jueves, 30 de junio de 2016

SHHHH!

Por Eduardo del Llano


Cuando era joven y estaban mis padres, a cada rato empezaba en voz alta la frase El problema es que el gobierno… o El comunismo lo que tiene es que… y enseguida mi padre freía huevos y mi mamá me decía muchacho, cállate, que te pueden oír. Yo lo hacía para joder, para provocar; ella ni siquiera sabía lo que venía a continuación, pero estaba convencida de que sólo podría acarrearme complicaciones. Es más, no importaba si la frase seguía o no, si el cierre era crítico o laudatorio: del gobierno y del comunismo no se hablaba, y punto.


Uno de tantos chistes brillantes del gran Álvarez Guedes era aquel del americano y el cubano que hablan de sus libertades civiles: el norteño afirma orgulloso que puede ir a ver a James Carter –bueno, es un chiste viejo-, pararse delante de James Carter y decirle a James Carter todo lo que a él le dé la gana decir de James Carter. Pues yo puedo ir a ver a Fidel Castro, replica el cubano, pararme delante de Fidel Castro y decirle a Fidel Castro todo lo que a mí me dé la gana de… James Carter. Uno lo escuchaba en el Pre o la Universidad y se reía, pero era una risa extraña, porque aquel chiste iba más allá de los taxis y las croquetas, más allá incluso del funcionario corrupto. Uno se daba cuenta entoncesde que lo estaba oyendo en una copia de décima generación en un cassette resobado, bajito y con un grupo de socios haciendo pantalla…


En Adorables mentiras, de Chijona, el personaje de Nancy –interpretado por Mirta Ibarra– pone música cuando va a tratar un tema escabroso, y comenta Esto me lo enseñó uno de la Seguridad. En La otra orilla, refiriéndose a la mitad  de la familia que había emigrado, Frank Delgado canta que Había que hablar de ellos en voz baja, a veces con un tono de desprecio. Como los peces, precisa Carlos Varela. En tales casos y otros muchos el silencio, todo lo más el susurro para evitar que te escucharan. Podías poner salsa a todo volumen o tener una bronca con un vecino, pero los temas políticos, los criterios heréticos no debían rebasar el rango de murmullos. Es más, si veías a dos o más cubanos hablando bajito y mirando de reojo, podías apostar acerca del espectro de la conversación.


Carecemos de experiencia en faenas de diálogo, en hablar según el timbre de cada uno. Eso se cimentó durante décadas, y se nota, por ejemplo, cuando un periodista extranjero enfoca su cámara hacia un cubano: éste se siente incómodo antes de haber abierto la boca, porque una voz interior le advierte que lo que diga es irrelevante, que el verdadero crimen estriba simplemente en aceptar el reto, en asumir que uno tiene una opinión y derecho a expresarla. Conminados, los más se muestran radicales en su adhesión al gobierno y empiezan a repetir giros y frases de la retórica oficial, se ponen enérgicos asumiendo que ese es el único modo posible de hablar de política, virilizan el tono hasta hacerse irreconocibles, en tanto el que se atreve a mostrar su desacuerdo descubre que no encuentra las palabras, que tiene que calcular el alcance de cada una, y aunque se deja llevar por la embriaguez de la transgresión, el lado prudente de su ego chilla adentro ehhhh, te volviste loco… A los que consiguen expresar un pensamiento coherente y crítico, los demás los miran como se mira a quien acaba de descubrir una manchita rara en su radiografía.


 Durante mucho tiempo eso fue normal. Va cambiando, pero todavía es normal para mucha gente. Está insertado en nosotros, y es tan difícil de remover como el impulso de acaparar cualquier mercancía disponible, porque se acaba. No son pocos en la calle y en diferentes instancias del gobierno los que dan por sentado que las cosas tienen que ser así y después de algún bandazo volverán a serlo.


Tengo ganas de escuchar a muchos cubanos discutiendo de política como de pelota, al aire libre y a voz en cuello. De tener en cada parque una speakers’ corner como la de Hyde Park. De que los conocidos no se aparten del que disiente, y se atreve a decirlo, como si tuviera algo contagioso en la piel. Lo cierto es que la gente cada vez tiene menos miedo, o menos que perder, o da menos importancia a lo que perdería. Alguien me dijo que ahora el chiste es más o menos a la inversa: Caballeros, si van hablar bien del gobierno háganlo bajito, que miren cuánta gente hay aquí, se van a buscar un bateo

martes, 28 de junio de 2016

La última palabra


Por Juan Nicolás Padrón

Fuente CUBARTE


VII Congreso del Partido Comunista de Cuba.

 En una de las intervenciones del VII Congreso del Partido Comunista de Cuba se enfatizaba en una vieja enseñanza martiana que, en mi opinión, debería ser lema de las reuniones de cualquier gobierno: “Gobernar es prever”. Pero, ¿no se prevé porque no se quiere? No creo que siempre se quiera prever, pues seguramente habrá alguno que no lo haga porque no le conviene ―bien para acomodarse o porque esa carencia facilita la corrupción de la que se beneficia―, pero considero que, en sentido general, los dirigentes cubanos están dispuestos para las prevenciones, mas algunos no pueden hacerlo porque no saben, y es una verdad de Perogrullo afirmar que, si no saben, no pueden, por mucho que quieran. La falta de voluntad por propósitos oscuros puede existir, pero sobre todo, hay administradores y funcionarios que carecen de conocimientos y saberes, que no es lo mismo, pues el conocimiento entraña teorización, sistema y disciplina de información en correspondencia con lo aprendido en las escuelas a todos los niveles, pero los saberes comprenden habilidades y destrezas prácticas que incluyen el advertir indicaciones que llegan por las vías informales; a veces uno de los campos falta, o los dos: una capacitación integral será necesaria para estar preparados en las diversas circunstancias de nuestro acontecer. Creo que la principal causa de la falta de prevención es la ignorancia, o tener una cultura limitada, que implica no conocer o saber lo que se debía para el desempeño de un puesto o cargo, lo cual imposibilita prever con eficiencia o eficacia.


Una de las maneras de prever en Cuba al gobernar o administrar es conocer y saber lo suficiente para poder planificar y programar bien. No basta saber sobre técnicas de planificación, han de conocerse todos los elementos necesarios, y especialmente los inconvenientes en el escenario nacional ―recordemos que en la Isla, muchos materiales y equipamientos para producir y cumplir metas y producciones, entran por barco, bajo circunstancias anormales de bloqueo comercial y financiero―, para trazar todos los pasos con exactitud hasta la consecución del objetivo final. Durante mi vida laboral tuve que asistir a interminables y complejas reuniones para planificar y programar, lo mismo planes editoriales y de publicación, que programaciones de ferias internacionales del libro. Pasé un 31 de diciembre hasta muy tarde discutiendo con un asesor soviético la planificación del papel que consumían nuestros libros. Me da vértigo todavía recordar aquellas reuniones que se prolongaban de un día para otro, y en este caso, pospuestas para el año siguiente, pues dicho especialista, por cierto, bien calificado ―me volví a encontrar con él en Moscú, y allí era muy respetado―, traía conceptos preconcebidos de la URSS que no funcionaban en el trópico, y algunos de nuestros acomodados burócratas, que intentaban una estricta planificación para 20 años ―un futuro que no podía modelar ni el mismísimo Dios―, le daban la razón a todo cuanto decía. Entre otras cosas, se olvidaban las imprescindibles relaciones de un sector con otro, la coherencia y cohesión necesarias en cualquier cadena de producción o servicios. Un ejemplo: si no se entrega en el tiempo planificado papel para la producción libros, por supuesto, en la feria se incumplirá la programación de títulos, y esto tiene otras consecuencias... Lo más acostumbrado ha sido continuar con las cifras del año anterior, y seguir con los mecanismos de financiamiento de toda una vida, aunque hayan fracasado rotundamente, porque lo nuevo, diferente o inesperado, causa siempre incomprensión.


Lo nuevo, diferente o inesperado es riesgoso, y hasta peligroso, para cualquier estabilidad; sobre todo para el que conoce o sabe mucho sobre un tema establecido a partir de una experiencia determinada, y no tiene una perspectiva cultural abierta para otra situación. Resulta difícil romper esa tensión y entender que conocimientos y saberes se condicionan a ciertos referentes, se integran a determinados contextos y necesariamente cambian ante nuevas circunstancias. Cuesta mucho trabajo modificar las prácticas implementadas e instaladas, frente a lo que surge como nuevo; no se admite con facilidad que se cambie una idea por otra diferente ―aunque se evidencie y confirme, año tras año, que algunas de estas ideas no solo fracasaron, sino que ya están sepultadas―; se hace resistencia aceptar lo inesperado, readaptarse a ello, y casi imposible, revalorizar prácticas cotidianas a situaciones inéditas. Los humanos necesitamos tiempo para las adaptaciones, y más para las revalorizaciones ―los oportunistas lo logran con mucha rapidez y a los burócratas hay que darles una orden―, frente a eventos que, a muchos años de haber ocurrido, todavía no se logran concientizar. La recepción de lo nuevo puede ser conservadora, y hay casos en que, sin desearlo, se forma parte de la derecha. Le tenemos tanta fe al conocimiento acumulado por las vías formales y a lo que hemos hecho siempre igual, que sentimos como irresponsable quitar un velo a lo cubierto; de-velar es tarea ardua porque seguimos aferrados a ver ese manto. El objeto lo vemos de la misma manera aunque haya cambiado, quizás porque a nuestros conocimientos no se han incorporado las funciones adaptativas de asimilación para reaccionar y no paralizarnos frente a lo nuevo, lo diferente y lo inesperado.


No es extraño que algunas creencias, y sus respectivos lenguajes, estén muy apegadas a la ignorancia, por están basadas en la tradición, que no hace preguntas. Tampoco resulta raro que se potencie el desconocimiento en sistemas muy jerárquicos que cumplen estrictamente órdenes, sin indagar causas. Cuando un funcionario o grupo de ellos ejerce la mala censura con el pretexto de que el “pueblo”, o algún sujeto determinado, no están preparados para recibir una información, se provoca una desinformación intencionada, no pocas veces facilitadora del ejercicio cómodo del poder, y a veces de la corrupción. Creencia sin convicción, jerarquía sin indagación y censura sin fundamentos, son obstáculos para el desarrollo cultural y social, pero también para el económico y laboral, gubernamental y político. Hay que ampliar los conocimientos, explicar sin cansarse, conversar sin satanizar, persuadir y ser persuadido, y rectificar o luchar por modificar orientaciones cuando hay razones de mayor peso que se oponen a ellas, porque nadie es genio, por muchas responsabilidades que tenga; darse cuenta de eso debe ser obligación de cualquiera que desempeñe un cargo público, y aún más, de los políticos. Y aunque la ignorancia ha retrocedido ante el avance de los sistemas digitalizados y de la informatización de la sociedad, pues ahora resulta casi imposible ocultar algo, la verdadera emancipación se logrará cuando conscientemente seamos más audaces, más transparentes, para ser más de izquierda; y no estoy manejando solamente “izquierda” como término político, sino como concepto revolucionario, que se debería corresponder con una manera de ejercer la administración, y sobre todo, de construir una política revolucionaria.


