viernes, 7 de julio de 2017

Selección de opiniones en Segunda Cita sobre el " Centrismo" en Cuba.


Por Humberto Herrera Carles

En el Blog Segunda Cita de Silvio Rodriguez en el articulo " El Canciller de la Dignidad" se ha dado un interesante debate del cual he selecccionado algunas opiniones, que a mi entender me parecen interesantes para el debate actual.  http://segundacita.blogspot.mx/2017/07/el-canciller-de-la-dignidad-2.html#comment-form

Silvio dijo...

Si Fidel, al triunfo de la Revolución, hubiera hecho con la diversidad de ideologías que conformaban las fuerzas victoriosas lo que proponen hacer los promotores de la reciente campaña anti-centrista con los supuestos centristas, todavía estuviéramos cayéndonos a tiros. 

A estos compañeros les gusta decir que Obama nos separó y que Trump nos ha vuelto a unir. Pero yo lo que veo, en algunos círculos que pretenden ser rectores ideológicos, es un resurgir de aquello que Lenin llamó "enfermedad infantil del izquierdismo". Con el agravante, en términos históricos, de estar bastante lejos de ser niños.


Por cierto Raul Roa es un ejemplo de un intelectual de izquierda que no rehuso el debate, las becas en EE.UU y el intercambio de ideas para promover su apasionado patriotismo cubano. Recibio una de las mas prestigiosas becas norteamericanas, la John Simon Guggenheim, y lo hizo sin aguar un milimetro su patriotismo. En sus aplicaciones puso todas las publicaciones que habia hecho condenando la intervencion indebida de EE.UU en los asuntos internos cubanos, enalteciendo la figura de Marti, como "Jose Marti y el destino americano". En un momento que Cuba se abre mas a los viajes y a las oportunidades academicas en EE.UU y otros paises, mas que ensalzar al que rechaza participar, deberiamos enaltecer a los que como Roa lo han hecho sin ceder en principios. No es lo mismo andar con becas concedidas con presupuesto de la USAID o la NED bajo los fondos de la ley Helms, que hacer como Roa, y usar una beca abierta para la colaboracion de EE.UU con el mundo, cantando las cuarenta sobre los errores y fallas de la politica norteamericana mientras se muestra respeto por la grandeza y se expande el conocimiento desprejuiciado sobre las realidades estadounidenses.

Silvio dijo...

Rafael, lo que dije no está fuera de contexto: mira a la campaña desatada para dividirnos, luego dicen que fue Obama. Yo hablé de la diversidad de ideologías de las fuerzas que hicieron posible la Revolución. Todo el que vivió aquel momento sabe que no era homogénea. Por eso se fueron creando partidos, buscando unirnos. Es una pena que hayas interpretado que me refería a la oligarquía, a traidores y a contrarrevolucionarios. ¿Así me valoras tú, que me llamas hermano?6 de julio de 2017, 13:32

Silvio dijo...

..... Fidel el hombre capaz de reunir en un mismo partido a muchos cubanos patriotas que antes del triunfo de la revolución no pudieron tener la misma militancia. Sencillamente por la ortodoxia de algunos y por el anti dogmatismo de otros, como Raúl Roa García, a quien tuve el honor de conocer y escuchar. Luego no hay contradicción alguna en lo que dije.6 de julio de 2017, 13:37

Elier dijo...

