domingo, 10 de abril de 2016

Sr Presidente: ¿esperamos algo más después de su visita?


Por Esteban Morales



Sr. Presidente, su vista fue muy buena para ambos países. Debemos decir que Usted dejó nuestra plaza impresionada, con sus  modales, su sinceridad  y honestidad, al decir  lo que gustó y lo que no gustó. Compartió con el pueblo, lo que impresionó mucho, porque Fidel Castro nos tiene  acostumbrados a  eso.


Pero  lo que más impresionó a la gente, es que todo parecía ocurrir en la atmósfera como de un sueño: ¿Un Presidente de Estados Unidos en Cuba? Era como  un verdadero  milagro. Nadie podía imaginarlo,  Sr  Presidente, que después de tantos años de sufrir agresiones de todo tipo, desde el principio de la historia; a nuestra soberanía y ansias de independencia, padecer agresiones económicas,  militares, biológicas, paramilitares, sicológicas, etc. La etcétera es larga, Sr. Presidente. Que  un presidente norteamericano viniera a Cuba y nos hablara de amistad, lanzara un “ramo de olivo”, halagara nuestra forma de ser,  nuestro orgullo y patriotismo,  nos reconociera como pueblo, al igual que reconoce el suyo. Aunque nos haya puesto a Miami como modelo plausible; como decimos acá, “fue  fuerte” Sr. Presidente. Fue una impresión que ni nosotros,  y mucho menos  Usted, podremos olvidar.


¿Pero qué viene ahora, Sr. Presidente? Después de su cálida visita quedan muchas cosas pendientes entre nosotros, de las que la inmensa mayoría  los cubanos  consideramos como  muy importantes, para satisfacer necesidades, saldar  deudas y hacer honor a nuestras  aspiraciones de dignidad nacional.


El presidente Raúl Castro ha insistido en varios asuntos  que Cuba considera como  fundamentales:


1-Liquidar el bloqueo.


2- Hacer desaparecer la agresividad mediática con que siempre   la política exterior norteamericana nos ha agredido.


3- Devolvernos el territorio donde está enclavada esa base militar norteamericana, que es una ofensa a nuestra dignidad como pueblo.


4- Comenzar a pagar los daños, producto de tanta agresión a la economía, las personas  y a  la planta física de nuestro País.


¿Usted va a continuar trabajando por solucionar esos problemas que tanto nos afectan y que hacen que cientos de miles de personas como yo no estén  finalmente confiados en  la buena voluntad que puso de manifiesto  durante  su visita  y  que afectan tanto poder entrar realmente,  en un proceso de normalización de nuestras relaciones mutuas?


Le queda poco tiempo ya en el cargo,  unos escasos 8 meses. Con ese tiempo pienso  podría tratar de solucionar algunas cosas y  al menos,  dejar encaminadas  las más difíciles.


En particular, su “Cuarto paquete de medidas”  del pasado 15 de marzo supera a los anteriores tres. Pero aun no es suficiente porque, sobre todo, todavía  no tenemos ideas de cómo podría funcionar. Especialmente las medidas que se refieren ala utilización  del dólar.


Además, el propio paquete mencionado, despierta en muchos de nosotros  serias preocupaciones. De cuáles son sus  verdaderas intenciones políticas. ¿Por qué? Le  explicare  Sr. Presidente:




  • Su paquete continúa siendo unilateral. Pues fija la atención, no en toda la sociedad cubana, la que por cierto  ha sufrido por más de 50 años el injusto y criminal bloqueo de los gobiernos norteamericanos. Si no, que como la Ley de Ajuste de 1966, que  privilegia  solo a los cubanos que logran poner sus pies sobre tierra norteamericana,  su paquete solo tiende a  beneficiar a aquellos  que forman “coro voluntario o involuntario” para  la generación  de una clase media, que al parecer,  busca Ud. le ayude políticamente, en sus intenciones de “cambiar el régimen político en Cuba”. Cuestión esta última, que Usted ha negado  en varias ocasiones  pero que con todo respeto Sr. Presidente, le digo que  es muy difícil de creerle. Porque, al menos para mí,  la lógica de su política desde  el  2009, indica todo lo contrario.

  • El estado revolucionario, socialista, en Cuba, no parece recibir ningún beneficio de sus últimas medidas. Ni de las anteriores tampoco. No le pedimos  el absurdo de que  se haga Usted socialista, sino solo que entienda que de la fortaleza de ese estado  ha dependido, durante todos estos años, la precaria estabilidad  de un régimen económico que no ha hecho más que beneficiar  a los antes desamparados de nuestra sociedad. Y porque si Usted no desea desestabilizar a Cuba, tener alguna colaboración con el estado cubano nos  ayudaría mucho.


Entre otras Sr. Presidente, ¿por qué Usted No deja que el capital norteamericano y cubanoamericano venga a Cuba?