La falta de comprensión del conocimiento y saber ajenos, genera fanatismo, racismo, homofobia, sexismo, xenofobia, exclusión, triunfalismo y autosuficiencia. Esa ignorancia, en términos de política doméstica, puede propagar mayor incomprensión e injusticia social, pero a nivel de la política mundial, junto a creer que hay “valores culturales universales” ―que son los establecidos por los países ricos de occidente―, colabora a engendrar pretextos de intervención y hace peligrar la paz y la estabilidad del planeta. Lo que se ejerce en política exterior, debe ser coherente con lo realizado en política interna. El ser humano persigue desesperadamente lo que ignora, y lo busca, por lo que hay que aprender a desaprender y admitir con humildad que no sabemos muchas cosas; solo desde esa disposición es posible convivir con otros entendimientos, aunque no se acompañen. Percibir, interpretar y comprender no quiere decir afiliarse, compartir y colaborar: uno puede entender y no afirmar, porque hay una zona del conocimiento que tiene que ver con los criterios y las opiniones basadas en valores aceptados. Lo que es evidente para una persona no alcanza un nivel de confirmación para otra. Y, además, se puede conocer y saber mucho, pero si no hay un proceso eficaz para trasmitir informaciones y ser diestro en la política de comunicación, nuestros conocimientos y saberes quedan limitados solamente a los convencidos de ellos. Quizás por estas razones, en todas las comisiones del VII Congreso del Partido Comunista de Cuba, se recomendó desarrollar un proceso de estudio de sus documentos, propiciar el debate de toda la población ―y no solo de los militantes― y facilitar un proceso de consulta genuinamente democrático. La cultura ―incluida la política― del pueblo cubano, que siempre ha sido escudo y espada de la nación, es la única garantía de la certeza de los acuerdos del Congreso, porque el pueblo es el verdadero sujeto activo e histórico de todos los cambios. No puede haber “secretismos” y los procesos se tienen que desarrollar con plena transparencia, confianza y capacidad para escuchar y cambiar lo que tenga que ser cambiado, porque antes, ahora y siempre el pueblo debe tener la última palabra.


 

lunes, 27 de junio de 2016

Completando la “experiencia asistiendo a algunas sociedades entransición” de la Fundación Fiedrich Ebert


La información publicada por los organizadores permite conocer que el primer panel del evento sobre “Cuba y sus desafíos actuales” realizado por Cuba Posible en  la sede neoyorkina de la Open Society Foundation del multimillonario Gorge Soros estuvo moderado por el Señor Uwe Optenhogel, director de la Oficina de la Fundación Friedrich Ebert en Bruselas, quien hizo las preguntas a los panelistas, otorgó la palabra y también opinó, destacando, y ofreciendo para Cuba, su “experiencia asistiendo a algunas sociedades en transición”  según su propia expresión. 

A la izquierda Uwe Optenhogel, director de la Oficina de la Fundación Friedrich Ebert en Bruselas, moderando el primer panel del evento de Cuba Posible en la sede neoyorkina de la Open Society de George Soros.

Aunque el Señor Optenhogel con esas palabras se refería explícitamente a la “asistencia” de su organización en las transiciones al capitalismo de los países de Europa del Este -que como ha documentado la académica británica Emily Morris no se pueden calificar de exitosas y mucho menos ejemplares para Cuba-, no mencionó el papel de la Fundación Friedrich Ebert en “algunas sociedades en transición” sobre el que el ex agente de la CIA Philip Agee declaró en marzo de 1987 en una entrevista a la revistaZona Cero, citada por Alfredo Grimaldos en la página 150 de su libro de 2006 La CIA en España y publicado en Cuba en 2007:

“Dentro del Programa Democracia, elaborado por la Agencia, se cuida con especial atención a las fundaciones de los partidos políticos alemanes, principalmente a la Friedrich Ebert Stiftung, del Partido Socialdemócrata, y la Konrad Adenauer Stiftung, de los democristianos. Estas fundaciones habían sido establecidas por los partidos alemanes en los años cincuenta y se utilizaron para canalizar el dinero de la CIA hacia esas organizaciones, como parte de las operaciones de ‘construcción de la democracia’, tras la Segunda Guerra Mundial. Después, en los sesenta, las fundaciones alemanas empezaron a apoyar a los partidos hermanos y a otras organizaciones en el exterior y crearon nuevos canales para el dinero de la CIA. Hacia 1980, las fundaciones alemanas tienen programas en funcionamiento en unos sesenta países y están gastando cerca de 150 millones de dólares. Operan en un secreto casi total… Las operaciones de la Friedrich Ebert Stiftung (Fundación), del SPD, fascina a los norteamericanos, especialmente sus programas de formación y las subvenciones que hicieron llegar a los socialdemócratas de Grecia, España y Portugal, poco antes de que cayeran las dictaduras en esos países e inmediatamente después… En Portugal, por ejemplo, cuando el régimen de Salazar, que había durado cincuenta años, fue derrocado en 1974, el Partido Socialista completo apenas habría bastado para una partida de póker y se localizaba en París, sin seguidores en Portugal. Pero con más de 10 millones de dólares de la Ebert Stiftung, y algunas otras remesas de la CIA, el Partido Socialista Portugués creció rápidamente y en poco tiempo se convirtió en el partido gobernante.”

En la página 152 de su libro Alfredo Grimaldos cita a Justo de la Cueva, miembro de la comisión mixta de reunificación del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en Madrid y proveniente del sector histórico del PSOE, que “deja desalentado la militancia” en 1979 declarando a la revista Tricolor:

“el PSOE va donde diga la CIA a través de Willy Brandt. Hasta en el propio Bundestag alemán se acaba de denunciar que la Fundación Friedrich Ebert del SPD recibe dinero directamente de la CIA”

Un artículo de Agee publicado en el número de verano-otoño de 2003 de Socialism and Democracy titulado “Terrorism and Civil Society as Instruments of U.S. Policy in Cuba”, y traducido por el sitio La Haine dice:

“Los éxitos de los movimientos revolucionarios de Etiopía, Angola, Namibia, Zimbabue, Grenada, Nicaragua y otros países reunieron a veteranos de la guerra fría del Partido Demócrata y a “internacionalistas” del Partido Republicano en la creación, en 1979, de la American Political Foundation (APF). La fundación tenía por función estudiar la viabilidad de establecer una fundación legal financiada por el gobierno para subvencionar las operaciones en las sociedades civiles de otros países por intermedio de organizaciones no gubernamentales estadounidenses.

“En el seno de la APF se crearon cuatro grupos especializados –task forces— para llevar a cabo el estudio: uno de los demócratas, uno de los republicanos, uno de la Cámara de Comercio de EE UU y uno de la gran confederación sindical estadounidense AFL-CIO. El trabajo conjunto recibió el nombre de Democacy Program. Estos grupos consultaron una amplia serie de organizaciones nacionales y extranjeras, y las que más les llamaron la atención fueron las fundaciones de los principales partidos políticos de Alemania Occidental, financiadas con fondos públicos: la Fundación Friedrich Ebert, del Partido Socialdemócrata (SPD); y la Fundación Konrad Adenauer, del Partido Cristianodemócrata (CDU/CSU). Cuando se crearon estas fundaciones, en la década de 1950, su tarea consistía en construir una (…) sociedad civil basada en el modelo parlamentario occidental, a la vez que utilizar su fuerza para reprimir los movimientos políticos comunista y otros de izquierda.

“Desde muy pronto, la CIA canalizó fondos a través de estas fundaciones para las organizaciones y grupos no gubernamentales de Alemania. Luego, a partir de 1960 estas fundaciones comenzaron a apoyar a los partidos políticos y otras organizaciones afines de otros países, a la vez que canalizaban dinero de la CIA con este fin. En la década de 1980, estas dos organizaciones tenían programas en funcionamiento en cerca de 60 países y gastaban alrededor de 150 millones de dólares al año. Y lo que es más interesante, operaban en un secretismo casi total.

“Una de las operaciones desarrolladas por la Fundación Friedrich Ebert demuestra el alto grado de efectividad que pueden alcanzar. En 1974, después de 50 años en el poder, el régimen fascista de Portugal (país miembro de la OTAN) fue derrocado, y un puñado de oficiales militares comunistas y de izquierda se hicieron cargo del gobierno. En ese momento, el número de socialdemócratas portugueses, encuadrados en el Partido Socialista, a duras penas daba para formar un equipo de fútbol, y vivían todos en París sin ningún tipo de seguidores en Portugal. Gracias a no menos de diez millones de dólares provenientes de la Fundación Friedrich Ebert, además de otros fondos de la CIA, los socialdemócratas regresaron a Portugal, crearon un partido de la noche a la mañana, lo hicieron crecer como los hongos y en pocos años el Partido Socialista fue el partido gobernante en Portugal. La izquierda, en plena confusión, se vio relegada a un segundo plano.”

 Dicho sea todo.


A debate la Conceptualización del modelo cubano: ¿A cuál socialismo aspiramos? (+ Podcast )

Por: Rosa Miriam Elizalde



Silueta de un grupo de jóvenes reflejada a través de una bandera cubana gigante, antes del desfile del Primero de Mayo en la Plaza de la Revolución, en La Habana, Cuba, en el amanecer del domingo 1 de mayo de 2016. Foto: Ramón Espinosa/ AP








Rosa Miriam Elizalde: Bienvenidos a un nuevo podcast de Cubadebate para conversar acerca de la Conceptualización del Modelo económico y social cubano de desarrollo socialista, un proceso que tiene ya dimensión popular, pues el documento aprobado en elVII Congreso del Partido lo están discutiendo los comunistas cubanos y amplios sectores populares en todo el país, desde el pasado 20 de junio.


Contamos aquí, en los Estudios Balari de La Habana Vieja desde se produce este programa, con el doctor Miguel Limia David y Alfonso Regalado Granda, quienes integran la Comisión Permanente para la implementación y desarrollo de los Lineamientos, han participado en el proceso de elaboración del documento y lo conocen en profundidad. Ya que tenemos a dos voces autorizadas, quisiera iniciar este debate por la pregunta más elemental, aunque no necesariamente la menos importante: ¿qué es la Conceptualización?, ¿por qué le llamamos a este documento Conceptualización del Modelo?, ¿por qué ahora?


Miguel Limia David: ¿Qué es la Conceptualización?, es un documento que propone la base teórica, conceptual, del proceso de actualización del Modelo económico y social cubano de desarrollo socialista. Eso es la Conceptualización. Es decir, es un documento que a nadie debe aterrar su lectura por el rigor conceptual que pueda tener, porque está hecho precisamente para que se haga comprensible por todos. Aunque requiere más de un acceso, más de una lectura. Están numerados los párrafos a los efectos de facilitar la captación de las observaciones, pero no es porque cada una de las afirmaciones y tesis, de los párrafos, sea una afirmación independiente y suelta. Es necesario verlos como una totalidad.


Rosa Miriam Elizalde: Ha llamado mucho la atención la numeración de los párrafos, y algunos incluso han dicho que parece, más que un documento para la lectura, una especie de diccionario.


Miguel Limia David: No es una especie de diccionario. La numeración se ha hecho para facilitar el proceso de emisión de opiniones; pero todas las afirmaciones están concatenadas, entrelazadas entre sí, y no son ideas independientes, hay que tomarlas como una totalidad. Se ha utilizado la numeración para facilitar el debate, pero en la versión final que se apruebe, después de su enriquecimiento, esa numeración va a desaparecer.


Entonces retorno a la primera afirmación: es una propuesta de cómo se organizará el proceso de la vida económica y social del país para poder transitar del manejo de la crisis para sobrevivir, al manejo del desarrollo y del despegue económico, a fin de lograr una sociedad socialista sostenible, irreversible, participativa, de bienestar. Esa es la idea básica, es decir, la Conceptualización nos aporta la noción del ordenamiento institucional de la producción, la distribución, el cambio, el consumo, y su impacto, su relación con el conjunto de la vida de la sociedad, en función de estos objetivos estratégicos que acabo de decirte.