Silvio, la admiración a tu obra y a tu historia, no me limitan para nada a la hora de expresar mis discrepacias con tus asertos. Que lástima que etiquetes como "campaña" el combate de ideas que revolucionarios cubanos estamos haciendo -es nuestro derecho- a una derecha disfrazada de centro, que está tratando de socavar nuestro proceso por vías más artificiosas e inteligentes y que responde también a un nacionalismo de derecha, que como dijo Fernando Martínez Heredia, tiene una larga acumulación cultural a la cual referirse. Creo que no hay que tener grandes dotes intelectuales para comprender eso. Resulta que los que ahora combatimos esas ideas, como lo hizo Marti con las ideas autonomistas, podemos calificar de estalinistas, censores ideológicos,que usamos el poder del estado revolucionario y sus espacios para atacar esa tendencia, etc, etc, pero que ha pasado con los supuestos centristas, ahí están haciendo su labor, exponiendo sus ideas en diferentes plataformas y con un estímulo evidente de los poderes hegemónicos que hoy apuestan -como siempre- a destruir la Revolución Cubana y que son los verdaderos dominantes. Nosotros, aunque algunos quieren dar otra apariencia, somos los que estamos a contracorriente, los antioficialistas, porque quienes son los poderes oficiales dominantes a nivel mundial sino los que promueve el sistema capitalista. Creo que acusar de campaña, censores, abusadores, etc, etc a los que simplemente estamos librando la batalla en el plano ideológico que nos corresponde es sencillamente una distorción de la realidad. Por otro lado decir que Fidel hubiera hecho esto o lo otro, me parece un recurso poco serio y hasta ofensivo con el legado de Fidel. Fidel dijo: renunciar solamente a los incorregiblemente contrarrevolucionarios, pero eso no significó nunca que estuviera dipuesto a dejar de combatir las ideas que consideraba contrarias a nuestro proyecto de nación independiente y socialista, o aceptar en las filas revolucionarias, sin haberse producido una conversión a los adversarios ideológicos. Fidel no acepto por ejemplo el Pacto de Miami, pues entre otrs cosas no estaba claro su carácter antiimperialista. Martí tampoco aceptó a los autonomistas en las filas revolucionarias y combatió duramente sus ideas, solo eran aceptados una vez que dejaran a la puerta de entrada las zandalias llenas de fango por el extravío del camino. Claro los autonomistas, como hacen hoy algunos "centristas" usando otros calificativos, acusaban a Marti de anarquistas, de incendiario, etc, etc.6 de julio de 2017, 14:20

Silvio dijo...

Elier, no sé quién eres, pero veo que te gusta hacerte la víctima y además insultar a quienes supones que no piensan como tú. En ambas cosas nos diferenciamos bastante.

Viví lo que fueron los inicios de la Revolución, y vi que en aquel triunfo, que se debió fundamentalmente al 26 de julio, también tomaron parte otras organizaciones que lucharon y pusieron mártires. No todos pensaban igual. Después de la Revolución pudo ocurrir una guerra fratricida o pudieron disgregarse los revolucionarios en discusiones interminables --que hubiera aprovechado el enemigo--, pero Fidel no lo permitió. Siendo el jefe de la organización más extendida y con más responsabilidad en el triunfo, supo ser humilde para que los humos no se le fueran a la cabeza a nadie y se supo repartir gloria y responsabilidades entre todos.

Tu y los tuyos --esos que posiblemente están recomendando que me salgan al paso, según noto últimamente--, están obsesionados con el asunto del centrismo, como si fuera algo nuevo. Eso existe desde siempre y ocurre ni más ni menos que cuando los extremos son insatisfactorios. Hay condiciones nuevas en el mundo y en ambas puntas hay nervios ante lo diferente. 

Respecto a Cuba ambos extremos pretenden ignorar que las condiciones cambiaron después que un presidente de los Estados Unidos admitió al mundo que la política contra Cuba era un fracaso y después que el Gobierno Revolucionario estableció relaciones en condiciones de igualdad.

Yo creo que todos ustedes le hicieran más bien al país poniendo vuestras inteligencias al servicio de todo lo insostenible que ha demostrado ser nuestro proyecto, este mismo proyecto que alguien --que no menciono para no disgustarte-- dijo un día que era lo que habíamos podido hacer y no lo que hubiéramos querido hacer. Tengo que incluirme inevitablemente entre los que quisimos más y no pudimos. Y desde una participación que ni tú ni cien como tú me pueden cuestionar declaro que no me parece justo, ni bonito y mucho menos revolucionario hacer banderas con lo que no alcanzamos. 

