La Izquierda” (Die Linke) de Alemania “Cuba Sí”.
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