Alfonso Regalado Granda: La Conceptualización, tal como Limia explicaba, es un documento que por su naturaleza es sintético, es decir, no es posible desarrollar con amplitud los diferentes conceptos que contiene, esto lo haría inmanejable desde el punto de vista práctico, de ahí que surjan las interrogantes de por qué no se amplían determinados aspectos que están contenidos en el documento.


Rosa Miriam Elizalde: ¿Por qué?


Alfonso Regalado Granda: Para una mejor comprensión que ayude a su materialización. Se quería que fuera sintético.


Rosa Miriam Elizalde: ¿Cómo esa síntesis permitirá incorporar los procesos tan complejos que vive la sociedad cubana contemporánea?


Alfonso Regalado Granda: Por ejemplo, en las potencialidades, al final de la Introducción, se mencionan siete fortalezas, de las cuales seis están vinculadas con aspectos políticos esenciales para lograr el socialismo próspero y sostenible que nos proponemos.


Pero quisiera abundar un poquito en las fortalezas económicas, las potencialidades económicas; ahí se mencionan algunas de ellas, digamos, los servicios de salud en el país, el turismo, la energía renovable, pero hay otras que tienen tantas potencialidades como las que antes mencioné. Por ejemplo, la agroindustria azucarera, no vista desde el punto de vista de la producción azucarera solamente, sino como un potencial energético; además, la energía fotovoltaica, que por la ubicación geográfica de nuestro país tiene potencialidades superiores a las que se desarrollan en otras partes del mundo, produciendo una energía sostenible y más económica que la convencional ya en estos momentos.


El desarrollo tecnológico ha sido tal que en muy pocos años se ha reducido el costo de la generación de energía fotovoltaica, que está por debajo del costo de la energía por medios convencionales, ¿por qué no se ha desarrollado más?, porque ya las grandes inversiones están hechas y los países están explotando esas instalaciones que tienen, pero el nuevo desarrollo, digamos, en grandes economías como las de Estados Unidos, China, Alemania, los desarrollos están en la energía renovable y en particular en la fotovoltaica. Nosotros tenemos un treinta por ciento de radiación solar superior a Alemania, ya esa es una ventaja real para la energía, y es esencial porque todo el desarrollo demanda de energía, y energía barata.


La ubicación geográfica es otro aspecto no desarrollado. Estamos muy cercanos a grandes mercados internacionales como Canadá, Estados Unidos, y tenemos la potencialidad de poder producir en épocas del año diferentes a sus cosechas tradicionales, y podemos producir frutas, vegetales, hortalizas, que se pueden intercambiar en beneficio de ambas partes. Es decir, se producen aquí cuando el hemisferio norte está congelado.



Modelo y realidad de la sociedad cubana


Conversando con Miguel Limia David y Alfonso Regalado Granda. Foto: Cubadebate

Conversando con Miguel Limia David y Alfonso Regalado Granda en los Estudios Balari. Foto: Cubadebate




Rosa Miriam Elizalde: Se habla de las potencialidades económicas y obviamente no se pueden describir todas en un documento como este, porque como usted ha dicho lo haría inmanejable. Ahora bien, un Modelo es solo una representación de la realidad, no la realidad misma. ¿Qué tipo de Modelo es el que estamos representando aquí?


Miguel Limia David: Retomo el inicio de la pregunta. La Conceptualización aporta, desde el punto de vista teórico, de forma sintética, la pauta de ordenamiento de la producción, la distribución, el cambio y el consumo; la pauta de la interrelación de los actores económicos en ese proceso, así como del vínculo de toda la vida económica con la vida social en su conjunto. Es decir, proporciona una representación conceptual de la economía social –que llamaba Lenin en su época–, del conjunto de toda la vida económica de la sociedad; en consecuencia, la Conceptualización del Modelo nos aporta la regla de juego de la economía, no las formas y modos específicos en que esto ha de implementarse, porque para ello requiere de otras acciones, de otras políticas, de otras normas. Nos dice cómo se ordenará nuestra vida económica y social en el proceso de la construcción del socialismo bajo las condiciones de la etapa actual; por tanto, si es la regla de juego, esa regla de juego, esa pauta, tiene principios que son los de la continuidad de la construcción del socialismo, las conquistas históricas, el fruto esencial del desarrollo histórico de la Revolución cubana, que está en el fundamento de ese Modelo, de esa propuesta conceptual.


Ellos representan lo que continúa, la garantía de la permanencia histórica de la Revolución cubana, que se profundiza; en consecuencia, además de edificarse sobre principios, que están declarados en la Conceptualización de manera, como ha dicho Regalado, muy concreta y sintética, posee un contenido, una composición y una estructura, así como finalidades estratégicas a conseguir, para lograr una sociedad socialista desarrollada, de bienestar, sostenible. En este mismo sentido, encierra grandes transformaciones; es decir, nuevos fundamentos de la actividad económico-social del país, propios de la presente etapa histórica, y que instrumentan los principios. Estos nuevos fundamentos están concebidos para fortalecer los principios, para enriquecerlos, y hacerlos florecer en los momentos contemporáneos. Son las transformaciones que nos está proponiendo el Modelo. Todo, eso está contenido dentro de esta propuesta conceptual.



En qué tiempo este Modelo será una realidad


Rosa Miriam Elizalde: ¿Qué tiempo tiene este Modelo para ejecutarse? ¿Cuándo será algo concreto?


Miguel Limia David: El Modelo tiene que irse implementando paulatinamente, porque ostenta un alcance global en la sociedad, él refleja el modo en que debe ordenarse la economía nacional como resultado del proceso de implementación de los Lineamientos y de despliegue del plan de desarrollo económico y social hasta el 2030; por lo tanto, el Modelo está sujeto a un proceso de implementación progresiva.



Alfonso Regalado Granda. Foto: Cubadebate

Alfonso Regalado Granda. Foto: Cubadebate




Alfonso Regalado Granda: El documento de la Conceptualización está escrito en presente-futuro. La sociedad socialista próspera y sostenible que proyectamos construir, no es la que tenemos hoy, media un tiempo entre la realidad que tenemos hoy y la construcción del socialismo, de la sociedad próspera y sostenible que proyecta la Conceptualización.


¿Qué tiempo nos va a llevar hacer esas transformaciones? Hay transformaciones más pequeñas y otras que tienen más largo plazo su materialización, porque son transformaciones estructurales de la economía y, además, tenemos proyectado hacerlas con los recursos propios, con el esfuerzo de todos los ciudadanos de nuestro país, y aprovechando las potencialidades a que hacía referencia, incluyendo la inversión extranjera. Necesitamos capital para desarrollar la economía en un período más corto, acelerar el proceso de desarrollo, de ahí la extraordinaria importancia que tiene de que los proyectos que se elaboren tengan la visión de negocio compartido. Cuando elaboremos un proyecto tenemos que verlo desde dos ángulos, el interés nuestro y el interés del potencial inversor, para beneficio de ambas partes. Sin perder nunca de vista que los principios son los del socialismo, y el Modelo los fortalece, los concreta. El Modelo lo que hace es afirmarlos y crear las condiciones para que sean más profundos y sostenibles esos principios, de ahí las transformaciones, como Limia explicaba, necesarias para lograr ese objetivo y en el plazo menor posible, pero que no aspiremos que será algo que ocurrirá de hoy para mañana.



Miguel Limia David. Foto: Cubadebate

Miguel Limia David. Foto: Cubadebate




Miguel Limia David: Por esa razón es la síntesis de los principios y las transformaciones contenidos en la Conceptualización del Modelo. Aquí se expresa de forma sintética la visión de país a que aspiramos, que es la que rectorea al programa de desarrollo económico-social a largo plazo, ya que representa la sociedad socialista a que aspiramos. En consecuencia, es en el transcurso de la implementación del programa de desarrollo que han de producirse las transformaciones fundamentales a que está abocada nuestra sociedad para transitar al manejo del desarrollo sostenible.



¿Cómo se mide la ejecución del Modelo?


Rosa Miriam Elizalde: En esta Conceptualización hay axiomas, o sea, principios compartidos históricamente por los cubanos, aspiraciones, pero insisto ¿es posible medir el cumplimiento de los objetivos aquí descritos? ¿Cómo se puede evaluar lo que se modela?


Miguel Limia David: Por supuesto que es posible y necesario medirlo. El programa de desarrollo tiene que elaborar metas e indicadores, a partir de los recursos, de los financiamientos que se necesitan y disponen, desplegados en el tiempo según cronograma, ordenadamente, garantizando en el corto plazo el largo plazo, es decir, subordinando el corto plazo al desarrollo estratégico. Eso tiene que traducirse en metas e indicadores objetivos y subjetivos, en financiamientos concretos. Es parte de la tarea a concluir el año próximo. Lo que se propone a consulta ahora respecto al plan de desarrollo son los ejes y sectores estratégicos. Pero el plan nacional en sí tiene que ser construido incluyendo esos elementos a que haces referencia.


Alfonso Regalado Granda: Esencialmente el Plan contiene las metas e indicadores para medir sistemáticamente los resultados de la implementación del Modelo. Hay que ver estos documentos en su conjunto, no de forma aislada. La Conceptualización forma parte de un conjunto de documentos.


La implementación de los Lineamientos aprobados por el Sexto Congreso, y actualizados en esta etapa, han estado encaminados a lograr ese propósito que establece la Conceptualización, esa visión de país que está recogida en la Conceptualización. Pero además, está el plan de desarrollo a largo plazo, plan que no es una meta estática, sino que se irá actualizando periódicamente a medida que va avanzando la implementación porque va, se van alcanzando resultados, y esos resultados crean las condiciones para proponernos nuevas metas encaminadas al objetivo final.


Miguel Limia David: Además, esos indicadores no sólo han de medir los resultados finales, sino también el cambio estructural, que es un elemento importante. La Conceptualización está encaminada a lograr un cambio estructural de la economía cubana, el salto del subdesarrollo al desarrollo. Eso es de primera importancia. Deben ser medidos no sólo resultados finales, sino también los cambios estructurales que ocurran en el sistema de la economía social, esto es un elemento muy importante.



Tres grandes transformaciones


Miguel Limia David y Alfonso Regalado Granda; ambos integran la Comisión Permanente para la implementación y desarrollo de los Lineamientos. Foto: Cubadebate

La Conceptualización del Modelo nos aporta la regla de juego de la economía, no las formas y modos específicos en que esto ha de implementarse, porque para ello requiere de otras acciones, de otras políticas, de otras normas. Foto: Cubadebate




Rosa Miriam Elizalde: Este documento, su versión original, la que se presentó al Buro Político, recibió más de seiscientas propuestas de cambio; después, cuando se discutió en el Congreso también sufrió transformaciones, y ahora, imagínense lo que puede ocurrirle a un documento como este sometido al escrutinio de millones de personas. ¿Qué quedará al final?


Miguel Limia David: ¿Qué quedará al final? La obra colectiva del pueblo cubano.Este documento será una obra colectiva, encarnará el pensamiento y la sabiduría del pueblo encabezado por el Partido. Este documento constituye una prueba más de la naturaleza profundamente democrática de nuestro Partido Comunista, que ha elaborado una propuesta sintetizadora de la experiencia histórica de nuestra nación, que tiene raíces muy profundas en nuestra cultura, en nuestra sensibilidad. En su elaboración es realmente una obra del genio colectivo. Pienso que eso nos puede dar una garantía mayor de éxito, como ha dicho Regalado, a partir de nuestras fortalezas, para lograr esas finalidades. El optimismo que sentimos está basado en la confianza en nuestra capacidad de hacer, en nuestra sabiduría, en nuestra prudencia.