Luchar honestamente por mejorarnos, sin echarle tanta culpa a los demás, es una forma más digna de ser revolucionarios. Bueno, es lo que yo aprendí.6 de julio de 2017, 15:17

Elier dijo...

Silvio, hacer política para tomar el poder, no es lo mismo que hacer y defender una revolución desde el mismo poder, es cierto que Fidel construyó la unidad entre las distintas fuerzas revolucionarias que habían combatido a Batista, pero luego de alcanzado el triunfo en un momento de mayor radicalización del proceso, imprescindible para poder mantener y hacer avanzar la Revolución, la lucha de clases se acentuó y los que solo quería tumbar a Batista, pero para volver al 9 de marzo de 1953 o para buscar un supuesto capitalismo bueno, fueron quedando en otro bando. Ahí estan los Urrutia, los Huber Matos, Felipe Pazos y la lista es larga. Por eso es importante definir bien los principios de esa unidad. Para mí hay uno clave: el socialismo. Todo aquel que aspire a restaurar el capitalismo en Cuba, de una forma u otra, para mí es un adversario ideológico. Me gustaría también que me dijeras donde, en mi comentario anterior, me hice la víctima o escribí algún insulto. Pues por más que leo no lo encuentro y nunca me he caracterizado por eso, todos los que me conocen lo saben bien, ni siquiera con personas que sí se lo merecerían, que no es el caso suyo, al que siempre he apreciado y admirado, aunque ello no signifique que coincidamos en algunas ideas y proyecciones. Y por otro lado le puedo garantizar que nadie me ha orientado, para sostener este intercambio de ideas, ha sido me libre voluntad, luego de ver replicado en facebook sus palabras por muchos de los que hoy se disfrazan de centro. Uno de ellos catalogado por el propio Fidel, que tampoco le temblaba la voz cuando tenía que decir algo, como el "más mentiroso". Abrazos, elier 6 de julio de 2017, 16:14

Silvio dijo...

Lo siguiente se le está diciendo a un victimario: 

Que lástima que etiquetes como "campaña" el combate de ideas que revolucionarios cubanos estamos haciendo... 

Dije que era campaña porque es campaña. Ustedes creen que vuestro deber es hacerlo, pero por eso no es menos campaña: son un grupo bastante numeroso que piensan igualito y publican en todas partes desde hace meses. Ya tienen tomada la televisión.

Creo que acusar de campaña, censores, abusadores, etc, etc a los que simplemente estamos librando la batalla en el plano ideológico que nos corresponde es sencillamente una distorción de la realidad. Por otro lado decir que Fidel hubiera hecho esto o lo otro, me parece un recurso poco serio y hasta ofensivo con el legado de Fidel...

Lo anterior es bastante insultante, porque ustedes sí pueden apoderarse de Fidel y de lo que sea, pero si yo lo menciono, "distorsiono y abuso".

Elier, sigue investigando, que sin dudas te hace mucha falta. Pero toma en cuenta que muchas cosas que ustedes investigan fueron vistas y vividas por algunos que todavía respiramos.

Y si no quieres que se restaure el capitalismo (que yo tampoco porque lo viví) deja la cacería de brujas y ponte a arreglar el socialismo, porque te juro que le hace mucha falta.6 de julio de 2017, 16:46

Ernesto Estevez Rams dijo...

Hay ejemplos en la historia que deberia tenerse mas cuidado a la hora de citar. Es cierto que Marti combatio el autonomismo, pero se cuido, como una vez dijo, de combatir el pecado sin mencionar al pecador. Marti trabajo por unir incansablemente y en esa union, que veia no coyuntural sino estrategica, incluia a los que honestamente se habian inclinado por el autonomismo. Les tendio la mano hasta el ultimo momento para que se incorporaran a la Revolucion que estaba por hacerse. Recuerdan aquello de con todos y por el bien de todos. Esa frase hay que entenderla en el contexto político en que Marti desarrollaba su labor de preparación de una guerra que fundaria una nación. 