  • ¿Cuando Usted nos va a entregar el territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval de Guantánamo, fruto de una acción colonial, que ya no se corresponde con la modernidad militar alcanzada por la sociedad?  Es una verdadera  falacia de su  Departamento de Defensa decir que esa base tiene un carácter estratégico, a menos que piensen utilizarla como a principios del siglo XIX.


Comprendemos que la estancia de los prisioneros en la base debe ser un asunto a solucionar prioritaritariamente  a la entrega de ese territorio;  pero la acción lógica  que correspondería realizar  después sería entregar a Cuba ese espacio de tierra y mar  que nos pertenece. Tamaña inmoralidad, como debe entender,  no  se corresponde  con su reciente discurso en Cuba. Porque una falta de acción en ese asunto  lo identifica a Ud., mas de 100 años después con la historia tan  negativa de Estados Unidos en su política hacia Cuba.




  • Presidente, no le tememos a Internet, a la libertad de información y de expresión, ni a sus proyectos de impulsar la creación de un contexto  cultural, que compita con la cultura que Cuba  ha generado,  hasta ahora, por cierto, sin la   ayuda de Estados Unidos.


 Nuestra cultura nacional es lo suficientemente fuerte, sentida  e integrada, como para competir con cualquiera que desease  negativamente penetrarla. Pues hasta ahora, han sido los Estados Unidos los que no han podido resistir el  influjo cultural de esta nación. De lo contrario, Presidente,  pregúntele a los miles de norteamericanos que ya  nos han visitado, a los cientos de estudiantes que han pasado por nuestras universidades y  convivido con nuestras familias; a las decenas  de organizaciones, de todo tipo, que nos visitan continuamente; a nuestros miles de amigos en esa nación  para que escuche que  se van de aquí con una imagen que no tiene nada que ver con las ideas  que les  ha  tratado  de inculcar siempre  la propaganda negativa  sobre Cuba en los Estados Unidos.


Cuba  ha logrado apartar de sí los influjos negativos de la cultura del consumismo, el mesianismo, el espíritu de superioridad, el sálvese quien pueda,  la violencia,   la criminalidad y  el  racismo, que han caracterizado siempre a la sociedad norteamericana.


Si usted no hubiera contado con esa realidad aquí  mencionada   no gozaría de la popularidad que tiene ahora dentro de la sociedad norteamericana su  idea de cambiar la política hacia Cuba y de levantar el bloqueo.


No fueron  solo la resistencia de Cuba y las presiones del resto del hemisferio  las que  crearon el entorno propicio para tratar  de cambiar la política hacia Cuba y  Usted autodeclararse como contrario al bloqueo;   sino que también  fue el resultado de que  el prestigio de Cuba ha venido creciendo dentro de la propia sociedad  norteamericana y en nuestro hemisferio.




  • Hace falta que el Departamento del Tesoro, clarifique un poco, haciéndolo más explicito y entendible, qué debemos esperar de las medidas que se refieren a la utilización del dólar, ¿que manejo hará la banca norteamericana?, si será esta ultima solo con la que se podrá manejar el dólar, si se mantendrá la “Espada de Damocles”, sobre el resto de la banca transnacional, recurriendo a las multas cuando Cuba negocia con ella, continuando la persecución despiadada que ha regido hasta ahora. Si Cuba puede confiar para poder liberar al dólar del gravamen del 10º% en su circulación interna, etc. ¿Qué significa que los cubanos que se vean beneficiados con salarios en dólares y otras concesiones no podrán pagar impuesto al estado cubano?


El documento del Departamento del Tesoro está plagado de subterfugios y entuertos burocrático-financieros, que a veces lo hacen ininteligible.




  • ¿Cuando Estados Unidos comenzara a sufragar las deudas que tiene con Cuba? ¿Cuándo nos  van a devolver el costo de tantos muertos,  incapacitados, daños materiales y sicológicos, que nos hicieron durante estos más de 50  años? Deudas que pesan sobre vuestras conciencias. Deudas que Ud. Sr. Presidente no las creó, pero de las cuales ahora  es su representante y máximo


Ante tales situaciones pendientes, puede estar seguro de que continuaremos activamente esperando. No nos vamos a cansar de reclamar.


Por eso, en la próxima Asamblea General de Naciones Unidas, volverá a estar sobre la  mesa  la Resolución cubana Contra el bloqueo;  nuestras delegaciones continuarán reclamando por las soluciones que nos deben y el prestigio de Estados Unidos, su nación, estará ocupando un espacio cada vez más bajo  en el juicio de los pueblos del mundo, que ya hoy casi todos emiten su voto a favor de que tales injusticias terminen para siempre.


Sr. Presidente, le pedimos que complete lo más posible la tarea, no la deje a medias. Y así el agradecido  pueblo cubano lo recordara con más simpatía de la que desplegó durante su visita.


Abril 10 del 2016.



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