Alfonso Regalado Granda: Sí. Además, como Limia explicaba, los principios apuntan a lo permanente, a lo que perdura, a los principios del socialismo; las transformaciones van a materializar que esos principios sean todo lo sólido que aspiramos.


Así tenemos, dentro de las transformaciones, tres grandes grupos para lograr esos objetivos. Está el primer grupo de transformaciones vinculado a que la propiedad socialista, de todo el pueblo, cumpla su objetivo de ser la principal, pero no en un enunciado, sino en una materialización concreta, de que efectivamente aporte todo lo que necesitamos para el desarrollo.


Miguel Limia David: Precisamente ese es uno de los cambios esenciales que está proponiendo la Conceptualización: el perfeccionamiento de la propiedad socialista sobre los medios de producción fundamentales, que significa una modernización de todo el sistema empresarial de propiedad de todo el pueblo en el país como núcleo de nuestro sistema empresarial. Implica, además, que se diferencia el Estado en relación con el sistema empresarial de propiedad de todo el pueblo, se distingue el ejercicio de la propiedad con respecto al ejercicio de la gestión de los medios de producción fundamentales.


Rosa Miriam Elizalde: Coincidimos este reconocimiento es una gran novedad en la historia del Partido Comunista de Cuba.


Alfonso Regalado Granda: Esta es una de las transformaciones, y aquí vemos un segundo grupo y tiene un capítulo de la Conceptualización dedicado a ello, a las formas de propiedad que reconoce, y valora que todas interactúan armónicamente bajo el concepto de la propiedad social sobre los medios fundamentales de producción. Es decir, en un Estado socialista, cuya construcción del socialismo se fundamenta en esos principios esenciales, todas las formas de propiedad que reconoce actúan en ese marco, incluida la inversión extranjera.


Nada es absoluto, por eso el cuidado en la escritura del documento, que prevé la interacción de estas formas de propiedad. Cuando se habla de la propiedad socialista sobre los medios fundamentales de producción no se excluye que haya un determinado medio que transitoriamente pueda ser operado por una forma no estatal, digamos, una inversión cien por ciento extranjera para una tecnología que nosotros no tenemos. Puede que por un tiempo se desarrolla esa inversión y pasado el transcurso del tiempo pasa a propiedad de todo el pueblo ese desarrollo que no nos es posible alcanzarlo por esfuerzo propio solamente.


Miguel Limia David: Entonces, al promoverse estas transformaciones tan profundas que renuevan la concepción del socialismo, como podrás ver, el Estado requiere desarrollar la capacidad necesaria para gobernar todo este proceso, para gestionar el desarrollo en este nuevo escenario. De ahí que otra de las transformaciones fundamentales sea precisamente que el Estado cree las capacidades necesarias para gestionar de forma eficiente el proceso de desarrollo. Este se identifica como uno de los cambios más trascendentales, que llevan al perfeccionamiento de la administración pública, de la función del Estado.


El Estado entonces se despliega con una capacidad mayor en cuanto a la gestión estratégica del desarrollo: como conductor, planificador, del proceso económico, utilizando instrumentos que no eran los tradicionales, instrumentos de carácter financiero. En consecuencia, el perfeccionamiento del Estado se vincula a una transformación importante del sistema de dirección de la economía, de todos los subsistemas del sistema de dirección de la economía. La planificación, como su categoría fundamental, se transforma profundamente, así como la regulación, el control, y la gestión para coordinar a todos los actores económicos.



Miguel Limia David y Alfonso Regalado Granda; ambos integran la Comisión Permanente para la implementación y desarrollo de los Lineamientos. Foto: Cubadebate

“Este documento constituye una prueba más de la naturaleza profundamente democrática de nuestro Partido Comunista, que ha elaborado una propuesta sintetizadora de la experiencia histórica de nuestra nación, que tiene raíces muy profundas en nuestra cultura, en nuestra sensibilidad.” Foto: Cubadebate




Como ha dicho Regalado, de esta manera ninguno de los actores económicos que están reconocidos en la Conceptualización queda fuera del sistema de dirección de la economía. Todos los actores permanecen bajo la acción e influencia del Estado socialista en representación de todo el pueblo, del sistema de dirección de la economía, de la planificación, la regulación, la gestión y el control.


Rosa Miriam Elizalde: El mercado y el socialismo siempre han tenido una relación difícil, y el primero, sin control, puede desencadenar procesos contrarios a todo lo que se conceptualiza aquí.


Miguel Limia David: Lidiar con el mercado no es fácil, pero ya Carlos Marx en 1868, en enero, le escribía una carta a Federico Engels donde mostraba que en condiciones de existencia de la propiedad social sobre los medios de producción fundamentales, el poder de la clase obrera tenía la capacidad de regular de manera directa el proceso de desarrollo económico, y eventualmente de combinarla con la regulación indirecta. Entonces, si ya Marx lo vio en 1868 como posibilidad teórica, hoy es necesario decir que contamos con un conjunto de instrumentos de carácter económico-financiero, no sólo administrativos, para lidiar con estas realidades. Creo que estamos en condiciones de poder hacerlo en principio. Es un reto a enfrentar.



La teoría detrás del Modelo de la realidad


Rosa Miriam Elizalde: Ya que se nos asomó Carlos Marx en esta conversación, hablemos de los fundamentos teóricos que tiene el Modelo. Coincidimos en que sale de una experiencia, de una práctica social en Cuba, pero tiene detrás también teoría. ¿Qué fundamentos teóricos lo sostienen?


Miguel Limia David: Esta Conceptualización es muy modesta, es lo primero que deseo expresar. No pretende dar lecciones a nadie, es la expresión de nuestras lecciones aprendidas, donde se ha tomado en cuenta la experiencia internacional del desarrollo del socialismo en el siglo XX, de otros procesos de desarrollo, y la experiencia histórica de nuestro país. Pretende dar solución a los problemas de nuestro desarrollo, por eso la propuesta de economía política que hace es de la relación de la economía y la política en este proceso histórico concreto de desarrollo. En cierto modo esto es profundamente leninista. Lenin desde La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo llamaba la atención sobre el carácter específico de cada proceso de construcción socialista. En eso estamos.


Entonces creo que sí, efectivamente, tiene una novedad muy importante para nosotros. El tiempo dirá si la solución que estamos proponiendo puede ser compartida con otros procesos. Nosotros como país sí hemos bebido de muchos otros procesos de desarrollo.


Alfonso Regalado Granda: Sí. En el documento se emplea el término “nuestro socialismo” precisamente con ese fin, es decir, que es la experiencia nuestra, más la experiencia internacional, pero aplicada a nuestra realidad, porque cada país tiene sus características, sus condiciones, su historia. Se emplea este término, “nuestro socialismo”, para significar lo que es, cómo vemos la construcción del socialismo en las condiciones nuestras, un país pequeño, subdesarrollado, con más de cincuenta años de bloqueo, enfrentando esta situación, en el cual tiene que comenzar a proponerse unas metas ambiciosas, porque alcanzar un socialismo próspero y sostenible es una meta ambiciosa, pero lo consideramos alcanzable, realizable, a partir de nuestras potencialidades y las posibilidades que tenemos de hacerlo, y todo el esfuerzo que se ha hecho a lo largo de toda nuestra Historia.


Miguel Limia David: Esta Conceptualización tiene detrás más de cincuenta años de construcción del socialismo en Cuba, también la experiencia histórica de la Unión Soviética, el proceso de renovación del socialismo en China y en Vietnam, y múltiples otros procesos de desarrollo exitosos que existen en el mundo. Además, cuando he dicho que tiene detrás cincuenta años, o más de construcción del socialismo en Cuba, me refiero precisamente a esas fortalezas que ha creado en nuestra sociedad la Revolución cubana, y que son la base para que sea accesible esta transformación, para que la podamos materializar.


El proceso lleva empeños, mucha capacitación, romper mentalidades anteriores, exige poner en práctica otra perspectiva, porque la Conceptualización propone otra visión del socialismo distinta a la tradicional, una nueva visión de la economía internacional, otra manera de continuar la construcción del socialismo, y esto exige un cambio de las actitudes dentro de, no sólo los cuadros de dirección, sino de cada uno de los trabajadores de nuestra sociedad, que tienen que asumir las nuevas responsabilidades relacionadas con los cambios en el sistema empresarial, con los transformaciones normativas de la sociedad. Considero que hemos creado potencialidades en la Revolución que nos habilitan para materializarlas con éxito.



Los riesgos del Modelo


Miguel Limia David y Alfonso Regalado Granda, momentos antes de iniciarse la transmisión del podcast. Foto: Cubadebate

Miguel Limia David (izquierda)y Alfonso Regalado Granda, momentos antes de iniciarse la transmisión del podcast. Foto: Cubadebate




Rosa Miriam Elizalde: Ustedes han defendido las fortalezas de este Modelo, pero ¿cuáles son sus riesgos?


Alfonso Regalado Granda: Los riesgos en primer lugar están dados en que seamos capaces de materializar esas potencialidades. Están ahí, pero hay que materializarlas, hay que lograrlas.


Por ejemplo, nosotros tenemos una enorme potencialidad en el turismo de calidad de vida y de salud. Las potencialidades son enormes, pocos en este mundo puede competir con nosotros en calidad, precio y condiciones para brindar ese servicio, tenemos posibilidades de hacerlo, y por tanto, esa es una potencialidad que tiene el país de generar empleos de alta calidad para nuestro pueblo, en los servicios y en las industrias asociadas.


Para que se tenga una referencia, el país que más turismo de salud recibe en el mundo es la India; el segundo, México. Muchos pacientes estadounidenses y canadienses van a la India a tratarse por diferentes causas. Aquí recibimos más de un millón de canadienses al año como turistas, por tanto hay potencialidades para ese servicio, el cual puede darnos recursos ilimitados ¿Por qué?, porque son servicios que podemos brindar en el país y recibir beneficios; en más de sesenta países está la experiencia de los médicos nuestros brindando servicios, es decir, que hay experiencias en el mundo en la cual hay potencialidades para desarrollar esa línea que está por hacer.


El turismo de calidad de vida, ¿qué cosa es el turismo de calidad de vida?, ¿qué exigencias básicas tiene? Ser un país tropical y disponer de agua de mar, a partir de esos dos elementos se hace todo el otro proceso de tratamiento. Se calienta el agua de mar, se dan los masajes, se da el tratamiento, y ese turismo es más sano, más humano, tiene todas las condiciones para desarrollarlo. En el Informe Central, el General de Ejército se refirió a las potencialidades que tenemos en esa actividad, pero bueno, está por materializarla, por concretarla, eso necesita inversiones, y lleva un tiempo lograrlo.


Miguel Limia David: Tú te referías a los riesgos y el más significativo es la capacidad que tengamos de asumir con suficiente rapidez y acierto las transformaciones que tenemos que realizar en el país, en el sentido de que las mentalidades obsoletas pueden enlentecernos el proceso de transformaciones tan necesario, porque se necesita un cambio estructural y un ritmo determinado, creciente, para el proceso de desarrollo. Ahí hay un riesgo, en que nos veamos sin la suficiente flexibilidad para implementar todas estas transformaciones cuando ya existe la voluntad política, masivamente legitimada, de llevarlas a cabo. Es un proceso masivo, que encierra una lógica interna, en ello existe un riesgo, inevitablemente hay un riesgo.