Fidel tambien andaba refundando una nación y entendió que había que sumar y sumo, sumo mucho. Los que se decantaron lo hicieron por si solo, desgranandose ante el empuje de una Revolución que se proponia conquistar toda la justicia. Al entrar en la Habana los barbudos pomovieron junto a otras fuerza a la presidencia del pais a un juez que se había portado decente cuando el juicio del Moncada y quien estaba lejos de radicalidad alguna. Hay que estudiar ese primer gabinete de gobierno. Que la realidad, mas que el descalificativo esteril, pusiera las cosas en su lugar. 

No nos engañemos, hoy estamos una vez mas refundando al pais. Se necesita hacerlo luego de que el colapso ideológico del socialismo europeo puso en crisis el pensamiento revolucionario a nivel mundial. La primera etapa de esa nueva batalla fue atrincherarnos como cuando lo hicimos en la sierra frente a la ofensiva batistiana y resistir. Igual que en la Sierra, Fidel diseño la resistencia de tal manera que cada metro ganado por el enemigo fue victoria pírrica hasta que se agoto la nueva crecida de Valmaseda. Luego vino la contraofensiva estratégica y salimos irradiando con tal fuerza que pronto llego la Revolucion Bolivariana, la Revolución Ciudadana, la Bolivia de Evo. la historia nos sirve para entender donde estamos.

Pero el pasado en solitario solo es cemento que sostiene por un tiempo finito las trincheras. Los símbolos desde la historia se deterioran, no sólo por los continuos embates, sino tambien, y en mayor grado, por su incapacidad en solitario de generar modos de diseñar el futuro. Las contraofensivas revolucionarias necesitan diseños filosoficos, ideologicos, culturales, que establezcan utopias sobre las cuales se proyecten los sueños de los seres humanos. Pero una utopia para que no se torne en ucronia, en este contexto historico de quiebre civilizatorio, no puede erigirse sobre localismos intrascendentes, relativismos epistemologicos, desconstrucciones esterilizadoras. Tampoco pueden sostenerse sobre criterios excluyentes, cercenando de antemano ideas, restringiendo campo. Tampoco se diseñan futuros enmancipadores sobre la mediocridad de creer que al mortificar al que te quito la novia ya podemos dar por sentado el orden universal.

Ernesto Estevez Rams dijo...

No olvidemos que la condición de revolucionario es, en la realidad misma, muy compleja. Un individuo solo no puede conquistar toda la justicia. Podra ser justo, digamos, con los pobres de la tierra, pero tal vez desprecie la homosexualidad o sea un tirano con los hijos. Una persona pudiera sufrir al ver que se humilla a una persona de otra raza y sea indulgente con el machismo o practique la misogenia. Una persona puede llorar la ver un niño con hambre y aceptar que se enclaustren mujeres en conventos y se les adoctrine desde niñas y se les mutile una parte importante de sus dimensiones culturales. 

En muchas ocasiones no es culpa del individuo, es un problema de volumen: toda la justicia no cabe en un solo ser humano. Ni en el mas grande, el que mas abarca. La justicia toda no es cosa de individuos. Cuando lo intentan terminan levantados del caballo por un tiro y caen de espaldas mirando al sol: revientan. Es hermoso el gesto y sobre el se fundan pueblos. Pero el simbolo no lo hereda nadie en particular, lo descubren muchos que también lo intentan y también revientan. Y asi en olas sucesivas hasta que reventamos todos los que queremos conquistar toda la justicia. Por eso, al final, toda la justicia es como una gran explosión. No tenemos el derecho de evitar que alguien quiera que su pequeño estallido sea parte de esa gigantesca supernova que va esparciendo polvo de estrella por el universo. Ese mismo polvo que acumulado en algún lugar cósmico vuelva a fundar otro planeta donde otros seres se preguntaran como conquistar toda la justicia. A su manera, en su contexto.

