lunes, 15 de febrero de 2016

Con dos que se quieran (dos):

 CINCUENTA Y CUATRO VISITAS TELEVISIVAS…DE CALIDAD


Por Paquita Armas Fonseca


Fotos: cortesía de Amaury Perez Vidal


Su primer año cumplirá Con dos que se quieran dos. Ha salido todos los martes por Cubavisión a las 8 y 30 de la noche, o algunos minutos más tarde. Unos días después lo retransmite Cubavisión internacional. Su conductor y creador, ha sido, es, Amaury Pérez Vidal con el que he conversado sobre todas (o casi todas) las entrevistas.


Parte del equipo de CDQSQ-2 con Blanca Rosa Blanco


Por genes le llegó eso de sentarse frente a alguien y hacer que hable lo que desee y lo que no. Todo en un ambiente con la luz necesaria, el ornamento sobrio y bello, los símbolos de cubanía y una música (¿cómo no sería así?) del conductor que primero fue compositor e intérprete, escritor, productor de discos y sobre todo un ser humano con una sensibilidad especial, de lágrima tan fácil como la risa.


Es, y lo digo con toda la responsabilidad que implica tal afirmación, uno de los mejores programas transmitidos en el año por la televisión cubana y ¡ojo! concebido y filmado en nuestro país. Algunas personas opinan que tiene más recursos que los realizados por el ICRT, quizás es verdad, pero es BUENO. A nadie le debe preocupar que se gaste dinero y logre un buen producto, lo terrible es –y hay ejemplos- que se invierta financieramente en espacios de baja calidad.


Los entrevistados y entrevistadas de Amaury se desnudan en cámara, no con tonterías de que color les gusta, sino de cómo llegaron a su profesión, o por qué no son madres, o discriminaciones que sufrieron, en fin dicen cosas como si realmente estuvieran en la sala de nuestras casas y no en la pantalla del televisor.


Y basta, ya escribiré un comentario justo para el aniversario. Ahora los dejo con un grupo de preguntas más las respuestas, por supuesto, de mi (su) esperado visitante de cada martes, con perdón de Petí, la dueña de ese señor de traje y sin tenis.


¿Cuál día de marzo del 2015 salió Con dos que se quieran dos?¿Cuantos programas han transmitido hasta ahora?


Con 2 que se quieran-2 (segunda temporada) salió “al aire” el día 10 de marzo de 2015. Hasta ahora hemos transmitido 51 o 52 programas, no llevo la cuenta exacta, otros lo hacen por mí. Ya tenemos casi un año cada martes en los televisores,  y si no se suspende ninguno, por alguna eventualidad o urgencia noticiosa televisiva, nos mantendremos hasta finales de noviembre de este 2016 porque serán 90 emisiones.


¿Cuál es el proceso de elaboración de cada cuestionario?


Muy sencillo: Mi colaboradora y asesora Carmen Rosa Báez pone en mis manos semanas antes del encuentro televisivo una abundante y completa  información sobre el entrevistado que me estudio con enjundia y dedicación. Luego la dejo reposar para no contaminarme demasiado y retomo esa exploración el día mismo de la entrevista. Cuando salgo de casa hacía el estudio, ya impregnado de datos, diseño en el camino la primera pregunta porque de esa respuesta inicial que recibo, tomando en cuenta el tono, los nervios (algunos se ponen nerviosos aunque no lo creas) la voracidad verbal, la energía o parquedad de la misma decido el rumbo posterior del interrogatorio. Jamás el entrevistado y yo “negociamos” la entrevista: ¡JAMÁS! Y en mis tarjetas solo hay una secuencia de temas a tratar, y/o especificaciones técnicas para nuestro director de fotografía Rafael Solís que está detrás de mí con la cámara que retrata al invitado y yo dirijo el programa desde la butaca que me corresponde en el set. El riesgo de llevar preguntas elaboradas de antemano, al menos en mi caso, es que preparándome para hacerlas no le preste atención a la contra pregunta que pueda surgir espontáneamente. Ese es mi método. Hay otros claro.


Evidentemente, algunos de los entrevistados se sorprenden ¿has tenido que eliminar alguna pregunta por desacuerdo con tu invitado?


No.  Cuando editamos corregimos sobre todo tiempos, la duración de la entrevista, pero nunca hemos tenido desacuerdos importantes entre entrevistado y entrevistador, y se ha transmitido la conversación tal y como se produjo en el estudio. Hay que respetar los puntos de vista de cada quien y C2QSQ-2 es un programa para homenajear desempeños artísticos y ofrecer cariño no para incordiar; ese sería otro programa, otro entrevistador, y por supuesto con otro título.


Para cualquier televidente, por la forma en la que los presentas, todos los entrevistados son tus amigos. No es así ¿Cuánto de tu fe cristiana ha estado presente para que olvides situaciones difíciles de tu vida con  personas que llevas a la tv por sus méritos?


Claro que no todos son mis amigos del diario; pero alguna vez las circunstancias de la vida nos pusieron en el mismo sendero. En algunas épocas entre algunos de ellos y yo existieron desencuentros y desavenencias, sería tonto negarlo, pero la televisión es un bien público y yo debo priorizar la importancia de sus carreras para la cultura nacional por encima de cualquier desgarradura propia y siempre circunstancial. Eso no tiene que ver con la fe cristiana sino con la responsabilidad como comunicador.