Se presenta un riesgo externo también muy importante, que es el configurado, en primer lugar, en las relaciones con el vecino del norte, que se están restableciendo.Nos crea una serie de oportunidades innegables, pero nos genera, producto de la enorme asimetría de la relación y de la voluntad expresa que tiene ese gobierno de continuar la política subversiva, situaciones de vulnerabilidad y peligro que hemos de saber manejar. En ello evidentemente hay un riesgo, pero nosotros hemos estado con otras condiciones bajo ese riesgo durante muchos años. Si embargo, hemos manifestado la capacidad de defendernos y de mantenernos aquí, gracias a lo cual hemos llegado a esta etapa victoriosos. Ahora tenemos más condiciones para enfrentar sobre una nueva base ese riesgo.



La confrontación con Estados Unidos en el Modelo


Rosa Miriam Elizalde: Ha cambiado dramáticamente la táctica de la política del gobierno estadounidense hacia Cuba, pero sus ejes estratégicos se mantienen intactos, como lo han expresado una y otra vez los líderes de ese país -y no creo que lo reiteren tanto por gusto-. Ahora la pretensión de desaparecer la experiencia socialista en Cuba está planteada en términos simbólicos, sin dudas una confrontación menos violenta que intentar rendir al país por hambre, enfermedades, guerras sucias, etc. No hay dudas de que se han abierto espacios para ciertas oportunidades económicas, aún cuando las medidas en vigor llegan por goteo y no se han visto en los últimos 18 meses cambios sustanciales en la base estructural de nuestra relación económica con los Estados Unidos en medio siglo, el bloqueo. ¿Cómo se plantea el Modelo este giro de la política de Estados Unidos?


Miguel Limia David: Pienso que en este tema no podemos olvidar las lecciones del Comandante en Jefe cuando decía que las virtudes no se prueban dentro de una urna de cristal, ¿verdad?, sino que se prueban en la interacción.


No albergo la menor duda sobre la densidad humanista y revolucionaria de nuestros valores, y no tengo la menor duda de que los valores solidarios que hemos cocinado como pueblo durante doscientos años son superiores a los valores del egoísmo, del individualismo, de la ferocidad con el ajeno, de la agresividad, y por lo tanto no tengo, desde el punto de vista personal, no creo que en esa competencia nuestros valores estén deprimidos o deficientemente enfrentados a la asimetría, creo que en ese terreno nuestro pueblo sabrá avenírsela con esa realidad; eso en primer lugar.


En segundo lugar, nuestro proceso revolucionario es muy democrático, muy popular, muy transparente, muy legítimo, muy de verdad, muy de la gente de cada calle, de cada casa, de cada comunidad. Es desde ese fundamento que nos vamos a enfrentar al intercambio pueblo a pueblo que nos está proponiendo el gobierno norteamericano; desde las bases de nuestra cultura. Por eso coincido contigo en que es un debate simbólico, es un debate de ideas, un debate cultural, del cual nunca nos podremos enajenar, porque en el mundo predomina el capitalismo, y nosotros estamos portando un proceso de construcción del socialismo bajo esas circunstancias, porque creemos en él. Entonces esa es una batalla que hay que seguir dando inevitablemente.


Alfonso Regalado Granda: Quería ahondar en un tema que no hemos hablado y que es esencial, y es el papel de la prosperidad visto desde el punto de vista de los ciudadanos y de todo nuestro pueblo. La prosperidad tenemos que alcanzarla por esfuerzo y dedicación de cada uno de nosotros. La Conceptualización recoge ese elemento: cómo en cada persona, cada individuo, cada familia, cada colectivo, se verá el resultado de lo que estamos proponiendo. No se aspira a un resultado teórico, sino a algo concreto, que tiene su expresión en cómo cada persona, cada ciudadano aporta a ese resultado colectivo y cómo se beneficia de ese resultado colectivo, es algo que recoge la Conceptualización, que lo expresa en su capítulo cuarto, como algo novedoso, en el sentido que no es teórico ni es abstracto, ni es algo inalcanzable, sino es algo que debemos ir alcanzando cotidianamente.


Miguel Limia David: Esa es una de las dimensiones más importantes y novedosas de esta propuesta con relación a la experiencia histórica del socialismo durante el Siglo XX, esta capacidad que tiene nuestro proceso revolucionario de involucrar a cada persona en las transformaciones que se están proponiendo.


Rosa Miriam Elizalde: Si ustedes tuvieran que resumir en muy pocas palabras de cuál socialismo se está hablando en este documento, ¿qué dirían?


Alfonso Regalado Granda: Un socialismo próspero y sostenible; próspero precisamente para esto, para que se vea la prosperidad día a día, y sostenible en el tiempo, porque no hacemos nada con comernos el futuro. No, hay que mejorar el presente y garantizar el futuro, para que las presentes y futuras generaciones puedan sentirse orgullosas de lo que han hecho sus antecesores y lo que ellos están haciendo para consolidar sus esfuerzos.


Miguel Limia David: Un socialismo que se hace en la nación pero no es nacionalista, que es ecuménico, es internacionalista, tiene vocación de integración; que no reniega, sino todo lo contrario, afirma y promueve su vocación solidaria, ese es otro de los mensajes trascendentales de la Conceptualización; y que manifiesta la continuidad de esta experiencia histórica que se enlaza con las luchas de la clase obrera desde el Siglo XIX, y que nos permite decir que contamos con antecedentes históricos en Marx, en Engels, en Lenin, en Rosa Luxemburgo, en Martí, en Villena, en Mella, en Fidel Castro, en el Che Guevara y en el General de Ejército Raúl Castro.


Rosa Miriam Elizalde: Y antimperialista, que no se nos olvide.


Miguel Limia David: Y antimperialista.



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domingo, 26 de junio de 2016

El escenario de “La Batalla de Ideas”


 LA HABANA. Los científicos sociales cubanos vienen advirtiendo en las últimas décadas acerca de los cambios observables en la sociedad cubana inducidos por la crisis de los noventa, las estrategias implementadas para salir de la crisis y los procesos de reformas en curso. Entre estos cambios se destacan los referidos a la estructura social –demográfica, socio clasista, ocupacional, de ingreso, de estatus, etc.-, a la instauración de un mayor patrón de desigualdad y al incremento de la población en situación de riesgo.





Vale agregar que a pesar de las políticas de recuperación implementadas y de los avances logrados en una u otra esfera, muchas de las condiciones externas e internas de la crisis y muchos de sus efectos, se han extendido en el tiempo y la recuperación socioeconómica es hasta hoy una tarea inacabada.


Sobre este escenario se ha planteado el tema del “cambio de mentalidad”. Por una parte, como el cambio requerido por la dirección política frente a las tendencias burocráticas y centralizadoras del funcionariado, las que dificultan el avance de las políticas de reformas; y por el otro, como los cambios –espontáneos o inducidos- ocurridos en la subjetividad y conducta de diversos sectores de la población. Algunos de estos últimos cambios podríamos resumirlos como sigue:




  • A pesar de que la estructura de valores dominante en la población muestra la primacía de valores patrios, humanistas y de solidaridad, se aprecia un corrimiento en favor de valores particulares como el éxito personal, el compromiso con la familia y la superación de los efectos de la crisis “por cuenta propia”. El imaginario predominante hasta los años ochenta de que la suerte común estaba ligada al progreso de la nación y que la suerte del país era la locomotora que tiraba del conjunto de la población, se ha modificado. De hecho, grupos en situación ventajosa o con recursos materiales o intelectuales, han pasado a estrategias individuales de recuperación aisladas de la suerte del país. La emergencia de un sector privado de la economía y el auge de las relaciones monetario-mercantiles, refuerzan esta tendencia hacia estrategias individuales de superación de los efectos de la crisis y propósitos de alcanzar un más rápido ascenso social.



  • La crisis de los años noventa ha sido identificada, interesadamente, como una crisis del sector estatal de la economía lo que ha dado lugar a un imaginario de lo privado como la esfera de la eficiencia y el progreso individual. La gestión individual exitosa y los procesos de desestatización en curso, vigorizan este imaginario.



  • Los cambios políticos promovidos desde los años noventa –reformas constitucionales, nueva ley electoral, creación de los Consejos Populares, cambios en el liderazgo, consultas públicas, etc.- han sido insuficientes para propiciar una mayor participación de la población en los asuntos públicos, particularmente entre los jóvenes. Los valores cívicos han tendido a sustituirse por la anomia política de sectores de la población. La necesidad de nuevas reformas políticas que favorezcan una mejor representación y mayor participación de la población y sobre todo, la falta de una sucesión política generacional, fortalecen esta tendencia a la creciente despolitización y menor activismo de la población.



  • A pesar de la hazaña de sobrevivir a la crisis de los años noventa y de la rápida recuperación ampliada de la política social de la Revolución, componente fundamental del modelo de bienestar de los cubanos, la dilación en la recuperación socio económica, así como la desaceleración del desarrollo del país han propiciado un imaginario anti socialista que se mueve desde valores socialdemócratas hasta valores liberales. El imaginario relacionado con las experiencias asiáticas de “socialismo de mercado”, la emergencia de una sociedad de la información dominada por la cultura burguesa, el consumismo del american way of life, así como una mayor exposición a los medias externos, sustentan estos valores.



  • El predominio de los valores patrios no ha dejado de acompañarse de manifestaciones de debilitamiento de la identidad y la cultura nacional, tales como la subestimación o falseamiento de la memoria histórica, la sobrestimación de lo foráneo, la irreverencia frente a los símbolos nacionales, la penetración de corrientes culturales neocoloniales, etc. El debilitamiento de la actividad educativa en el país, el agotamiento del discurso hegemónico y las deficiencias de los medios de comunicación social, han propiciado el incremento de estas manifestaciones y de su permisibilidad entre la población.



  • No obstante los altos niveles de instrucción alcanzados por la población, del creciente acceso de esta a la información y de su mayor desarrollo cultural, los patrones de disciplina social y laboral, así como de buenas costumbres, se han visto seriamente afectados por tendencias a la indisciplina social y al deterioro de las normas de convivencia. La debilidad de las autoridades para exigir el cumplimiento de las normas de conducta legalmente establecidas, así como la pasividad de la población frente a conductas impropias, han contribuido a este deterioro.


A las condiciones antes descritas del escenario nacional se agregan ahora las derivadas de la “normalización” de relaciones entre Estados Unidos y Cuba. La estrategia declarada del Gobierno norteamericano y sus seguidores, de subvertir al régimen revolucionario por otros medios incluye, además de la promoción de unos actores sobre otros –emprendedores, clase media, jóvenes, negros, etc.- una dimensión ideológico cultural orientada a modificar la estructura de valores dominantes en favor de aquellos que expresan su corrimiento hacia una sociedad más individualista y competitiva.


Puesto que la sociedad cubana actual es otra y no volverá a ser la que fue, conocida la situación y las tendencias presentes en ella, declaradas las intenciones de los adversarios del proyecto de nación y de sociedad promovido por la Revolución y planteado el desafío de instaurar y sustentar en la población una mentalidad comprometida con los valores que sustentan tales proyectos; la reorientación de los cambios que acaecen en la ideología y la cultura de los distintos sectores de la población demanda: una estrategia específica y políticas públicas que superen las condiciones que lastran su desarrollo; y una “batalla de ideas” dirigida a preservar la estructura de valores promovidos por la Revolución. Lo anterior supone, entre otras:




  • Discernir los rasgos que asumirá la nueva sociedad cubana, así como los sujetos y actores que la caracterizarán.

  • Concluir la superación de los efectos de la crisis e iniciar un nuevo ciclo de desarrollo.

  • Mantener un mínimo patrón de desigualdad en la sociedad cubana y suprimir toda manifestación de pobreza o marginalidad.

  • Implementar exitosamente las reformas en curso, así como extenderlas al sistema político, civil y comunicacional. Explicitar en todo proyecto de reformas sus salvaguardas socialistas.