Si aceptamos el grito que este pueblo exclamo al morir el Comandante en Jefe, entonces tenemos que entender que esta Revolución no se puede dar el lujo de perder un solo Fidel de los millones que habitan este planeta hecho isla. Sumemos para poder sostener esa gran explosión que es la Revolución cubana que mantiene, con todos sus avatares, la intención primigenia de conquistar toda la justicia con todos y para el bien de todos.6 de julio de 2017, 16:47

Silvio dijo...

Nosotros creemos que hemos contribuido en la medida de nuestras fuerzas a los acontecimientos actuales de nuestro país. Nosotros creemos que con el esfuerzo de todos estamos llevando adelante una verdadera revolución, y que esa revolución se desarrolla y parece llamada a convertirse en uno de los acontecimientos importantes de este siglo. Sin embargo, a pesar de esa realidad, nosotros, que hemos tenido una participación importante en esos acontecimientos, no nos creemos teóricos de las revoluciones ni intelectuales de las revoluciones.

Si los hombres se juzgan por sus obras, tal vez nosotros tendríamos derecho a considerarnos con el mérito de la obra que la Revolución en sí misma significa, y sin embargo no pensamos así. Y creo que todos debiéramos tener una actitud similar. Cualesquiera que hubiesen sido nuestras obras, por meritorias que puedan parecer, debemos empezar por situarnos en esa posición honrada de no presumir que sabemos más que los demás, de no presumir que hemos alcanzado todo lo que se puede aprender, de no presumir que nuestros puntos de vista son infalibles y que todos los que no piensen exactamente igual están equivocados. Es decir, que nosotros debemos situarnos en esa posición honrada, no de falsa modestia, sino de verdadera valoración de lo que nosotros conocemos. Porque si nos situamos en ese punto, creo que será más fácil marchar acertadamente hacia adelante. Y creo que si todos nos situamos en ese punto —ustedes y nosotros—, entonces, ante esa realidad, desaparecerán actitudes personales y desaparecerá esa cierta dosis de personalismo que ponemos en el análisis de estos problemas.

En realidad, ¿qué sabemos nosotros? En realidad nosotros todos estamos aprendiendo. En realidad nosotros todos tenemos mucho que aprender.

Fidel Castro Ruz, 30 de junio de 1961, Biblioteca Nacional.6 de julio de 2017, 17:36

Asael dijo...

Silvio, poeta le pido humildemente que lea estas palabras del querido Comandante en Jefe o escuche su voz hablando de esta tema, increíble
Fidel 6 de junio de 1971 dijo: 

"...Y, desde luego, todos recordaremos cómo al principio de la Revolución la contrarrevolución adoptaba abiertamente las formas ideológicas burguesas: sencillamente combatían al socialismo, combatían al comunismo desde posiciones antisocialistas, desde posiciones anticomunistas, desde posiciones liberales, desde posiciones burguesas. Pero las ideas liberales y burguesas han quedado tan desprestigiadas que ya ningún contrarrevolucionario usa los argumentos del liberalismo de la burguesía para combatir ideológicamente a la Revolución, sino que la modalidad es combatir a la Revolución desde posiciones comunistas, desde posiciones socialistas, desde posiciones marxistas, desde posiciones de izquierda. Ya no es el argumento liberal, ya no es el argumento burgués. Eso está demasiado desacreditado, eso está demasiado desprestigiado ante las masas, y por eso las modalidades que adoptan incluso son esas. 
Internacionalmente, por ejemplo, se ve claro, y también no faltarán en el orden nacional, aunque nosotros tenemos unas masas bien educadas políticamente —es decir, que han avanzado mucho políticamente—, alertas y, desde luego, ninguna modalidad de esa índole podrá prosperar. Pero lo decimos para expresar cómo van cambiando los mecanismos, los métodos, los medios de lucha frente a la Revolución. Y esa lucha, repetimos, será una lucha larga." 

