Por Javier Gomez Sanchez
13 JULIO, 2017 DE LA PUPILA INSOMNE
javiergosanchez09@gmail.com
13 JULIO, 2017 DE LA PUPILA INSOMNE
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Leyendo el revelador libro Dentro de WikiLeaks de Daniel Domscheit-Berg, testimonio de su experiencia como principal colaborador de Julian Assange, en el capítulo dedicado al evento de hackers y blogueros HAR en el 2009 me he detenido en un párrafo inesperado:
¨Una vez concluida la conferencia, Julian habló con un representante del Open Society Institute (OSI) de George Soros, que le preguntó de dónde sacábamos el dinero para WikiLeaks, y dio a entender que el OSI subvencionaba proyectos como el nuestro. Según Julian, este se interesó también por nuestras necesidades, y comentó que no debíamos ser modestos. Por lo que sé, tampoco conseguimos nada¨
Para ese momento WikiLeaks era aún poco conocido y apenas tenía financiamiento. Sus creadores buscaban apoyo ¨para dar a conocer al mundo los entresijos de gobiernos, empresas y organizaciones en su lucha por ejercer y mantener el poder. La idea original consistía en la transparencia absoluta de la información y el derecho del ciudadano a conocerla¨
El nombre de la organización que subvencionaba proyectos ¨cómo estos¨ me saltó a la vista al recordar dónde lo había leído antes:
¨Los ex editores de Espacio Laical Roberto Veiga y Lenier González, fundan la entidad “Cuba Posible”; y a solo semanas de fundada “Cuba Posible” organizan un gran evento “académico” en los EE.UU. Todo a una velocidad increíble.
El 26 de mayo del 2016 Open Society Foundations acogió en su sede de New York al “Laboratorio de Ideas” Cuba Posible. El evento neoyorquino, financiado por la Fundación Ford y Open Society, versó sobre “los desafíos actuales de Cuba”.¨ (Tercera opción en Cuba: El drama de los equilibristas. Por Raúl Antonio Capote)
La misma organización que no se interesó en un proyecto cómo WikiLeaks, sí se interesa por financiar y organizar un proyecto como Cuba Posible.
¿Por qué WikiLeaks no, y Cuba Posible sí?
¿Por qué una organización norteamericana no está interesada en ¨la transparencia absoluta de la información y el derecho del ciudadano a conocerla¨ y sí está interesada en un ¨laboratorio de ideas sobre los desafíos actuales de Cuba¨?
Es curioso el desinterés que mostró la Open Society a un proyecto de envergadura mundial para prestarle atención a un proyecto para una pequeña isla del Caribe.
Los que después de 150 años de lucha en esta isla, pretenden hoy presentar sin ningún escrúpulo el financiamiento norteamericano a sus proyectos, solo cometen un fallo:
Pretender apostarle a la ingenuidad de sus compatriotas.
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