  • Elevar la eficiencia de las instituciones y el orden institucional del socialismo cubano.

  • Encontrar el adecuado equilibrio entre educación personal y coerción social con vista al auto disciplinamiento de la población.

  • Completar la sucesión política y generacional.

  • Preservar el consenso mayoritario. Actualizar el discurso hegemónico de la Revolución.

  • Orientar todas las capacidades materiales e intelectuales de la Revolución a la instauración y consolidación de la estructura de valores surgida de las luchas revolucionarias de nuestro pueblo.


Realidad social y mentalidad tienen una relación circular de causa-efecto; la sociedad realmente existente propende a una mentalidad que la preserve; y la mentalidad dominante tiene que cambiar para favorecer el cambio social. En general, el imaginario de la gente puede favorecer o dificultar la preservación de la sociedad alcanzada y también, los cambios necesarios. En particular, son los valores que sustentan las personas los que permiten que la sociedad “realmente existente”, se preserve o cambie, sea siempre más justa.


(*) Juan Valdés Paz, académico cubano, Premio Nacional de Ciencias Sociales 2014. 


 Progreso Semanal/ Weekly autoriza la reproducción total o parcial de los artículos de nuestros periodistas siempre y cuando se identifique la fuente y el autor.






jueves, 23 de junio de 2016

Nuestra historia no puede reducirse a una lectura lineal








Algunas precisiones y aclaraciones adicionales a los comentarios de Humberto Pérez, a propósito de mi crítica a su trabajo sobre el período 1970-1985


La pita se enreda, al decir del refranero cubano popular. Se hace necesario acudir al legado del gran filósofo Akira Kurosawa y que se convoque a las brujas que todo lo saben para discernir cuál de estos dos mortales –Humberto y yo- se acercan o alejan más en abordar correctamente la veracidad de los temas en discusión.


 En esta ocasión -segunda vuelta de Humberto- se nos presenta un documento bien extenso, saturado de cifras que buscan sustanciar tanto sus argumentos como sus refutaciones a mi crítica, abarcando por igual el período de los 60 como el núcleo medular de los 70-85. No pretendo imitarlo en extensión ni sobrecarga de cifras estadísticas, cuya validez y rigor anduvieron –y siguen andando- por aguas turbulentas desde la segunda mitad de la década de los 60 y los primeros esfuerzos para crear una base estadística científica y rigurosa (1961-1965) por parte del Che desde el Ministerio de Industrias.


En todo caso, recordemos que hace apenas unos pocos años el vicepresidente Murillo lanzaba severos señalamientos sobre la ONEI, lo que parece sugerir –una vez más- que el rigor estadístico continúa siendo una carencia recurrente de nuestro quehacer económico. Sigue siendo –al decir de una frase convertida en estereotipo que se repite hasta el aburrimiento en asambleas y reuniones-, “una asignatura pendiente.”



A continuación, mis precisiones y aclaraciones adicionales:



  • Humberto persiste en presentarnos una versión casi piadosa del “llamado sectarismo” (¿por qué dice “llamado sectarismo”?, ¿acaso tiene un término más exacto? Digo esto porque siempre me ha parecido muy inexacto e impreciso). Dice que “fue breve”. Inicios de 1961 a marzo de 1962, es la periodización que propone. Muy inexacto. Con las conversaciones entre Fidel, el Che y dirigentes del PSP en Tarará, bien tempranito en 1959, cristalizó un poder efectivo a partir del cual los representantes del mismo, guiados por el hombre, Aníbal Escalante, que había pasado a controlar el partido de manera total durante los años de la clandestinidad y que ahora, ampliado y multiplicado, seguía ejerciendo dicho control.



  • Afirma Humberto que el sectarismo o tentativa de golpe de Estado “hizo daño en los lugares donde pudo actuar y lastimó a numerosos compañeros, fue combatido y eliminado a tiempo sin que llegara a consolidarse ni a tener fuerza suficiente”.  Y pasa a describir el caso de Las Villas donde, según él, la situación del sectarismo “no se corresponde con las manifestaciones narradas por Amuchástegui”.



  • Veamos si fue breve o no. Nace en los albores de 1959 y de ninguna manera termina en marzo de 1962. Tiene repetidas recurrencias y manifestaciones que se tradujeron en algunos episodios que se hicieron públicos y otros no alcanzaron ninguna cobertura pública debido a consideraciones de conveniencia política por parte de Fidel, Raúl y otros dirigentes revolucionarios. Dije que nace en los albores mismos de 1959, cuando el DIER y la naciente Seguridad del Estado ven la totalidad de sus estructuras y la mayor parte de sus cuadros dirigentes y técnicos copados por el equipo de actividad clandestina del PSP encabezado por Osvaldo Sánchez Cabrera y otros bien conocidos, que en el corto plazo desalojan a una gran cantidad de cuadros de procedencia insurreccional. Lo mismo ocurre con la Seguridad Personal, con la casi totalidad de los candidatos a pilotos enviados a México primero y luego a los países socialistas, donde no pocas broncas se dieron entre miembros del PSP y oficiales de origen insurreccional por el trato preferencial a los primeros por parte de las autoridades de dichos países hacia los mismos. El testimonio del Ministro de las FAR, General Cintra Frías, no deja lugar a dudas. Los primeros tenían toda la confianza política. Los segundos, todo lo contrario.



  • Desde enero de 1959 todas las instancias y actividades de instrucción revolucionaria, trabajo político y propaganda de las FAR y el futuro MININT pasarán a ser controladas por cuadros del PSP, empezando por la Dirección Política de las FAR (Sidroc M. Ramos), las secciones de las principales unidades y de los futuros ejércitos, incluyendo no pocos importantes cargos técnicos. Estos cuadros del PSP se hacían acompañar de un nutrido contingente de asesores y conferencistas del CC del PC español portadores de sus experiencias y de las soviéticas que, muy poco, tenían que ver con la experiencia política de la Revolución Cubana, insistiendo en lo peligroso de los oficiales sin formación marxista y del socorrido ejemplo del “pistoletazo” a los mismos en caso de mostrar debilidades. Creo que el Comandante de la Revolución, Guillermo García, pudiera compartir algunos ejemplos y experiencias de sus relaciones con su “político”,  César Hernández y hacer del relato algo más vívido que este texto. Para 1961 el tinglado de “todo el poder para el PSP” hacía muchísimo rato que estaba montado y funcionando a plenitud. Hasta el Ministerio de Relaciones Exteriores sucumbía igualmente, y para el verano de 1960 quedaba abrumadoramente tomado por un grupo enviado por Escalante al frente del cual figuraba Carlos Olivares Sánchez y que no solo controló la totalidad del funcionamiento de dicho ministerio, sino que buscó socavar y liquidar la figura de Raúl Roa García, “Canciller de la Dignidad”. Y si los medios masivos de comunicación y las instituciones y políticas culturales son parte del poder, sobre estas se abalanzaron hasta alcanzar un nivel casi total al punto de provocar la necesidad del encuentro de Fidel con los intelectuales en 1961 y que, muy a pesar de las puntualizaciones hechas, las persecuciones, sanciones, prohibiciones y apogeo del dogmatismo más obtuso, desataron tendencias y acciones que se prolongarían por muchísimo tiempo. Todo esto el 26 de marzo de 1962 se frenó dentro de los límites que imponían en esas condiciones dañar lo menos posible el esquema de alianza interna y externa en que descansaba una parte importante de la base de poder de la Revolución. Pero decir que no se había consolidado ni que alcanzó a tener “fuerza suficiente”,¨ es algo muy distante de la realidad.



  • En lo tocante a las provincias, Humberto nos dibuja un cuadro casi idílico de reparto proporcional y armónico del poder, en Las Villas, donde algunos oficiales que se mencionan como figuras del MR-26-7, eran en realidad miembros del PSP, error que se comete también al analizar la composición de la Dirección de las ORI en el momento de su constitución. Los nombres de Curbelo, Velaz o Dorticós no se asocian en sus orígenes al MR-26-7, sino al PSP. Yo no tengo ningún problema en la membresía al PSP. Un hombre como Dorticós fue la negación de una posición sectaria. Otros, por el contrario, hicieron del sectarismo un código de conducta devastador. Desgraciadamente, estos fueron los más. Así lo viví y así expreso mi testimonio. Pero hablando de Las Villas, Humberto olvida a un actor clave, el Comandante Félix Torres, ciertamente miembro del Ejército Rebelde, pero notable figura del PSP. ¿Por qué lo omite? ¿Lapsus? Lo mismo ocurre con la omisión de que Las Villas fue uno de los centros más activos de la contrarrevolución, con su núcleo en el Escambray. ¿Acaso no queremos admitir que en ambos casos dicha contrarrevolución y la actividad de EE.UU. encontraron en el quehacer político y social desastroso de Félix Torres en dicha zona un factor que alimentó su implantación y apogeo? ¿Acaso no fueron los Calderío y Restano, del PSP, en Matanzas, los que con sus barbaridades y abusos desnaturalizaron todo lo que proclamaba la propia Revolución y así alimentaron enormemente la actividad contrarrevolucionaria en esta provincia? Otros casos similares pueden ser mencionados. Tratar de minimizar en tiempo e impacto estos acontecimientos no se corresponden con el testimonio de muchos cubanos. Remito a Humberto a hacer una lectura cuidadosa de la primera parte de El socialismo y el hombre en Cuba, de Ernesto Guevara, y la gravedad que le atribuye a aquella situación. Apenas unos meses atrás el Comandante Oscar Fernández Mell, figura muy próxima al Che, nos refrescaba con una caracterización no menos seria y grave de aquellos hechos.



  • Y se dice que terminó el 26 de marzo de 1962. Y el año siguiente la polémica pública entre Blas Roca y Alfredo Guevara, ¿qué reflejaba, sino un resurgir de todo lo que defendió y animó el sectarismo? Y al año siguiente, con el caso del delator de los Mártires de Humboldt 7 amparado por figuras dirigentes del PSP, ¿qué se puso en evidencia de muchas maneras sino las heridas y conflictos del pasado reciente? Hablo de 1964 y no de 1962, y de mil maneras se prolongan los mismos hasta la conocida “microfracción”, en 1968. Aquí el tratamiento piadoso se extiende a las embajadas socialistas en La Habana, donde la descripción de Humberto es que se trata de la actividad de apoyo de “determinado personal” de las embajadas socialistas a estos facciosos. ¿Se refiere al portero o al tercer secretario? Cualquiera que recuerde cómo funcionaban estas embajadas sabe que semejante apoyo y hostilidad fluía directa y oficialmente de sus respectivos centros y capitales. Traer a colación estas cosas no es manosear piezas museables y reliquias del pasado ni descarga de viejos combatientes. Muchas de estas cuestiones están presentes en la reciente biografía de Raúl Castro hecha por Nikolai Leonov, muchas de ellas de manera bien sesgada y omitiendo no pocos ángulos. Están ahí para ser leídas para quien esté interesado en discernir la actualidad de muchos de estos temas.



  • Pero el tratamiento piadoso hacia la URSS alcanza aquí niveles increíbles. Se refiere a los repetidos choques y conflictos con nuestro controversial aliado ocasionados por sus desastrosas acciones de política exterior, explicadas y documentadas en mi crítica, empleando tal vez el término más benigno de todos. Califica desde las acciones soviéticas durante la Crisis de Octubre hasta su invasión de Afganistán como “chapucerías”. Estas contribuyeron decisivamente al derrumbe interno de esta potencia. A estas no se les puede calificar de ninguna manera como chapucerías. Hay que echar mano a términos más rigurosos e ilustrativos de lo que estamos hablando.