El Comandante en Jefe lo deja claro en ese fragmento: "sino que la modalidad es combatir a la Revolución desde posiciones comunistas, desde posiciones socialistas, desde posiciones marxistas, desde posiciones de izquierda. Ya no es el argumento liberal, ya no es el argumento burgués. Eso está demasiado desacreditado, eso está demasiado desprestigiado ante las masas, y por eso las modalidades que adoptan incluso son esas." 

y si quieren escucharlo de su propia voz se lo dejo Fidel nos habla a todos los escribidores que estamos en este foro ahí deja claro que la tercera vía de ataque a la revolución comenzaba a desarrollarse en esos años.
https://www.youtube.com/watch?v=vAh1MCe__NI&feature=youtu.be6 de julio de 2017,17:59

javier gomez sanchez dijo...

Silvio, lamento comprobar una vez más lo que vengo observando desde hace un tiempo, que la vejez no se te ha convertido en sabiduría. 
Imagino que cuando dijiste que no conocías a Elier, era porque había aparecido solo con su nombre y no con sus apellidos, pues de hacerlo hubiese sido una muestra de ignorancia haberlo dicho.
Yo soy de esos que ando por ahí escribiendo en contra de centrismo. Y lo hago porque puedo decir lo mismo que tú, que he vivido el capitalismo, a pesar que a diferencia de ti que lo viviste hace 57 años, yo con mis 33 años lo viví hace un par. Pero eso no me lleva a desestimar tus expresiones anticapitalistas aunque cuando las calces frente a otro más joven que tu alegando que lo viviste. Entonces ya ves que gente más joven puede tener experiencias como las tuyas, incluso más porque no es lo mismo ¨vivir el capitalismo¨ con 15 años y una familia, que hacerlo con 30 y un empleo que puedes perder, una renta que pagar y un seguro médico que cubrir.
De esa misma forma, lo que combatimos el centrismo hoy, lo hacemos porque lo hemos vivido, lo hemos visto aparecer y expandirse, lo estamos viviendo y conociendo, y por eso lo combatimos, por convicción y no por fe. Porque cuando uno ya tiene cierta experiencia y visión de las cosas, entonces la fe se convierte en convicción.
Yo comparto esas filas con Elier, como la comparto con muchos otros, pero he sabido luchar en ellas creyéndome solo, luego combatir en ellas sabiéndome acompañado, y finalmente no me importa combatir en ellas sabiéndolas en minoría. 
Los que consideran, como dices, que los que combatimos el centrismo tenemos acceso a todas las publicaciones estatales y a la televisión, se equivocan, como te equivocas tú. Nosotros somos ahora mismo los incómodos, los marginados, los censurados. Los que si nos dieran un Honoris Causa y habláramos denunciando lo que consideramos, nuestras palabras no aparecerían en la prensa. 
Los que si vamos a la televisión, nos dicen que podemos hablar mal de Trump, pero no de Obama, cuando es tan imperialista uno como el otro, pero nos permiten solo combatir los métodos de uno y no los del otro. 
Los que si denunciamos en internet a los mismos con los que tu compartes textos y publicaciones, entonces lo que escribimos tampoco aparece en los periódicos.
Si algo no le ha faltado a los que trabajan y publican en las páginas web cultivando el centrismo, recibiendo el dinero con que se mantienen ha sido porque ha habido con ellos una gran tolerancia. 
Jamás se ha leído en ninguno de nuestros textos un llamado a encarcelarlos, aun cuando se seguro no faltan razones si se revelaran los vínculos que mantienen con un poder extranjero. Aun así hemos sido insultados, acusados, calificados con los peores apelativos. Entonces no somos nosotros quienes gozamos de la libertad de pensamiento que se nos acusa perseguir. 
Yo discrepo de Elier Ramírez Cañedo en muchas menos cosas de las que discrepo contigo, pero una de ellas es cuando él hace énfasis en ese texto en la frase en que Fidel habla de que la revolución sólo debe renunciar a los incorregiblemente contrarrevolucionarios. Entonces me pregunto, ¿Que es ser incorregiblemente contrarrevolucionario? O mejor dicho que es ser ¨hoy¨ eso. Hay que ver que Fidel dijo eso en 1961, muy lejos de lo que vivimos hoy. Entonces yo prefería actualizar la idea, y preferiría decir que la Revolución debe renunciar a los ¨indudablemente¨ contrarrevolucionarios. 
Y en Cuba hoy si hay algo que ha aparentado ser lo contrario, pero es indudablemente contrarrevolucionario es el centrismo. 
Silvio dijo...