¿Cómo balanceas la salida al aire de de una u otra persona: por el tema o por la calidad del programa?


Por el tema y la profesión; la danza, la actuación, el cine, la fotografía, las artes plásticas, la literatura, la música, el magisterio, el periodismo. etc…También mujeres y hombres deben alternarse cada mes si es posible y también las edades porque hay jóvenes con grandes carreras ya. Nunca hemos combinado a los invitados ni por su credo religioso, ni por sus preferencias sexuales, ni por el color de la piel. Eso no va con mi manera de concebir la diversidad.


Tengo una buena amiga que me dice que eres “un pesao”, pero muy bueno haciendo tus programas, incluso cuando eres el entrevistado, como sucedió con tu encuentro con Oni Acosta, ¿tienes alguna forma de explicar eso de caer pesado y a la vez ser reconocido como un buen  comunicador?


Esa pregunta me la estoy haciendo desde el mismo día en que tuve conciencia de que era un personaje público. Al principio no entendía la dicotomía de que apreciaran lo que hacía, pero no a quien lo hacía; mi madre repetía que “el problema no era mi trabajo sino el que hacía mi trabajo”; es decir: Yo. Sucedió lo mismo con mi labor como músico, como escritor, o como conductor de Radio. No me preocupa a la altura de mis 62 años cumplidos, ni eso, ni el sospechoso silencio que ha merecido el programa por parte de la prensa escrita. Si al público le gusta nuestro trabajo me siento satisfecho porque significa que no erramos tanto. Si a alguien le parece que soy, como dices, un pesao o lo peor, engreído, altanero, distante, controversial y problemático (a veces han dicho también que me falta humildad), no lo puedo “arreglar“ porque es difícil, cuando no imposible, tocar las puertas de cada hogar cubano intentando demostrar que están irremediablemente equivocados y que me desconocen. He sobrevivido con eso. Sobrevivo. Gajes del oficio le llaman los que saben.


Háblame de tu equipo de trabajo y no me molestaría que te extendieras: no te cansas de decir, con razón, que no es tu programa, sino el de un grupo de profesionales que posibilitan su realización.


¡Es seguro que no es mí programa!. Si no tuviera al extraordinario equipo artístico, técnico y de producción respaldándome C2QSQ, tanto el 1 como el 2, hubieran sido un desastre mayúsculo. La TV como el cine, por solo poner dos ejemplos, se tienen que hacer con la complicidad y la entrega de muchas personas; el director de arte, el director de fotografía, el asistente de dirección, el editor, los camarógrafos, el sonidista, el iluminador, el director de producción y su team, los montadores y choferes, y mis asistentes personales Peti, Carmen Rosa y Neya. Tengo sí una capacidad enorme de compromiso pero hay mucho del oficio que aún desconozco y todos ellos me regalan, además de su tiempo tan valioso, sus conocimientos cuando me empecino, no es frecuente, en defender una idea a ultranza por cabecidura. Soy un buen líder de familia, pero no me siento en la cabecera de la mesa todas las semanas a imponer mis criterios.


De que depende de que un programa sea mucho mejor que otro ¿del entrevistado?¿de la empatía? ¿de la edición?


Depende en primer y único lugar de mí. A veces no soy capaz de corregir el rumbo de una conversación que se me extingue, o de darle vuelta a la tortilla cuando el punto de cocción es alarmante. A veces no controlo la alegría, o la emoción, otras me rindo ante la belleza, sobre todo de mis invitadas, y vuelvo a ser un adolescente enamoradizo y exageradamente dulce: Lo que resulte bueno depende totalmente del invitado, lo que no resulte logrado es absoluta responsabilidad mía. Prefiero no repartir el estiércol con la vana ilusión de que toque a menos. Goloso al fin me quedo con el.


Casi al año de esta nueva temporada ¿Cuáles son las virtudes y los defectos de ella?


¿Virtudes? No me atrevería ni a pensar en ellas, no hago esos viajes a la vanidad con frecuencia, para el televidente se hace y son ellos los que debieran opinar si lo estiman conveniente. No seré el que nos autocalifique aunque debo señalar que recibo mucho cariño en la calle. Defectos le encuentro muchos. La duda es mi motor creativo y cuando abandono el estudio cada tarde me recrimino por lo que no hice, lo que desaproveché, lo que dejé pasar, lo que no advertí por tonto, por distraído, por no sentirme totalmente cómodo conmigo mismo.


¿Y por donde anda el compositor e intérprete de canciones que pertenecen a la historia musical de Cuba?


El compositor e intérprete sigue ahí batallando con sus propios demonios y falta de espacio, pero vive y a ratos hasta coleando. Le he entregado varios años de mi vida creativamente fértil a Con 2 que se quieran, 1 y 2, y medí los riesgos que corría. No me amedrentaron. A la televisión hay que dedicarle todas las horas de que se dispone y muchas más para que nos resulte medianamente aceptable. La música, como vivo por ella, es comprensiva y sabe tomarse sus plazos; siempre espera.

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