Hasta aquí mis aportaciones a esos añejos temas, pero que no por añejos pierden vigencia. Nuestra historia toda, y sobre todo para las futuras generaciones, no debemos reducirla a una lectura lineal, “hechológica” y aburrida. Ha de ser diversa, controversial, con todas las versiones y con la carga de vivencias y pasiones que la hagan vibrar. Sólo así será más leal a la realidad y más atractiva a esas jóvenes generaciones, si no, la reducimos a simple ¨baba¨ que alimenta al sostenido rechazo a semejantes lecturas de parte de los jóvenes que puedan interesarse por el pasado o el interés de investigadores y estudiosos. Pasemos a otros aspectos.




  • El asunto de los armamentos. Cita Humberto ni más ni menos que a Fidel para intentar refutar mi afirmación acerca de los pagos a la URSS por dichos armamentos. Recurso interesante para semejante intento. Si lo que busca es intentar anular mi argumentación por el empleo de una cita de Fidel -recurso repetidamente empleado a todo lo largo de su trabajo-, le aseguro con todo respeto y admiración hacia éste, que no por ello va a silenciarme. El hombre y sus circunstancias, parafraseando a Ortega y Gasset, es algo que no podemos pasar por alto. Estadistas y figuras de relieve lo saben perfectamente. El nuevo contexto y cambiantes circunstancias, inclinarían a Fidel a pronunciarse en tales términos. Así lo pensé entonces y así lo digo ahora, con mis propias palabras y testimonios. Primero, cualquier lectura de uno de los famosos discursos de Fidel durante la Crisis de Octubre, se habla de una condonación circunstancial y limitada a dicho momento de los pagos por los armamentos por parte de Moscú, como gesto amistoso hacia Cuba. Segundo, poseo conocimiento documentado como parte del equipo dirigente de la Dirección de Países Socialistas del Minrex en los años 60 y luego de trabajar estrechamente con figuras claves de la política exterior como el Comandante Manuel Piñeiro y el Capitán Osmany Cienfuegos. Tercero, recuerdo a Carlos Rafael Rodríguez referirse al tema, con absoluta naturalidad, en un par de ocasiones a comienzos de los años 70 con el compañero que, operativamente, llevaba estos asuntos, el especialista Humberto Lastra. Cuarto, reiterarle que a la altura de 1964 no fue otro sino el propio Fidel quien ante la conferencia con los PPCC de América Latina y el Caribe precisaba literalmente que solo la República Popular China había extendido gratuitamente sus entregas de armamento a Cuba. Por último, de todos es bien conocido el planteamiento al respecto que hiciera el Che, en el Seminario Afroasiático de Argel y que recientemente nos lo recordara con lujo de detalles el Comandante JorgePapito Serguera en su libro.



  • En esta fase de la discusión, Humberto acude a su arsenal de números y estadísticas que culminan en la monumental cifra de 27 400 millones de dólares entre 1975 y 1984, envidiable hasta para los niveles del Plan Marshall. No cuestiono el mismo ni su acuciosidad y en particular la información referida a las relaciones con los países no socialistas. No poseo ni un barril de pólvora para cuestionar o enfrentar dicho arsenal. Mi arsenal consiste mayormente de testimonios, observaciones y vivencias, y me consuelo un poco con aquella cita poética de que tanto gustaba a Carlos Marx: “Gris toda teoría, verde el árbol de la vida”.



  • Se insiste en que mi afirmación de que a finales de los 70 y en el curso de los 80 comenzaron a disminuir rápidamente los créditos y proyectos influidos por diferencias y conflictos con los soviéticos, “ello no se corresponde con la realidad”. Reitero lo dicho y vivido a partir de dos acontecimientos de tamaña dimensión estratégica. Primero, que la Unión Soviética declinaba reafirmar y daba por cancelado cualquier compromiso relativo a la seguridad estratégica de Cuba. Segundo, que la renovación y modernización tecnológica de los requerimientos defensivos de Cuba para sus fuerzas armadas no podían satisfacerse, sino en medida en extremo limitada. Si a partir de estas dos premisas no comenzó a producirse esa marcada declinación –más allá de los decrecientes intercambios comerciales que sobrevivieron- y un viraje integral en las relaciones cubano-soviéticas, entonces es muy difícil imaginar qué otros virajes de tanta gravedad hacían falta para cuestionar seriamente el optimismo recurrente en este documento. Cualquiera que lea la entrevista de Vázquez Raña a Raúl, publicada en 1993, en el periódico El Sol, podrá encontrar su versión de la crisis de las relaciones cubano-soviéticas, de fines de los 70, o de lo contrario, en los testimonios que aparecen en su biografía, de Leonov, lo menos que podrá hacer es cuestionarse el rumbo idílico de dichas relaciones que nos propone entre fines de los años 70 y 1985. Increíblemente, nada de esto existe para Humberto en ninguno de sus dos documentos. Se ignoran olímpicamente y me asalta la duda de por qué lo hace si, a los efectos prácticos, la alianza con la poderosa URSS –parafraseando a nuestro canciller de siempre- “se fue a bolina” en la transición de esas dos décadas.



  • Y los problemas y vulnerabilidades que rápidamente empezaron a manifestarse –repito, más allá de la estadística de Humberto- lo que hicieron fue demostrar que un crecimiento extensivo muy respetable del 5% durante tres quinquenios había estado muy poco basado en resultados intensivos autosustentables y principalmente favorecido por las conocidas bondades de la cooperación soviética (precios deslizantes, reexportación del petróleo, créditos blandos, refinanciamientos prolongados y otras) cuyas cifras equivalentes se inyectaban a la estadística oficial, inflando estas de manera considerable. Las cifras y estadísticas que nos suministra Humberto Pérez se agravaban además debido a dos factores. Primero las bien conocidas debilidades en los sistemas de contabilidad existentes en el país, lo que se acentuaba con un segundo factor que Humberto tampoco menciona: Es notorio para todos los que vivimos aquella época que la gestión económica no era un proceso unificado enteramente en manos del presidente de la Junta Central de Planificación (JUCEPLAN), Humberto Pérez. Este sabe perfectamente que en aquella época los procesos de gestión económica, incluidos gastos, proyectos, compras en el exterior, se ventilaban en una interacción bastante descordinada y no pocas veces conflictiva, donde intervenían instancias muy diferentes, desde el Presidente Dorticós y su control sobre el Banco Nacional, hasta las oficinas de la secretaria del Consejo de Estado Celia Sánchez y por otro lado, las oficinas del compañero Carlos Rafael Rodríguez. En dicho contexto asegurar un flujo coordinado, uniforme, estable, bien fundado y supervisado, era poco menos que una quimera. Imaginarse que en dicho cuadro era posible una contabilidad y estadística confiable era poseer una imaginación bien fecunda. Por esto insisto en que la suma de resultados exitosos presentada por Humberto no son resultados nacidos de una maduración interna, genuina y sostenible. Por consiguiente, la bancarrota a la que se tiene que acudir a partir de 1986 no se limita solo a los acreedores occidentales, sino también en primerísimo lugar a la ya mencionada crisis en las relaciones cubano-soviéticas.



  • Para terminar –habiendo tratado de reducir mis argumentos a lo que me parece más esencial- me encuentro ante un Epílogo de unas pocas líneas en que Humberto trata de calificarme de mentiroso con auxilio de una cita del Che que pretende endilgarme. Pruebe que miento de manera más eficaz y tal vez algún que otro harakiri me tendré que hacer. ¿Y usted por su parte, está seguro de que dice la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad? Mejor suerte en el futuro.







martes, 21 de junio de 2016

José Martí: El camino de ida y regreso desde Estados Unidos

Por: Magda Resik Aguirre

 La última gran estatua ecuestre concebida por Hyatt a sus 82 años (18.5 pies), se dedicó como un regalo del pueblo de Cuba al pueblo de los Estados Unidos. Comparte una plazuela del área sur del Parque Central con los monumentos consagrados a Simón Bolívar y José de San Martín en el inicio de la Avenida de las Américas. Foto: Magda Resik.



“…qué hermoso sería morir a caballo,
peleando por la libertad de Cuba,
junto a una palma”.
José Martí


En marzo de 1888, ante la desolación que cual estela dejó un huracán en Nueva York, José Martí se refería a la calma previa con una visión contemplativa del hermoso espacio verde distintivo de la moderna urbe. Describió “colgando su nido en una araucaria del Parque Central la primera oropéndola”; a “los álamos desnudos” con “su vello primaveral, y en el castaño tempranero, como vecinitas parlanchinas que sacan la cabeza arrebujada después de la tormenta, asomaban las hojas”. Relató que “advertidos por el piar de los pájaros de la llegada del sol, salían los arroyos de su capa de hielo para verlo pasar”.


El crudo invierno cedía en la moderna urbe a los fértiles días de la primavera: “vencido por las flores, huía bufando y desataba tras de sí, como para amparar su fuga, el mes de los vientos”. El cubano parecía disfrutar en esa época de las calles de Nueva York, “los primeros sombreros de pajilla y los trajes de Pascua, dichosos y alegres” en un ir y venir de gentío infinito.


Justo en un sitio que debió frecuentar durante los quince años que vivió en esa urbe (1880-1895), se levanta en su impresionante altura el monumento donde por única vez se ha retratado tridimensionalmente al Apóstol sedente sobre su caballo, en el minuto dramático de la muerte en Dos Ríos. Anna Hyatt Huntington, la escultora norteamericana para quien modelar la fauna universal y los personajes históricos fue motivación persistente, en cuyo estilo se mezclan la tradición realista proveniente del siglo XVIII y el abstraccionismo propio de la segunda mitad del siglo XX, asumió el encargo del gobierno republicano de Cuba a mediados de 1950. La pieza forjada en bronce se instaló en el parque neoyorkino durante esa década, pero su emplazamiento alcanzó publicidad sólo en 1965 debido a las entonces inexistentes relaciones entre los dos países.


La última gran estatua ecuestre concebida por Hyatt a sus 82 años (18.5 pies), se dedicó como un regalo del pueblo de Cuba al pueblo de los Estados Unidos. Comparte una plazuela del área sur del Parque Central con los monumentos consagrados a Simón Bolívar y José de San Martín en el inicio de la Avenida de las Américas. Sobre el pedestal de granito se cincelaron las siguientes palabras:


“Apóstol de la Independencia de Cuba, guía de los pueblos americanos y paladín de la dignidad humana, su genio literario rivaliza con su clarividencia política. Nació en La Habana el 28 de enero de 1853. Vivió quince años de su destierro en la ciudad de Nueva York. Murió en combate en Dos Ríos, provincia de Oriente, el 19 de mayo de 1895.”


Las huellas martianas en Estados Unidos son evidentes. Queda la constancia de su largo peregrinar por Tampa, Cayo Hueso, San Agustín de la Florida, New Orleans… aunando voluntades y recursos en torno a la lucha por la independencia de Cuba. El restaurante Delmonico´s y la iglesia de la Trinidad en Nueva York – todavía en pie -, parecen preservar su espíritu indomable y la efervescencia propia de esos años en que fundó desde Estados Unidos el Partido Revolucionario Cubano y el periódico Patria, colaboró con las más importantes publicaciones locales y latinoamericanas, concibió La Edad de Oro para el público infantil y escribió inspirados poemas al estilo de los Versos sencillos e Ismaelillo.