Javier Gómez Sánchez, te publico esta nota solo para tener el pretexto de decirte que a ti sí te conozco sin haberte visto nunca. Primero te infiltraste en La Joven Cuba y volviste loco a Harold, hasta que lo llevaste a firmar contigo un artículo bien entradito por el aro. Después te pasaste a La pupila insomne, dándotelas de rojo. Hasta que escribiste un artículo diciendo que todo lo que le pasaba al cine cubano era culpa de la seguridad del estado. Por supuesto, Iroel no te lo publicó y entonces nos lo mandaste a Casaus y a mí, que por supuesto tampoco mordimos. Pedro Monreal barrió el piso contigo. Creo que te lo merecías.

Julio Carranza dijo...

Compañer@s:
Entiendo y comparto el comentario de Silvio que ha dado lugar a este intercambio, comparto su espíritu y creo que comprendo lo que quiere decir, dicho además con la síntesis del poeta comprometido y brillante que él es! y con la autoridad moral que le da su trayectoria. Silvio sabe de lo que habla. Cada cual tiene derecho a estar o no de acuerdo con él, yo estoy de acuerdo.
También, creo que el ejemplo de obra y vida de Fidel, Martí y otros importantes héroes de nuestra historia está ahí, hacen grande la nación y debe estar siempre presente, pero no es suficiente estar buscando en el pasado las respuestas que se deben dar en el presente, la situación y los desafíos de hoy son diferentes a los de cualquier otra situación pasada, por más que tengan puntos en común. Conocer bien la historia y aprender de ella es imprescindible, pero buscar en ella las respuestas del presente es imposible.
Por otra parte, no me parece conveniente estar colocando permanentemente calificativos imprecisos y descalificadores, haciendo discusiones abstractas, basadas en un radicalismo fatuo que poco ayuda para resolver los complejos desafíos de hoy. Hay que discutir con humildad ideas concretas, opciones, análisis específicos, sin excluyentismos. Creo que estamos de acuerdo en que es mucho lo que está en juego hoy.
Por mi parte no estoy de acuerdo con ninguna propuesta que conduzca a una restauración capitalista y muchísimo menos a concesiones de soberanía, pero no basta decir que estamos por el socialismo para creer que estamos de acuerdo, no creo que todos entendamos lo mismo por socialismo. Razón lleva Silvio cuando dice que es sobre eso que hay que discutir, ahí apreciaremos nuestras coincidencias y diferencias, en mi caso, como en el de otros amigos, lo vengo haciendo modestamente en varios textos sometidos al debate desde hace años, el último recientemente. Análisis concretos de la realidad concreta, ya todos los gigantes de nuestra historia que ustedes mencionan y de los cuales todos nos sentimos orgullosos, resolvieron de esa manera los tremendos desafíos que enfrentaron, resolvamos nosotros (esta generación) los que nos corresponden, con la grandeza que esta etapa exige, es una situación incierta, compleja e inédita, reclama inteligencia, audacia y creatividad, las nuevas generaciones exigen con legitimidad su espacio y presentan con fuerza sus demandas. Hay que partir de la historia pero hay que ir más allá de la historia, esa disyuntiva nunca ha tenido otra opción.

Julio Carranza 6 de julio de 2017, 20:58


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