Luchaba y soñaba con su país libre del coloniaje de España, pero residía paradójicamente en la Norteamérica que atisbó como un peligro en su testamento político, la carta inconclusa a su amigo Manuel Mercado escrita un día antes de hallar la muerte en Dos Ríos:


“…impedir que en Cuba se abra, por la anexión de los imperialistas de allá y los españoles, el camino, que se ha de cegar, y con nuestra sangre estamos cegando, de la anexión de los pueblos de nuestra América al Norte revuelto y brutal que los desprecia…”


Por más de una década, Eusebio Leal y la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana que tiene a bien dirigir, han persistido en la idea de aunar a los cubanos y estadounidenses en el empeño de colocar una réplica de esta singular estatua en el centro histórico capitalino. “Nos animaba – asegura el Historiador de La Habana – la percepción del carácter excepcional de esa obra del arte monumental; la imagen de un héroe en el acto de morir por la causa que había soñado y por la cual fundó, luego del análisis de las experiencias de la gran revolución hispanoamericana, el Partido Revolucionario Cubano vertebrado en los Estados Unidos.


“Sublimado por la idea de que ese sacrificio sería necesario – asegura Leal -, lo retrató la escultora norteamericana Anna Hyatt. Y es precisamente evocando el instante del 19 de mayo de 1895, como la artista muestra en equilibrio perfecto, al hombre que se inclina al tiempo que el arma se desprende de sus manos. El rostro revela la serenidad y la grandeza del momento. La bestia aparece suspendida y espantada ante el fuego del adversario y a sus pies crecen las yerbas y las flores, quizás evocando aquél pensamiento martiano: Mi verso crecerá: bajo la yerba. Yo también creceré


Algunos conocedores sustentan la tesis de que Hyatt Huntington tomó en cuenta el cuadro de Esteban Valderrama fechado en 1917, representando ese instante crucial de la muerte de Martí en Dos Ríos. El lienzo original fue destruido por el autor ante las críticas de inexactitud histórica y luego rehízo el óleo en el escenario real a la hora en que se registra su caída, durante un mes de mayo.


“Ella estudió profundamente la personalidad de José Martí – confirma el Historiador. Ese 19 de mayo el Apóstol ostentaba el grado de Mayor General del Ejército Libertador de Cuba del cual fue investido el 15 de abril de 1895 por el generalísimo Máximo Gómez, “al pie del monte, en la vereda sombreada de plátanos, con la cañada abajo” como lo escribió más tarde: me dice, bello y enternecido, que aparte de reconocer en mí al Delegado, el Ejército Libertador, por él su Jefe, electo en consejo de jefes, me nombra Mayor General.”


“Sabía Anne que de no haber caído el 19 de mayo y haber llegado al Camagüey, donde de seguro se reuniría a la asamblea de los libertadores, Martí habría sido el presidente de la República de Cuba en Armas – dice Leal. Así le llamaban en el monte, recién llegado junto a Gómez y otros compañeros, los mambises campesinos.”





El legado de Anne Hyatt ha quedado inmortalizado en numerosos monumentos en distintos lugares del mundo, incluyendo el que se encuentra situado en la confluencia de las calles 20 de mayo y Ayestarán, muy cerca de la Plaza de la Revolución.

El legado de Anne Hyatt ha quedado inmortalizado en numerosos monumentos en distintos lugares del mundo, incluyendo el que se encuentra situado en la confluencia de las calles 20 de Mayo y Ayestarán, muy cerca de la Plaza de la Revolución. Foto: Magda Resik




Apunta Leal que el legado de Anne Hyatt ha quedado inmortalizado en numerosos monumentos en distintos lugares del mundo, incluyendo el que se encuentra situado en la confluencia de las calles 20 de Mayo y Ayestarán, muy cerca de la Plaza de la Revolución. Se trata de Los portadores de la antorcha, conocido también como El relevo, otro conjunto modelado en bronce, donado en 1956 a la República de Cuba por el hispanista y filántropo Archer Milton Huntington, esposo de Anna. “Un jinete desnudo – expresa -, símbolo de virilidad y fuerza, recibe la antorcha de manos de otro que yace fatigado a los pies del caballo. Es la idea de la nueva América, Nuestra América, que toma en simbólico relevo generacional la antorcha de los que han muerto por ella.”



Un abrazo solidario entre pueblos




Eusebio Leal en el encuentro. Foto: Roberto Chile

Eusebio Leal, Historiador de la Ciudad de La Habana. Foto: Roberto Chile/ Cubadebate




Fue necesario esperar con suma paciencia la coyuntura favorable con el propósito de lograr que prendiera en quienes podrían materializarla, la idea de replicar para Cuba el monumento a José Martí emplazado en el Parque Central de Nueva York. A la notoria persistencia del Historiador de la Ciudad de La Habana debemos la feliz confluencia y conquista de voluntades.


“A lo largo de esta década – confirma el Historiador – ha resultado determinante promover el apoyo de numerosas personalidades de Estados Unidos, entre otras cosas, con el fin de obtener los fondos necesarios para la ejecución de la copia y su emplazamiento en el Centro Histórico habanero con todos los requerimientos al detalle. Un papel importante han desempeñado los abogados Michael Krinsky y Lindsey Frank, de la firma legal de Rabinowitz, Boudin, Standard, Krinsky & Lieberman, P.C. Mucho debemos agradecer a las instituciones estadounidenses que han asumido el papel de promover y recibir los fondos que se requieren en nombre de la Oficina del Historiador, especialmente al Museo del Bronx y su directora Holly Block, así como a Leanne Mella, quien respondió a la convocatoria del mencionado museo como coordinadora del proyecto y del comité creado al efecto.


“Durante los últimos años – confesó Leal – remitimos cartas a incontables personalidades y aprovechamos cuanto contacto realizamos con representantes de la vida política, cultural y social estadounidense. Tal es el caso del Alcalde de Nueva York,Bill de Blasio y de la dirección de Parques y Recreos, dependencia de su alcaldía, que concediera el permiso para algo excepcional nunca antes autorizado: realizar una copia perfecta de la escultura con los métodos más modernos.”


En la consecución de este empeño destacan además, las contribuciones con notorio compromiso del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba y su Dirección General de Estados Unidos; de la Embajada de la República de Cuba en Washington y su embajador José Ramón Cabañas; de la Misión Permanente de Cuba ante la ONU y su embajador Rodolfo Reyes en la ciudad de Nueva York; de la Embajada de Estados Unidos en La Habana y su máximo representante Jeffrey De Laurentis; y resultó determinante para vencer las trabas burocráticas y legales “la anuencia expresada por el Secretario de Estado John Kerry durante su visita a nuestro país. En un momento de su recorrido por la Habana Vieja, nos manifestó que su Departamento no ponía objeciones a tan noble y elevado propósito cultural” – confirmó Leal.


“Fue necesario asimismo, consultar el legado de Anne y su esposo en la ciudad de Nueva York, donde se conserva uno de los bocetos preliminares de la obra y tomar en cuenta el patrimonio documental que atesora la Biblioteca de la Universidad de Siracusa sobre la artista.


Serán indispensables también para dar feliz término a esta iniciativa – explica el Historiador -, quienes sienten la legitimidad de su cubanía y aporten, no importa qué cantidad, para unirse a la contribución de instituciones y fundaciones de los Estados Unidos que favorecen las relaciones entre ambos pueblos, de tal forma que la inscripción al pie del monumento invierta el sentido original. Ahora dirá: del pueblo de los Estados Unidos al pueblo de Cuba; englobando en el concepto de pueblo estadounidense no sólo a sus ciudadanos sino también a los cubanos patriotas que allí fijaron su residencia.”


Durante los quince años en los cuales José Martí vivió en Estados Unidos conquistó la voluntad de muchos estadounidenses con el fin de promover y sustentar la guerra de independencia de Cuba. Quizás quien mejor lo definió tras su deceso fue Charles Dana, editor y copropietario del diario neoyorkino The Sun, donde el pensamiento del Apóstol encontró refugio y sustento:


“Hemos sabido con profundo dolor de la muerte del famoso adalid de la revolución cubana (…) Pertenecía a esos descendientes de la raza hispana, cuyo nacimiento e instintos americanos parecían agregarse positivamente a la vocación revolucionaria que heredan todos los españoles modernos. Martí era un hombre de buenos sentimientos y gran corazón, de opiniones ardientes y altos ideales y perdió su vida en el empeño que sólo un hombre de su talla habría escogido, batallando por la libertad y la democracia. Héroes como él no abundan en el mundo de hoy, y su tumba guerrera atestigua que aún en esta era de positivismo materialista existen espíritus capaces de darlo todo en aras de los principios, sin egoísmos ni segundas intenciones.”


Cuando a inicios del 2017 la réplica del monumento creado por Anne Hyatt – tras su larga travesía desde la fundición estadounidense en Filadelfia donde se moldeará y bruñirá el bronce -, se emplace en la rotonda central del gran jardín que se extiende desde la terraza norte del antiguo Palacio Presidencial hasta la confluencia de las calles Cárcel y Avenida de las Misiones, muy cerca de la estatua ecuestre del generalísimo Máximo Gómez, un camino histórico de ida y regreso quedará sellado, como lo describe Eusebio Leal. “La escultura permanecerá de cara al mar, al puerto de La Habana y mirando a la nación que conoció como pocos.


“En los Cuadernos norteamericanos está encerrada en gran medida la apreciación de Martí sobre la gran nación – dice el Historiador. Se detiene en sus virtudes, en sus cualidades y en el espíritu creador de sus mujeres y hombres, y también en toda la complejidad del tiempo en que ese país comenzó a ocupar un papel tan preponderante en la historia de América y del mundo. Percibe la evolución de la sociedad en la cual el capitalismo había alcanzado su esplendor y muestra su inmensa preocupación por el destino de los pueblos hispanoamericanos en sus relaciones con la poderosa nación emergente. El monumento a José Martí es una justa aspiración del pueblo cubano. Cuba regaló esa escultura a los Estados Unidos y una reproducción en estos momentos históricos significa extender las manos al pueblo de los Estados Unidos y desde el pueblo de los Estados Unidos, para favorecer un abrazo solidario entre pueblos.”





 "La escultura permanecerá de cara al mar, al puerto de La Habana y mirando a la nación que (José Martí) conoció como pocos", dice Eusebio Leal.

“La escultura permanecerá de cara al mar, al puerto de La Habana y mirando a la nación que (José Martí) conoció como pocos”, dice Eusebio Leal. Foto: Magda Resik






Algunos conocedores sustentan la tesis de que Hyatt Huntington tomó en cuenta el cuadro de Esteban Valderrama fechado en 1917, representando ese instante crucial de la muerte de Martí en Dos Ríos. Foto: Magda Resik

Algunos conocedores sustentan la tesis de que Hyatt Huntington tomó en cuenta el cuadro de Esteban Valderrama fechado en 1917, representando ese instante crucial de la muerte de Martí en Dos Ríos. Foto: Magda Resik






La bestia aparece suspendida y espantada ante el fuego del adversario y a sus pies crecen las yerbas y las flores. Foto: Magda Resik

La bestia aparece suspendida y espantada ante el fuego del adversario y a sus pies crecen las yerbas y las flores. Foto: Magda Resik





El legado de Anne Hyatt ha quedado inmortalizado en numerosos monumentos en distintos lugares del mundo, incluyendo el que se encuentra situado en la confluencia de las calles 20 de mayo y Ayestarán, muy cerca de la Plaza de la Revolución.


“Un jinete desnudo, símbolo de virilidad y fuerza, recibe la antorcha de manos de otro que yace fatigado a los pies del caballo. Es la idea de la nueva América, Nuestra América, que toma en simbólico relevo generacional la antorcha de los que han muerto por ella.” Foto: Magda Resik